14."Odio"

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Sábado
21 de octubre

Cuando ese cotoso auto se estacionó en las calles de los Escorpiones Garrick instantáneamente supo se trataba de alguna de las norteñas que iban a arruinarle la vida, tenía un papel importante que cumplir ahora que Drake estaba tras las rejas, él era el dueño de los Escorpiones eran suyos no podía simplemente lanzar todo por la borda y ser como los anteriores dueños que han tenido.

1. Raid.
2. Drake.

Y ahora Garrick. Quería cortar todos los lazos con el Norte continuar con su guerra pacífica de siempre pero había sido el plan de siempre el mismo tan sencillo como se escucha pero impensablemente siempre había algo que lo impedía y en este caso era la Harrison. Con exactitud nunca podrías deducir cuántos Escorpiones existían, pero allí, solo habían dos chicos y una chica; la cuál clavo una mirada llena de odio en Millicent en el escaso segundo en que la vio.

—Millicent y chica que no conozco—Garrick las saluda con amabilidad sin ocultar el leve deseo que resaltó en su mirada, claro solo en Millicent por qué no conocía a la desconocida cabe destacar que se la encontró atractiva. —Un gustó verlas por aquí considerando que no deberían pasear mis calles.

—Ella es Lourdes Motley la mejor en estafaría en el Norte—Lola se siente orgullosa de sí cuando Millie la presenta pero ninguno de ellos presto atención después de que ella dijera "Motley" sus rostros reflejaron miedo extremo como si Lola fuera el mismísimo diablo y seamos sincero...lo es.

— ¡Ese maldito apellido es como el cáncer! —Afirmó la chica de cabello negro con algo de sorpresa y odio mezclados a un nivel adecuado sus ojos marrones chocolate declaran que pudo haber conocido a Louisiana, o qué tal vez no, las posibilidades podían ser altas o muy bajas.

—Mortal—Agregó ella con asco en su voz, Lola la analizó con la mirada no había estudiado estafaría en Harvard mucho menos manipulación pero era un talento suyo conocía a una perra mala en segundos de verla y para Lola esa chica lo era.

—No tengo idea lo que mi hermanita te haya hecho pero supongo no es algo que tenga que ver conmigo—Las fracciones de la Motley gritaban egocentrismo y malicia, su sonrisa perfecta con los labios torcidos por la maldad complementaban su estilo.

— ¡Garrick está gente no puede estar aquí! ¡Todo por culpa de esa Motley! ¡Me alegro de que este muerta debió estarlo al instante en que piso pie aquí! —La chica de ojos chocolates no hablo con resentimiento en su voz, de hecho, se escuchaba feliz tal y como lo decía.

Millicent se quedó quieta mirando a Garrick quien le sonría con amabilidad y nuevamente deseo, había química entre ellos, aunque Millie tenía química con todos, con el lo sintió distinto. La distancia que dividía a Lola con Tiff desapareció cuando resonó sus Louboutin con la acera, Tiff la observa con discriminación en un movimiento rápido que nadie esperaba; Lola tomó el brazo derecho de Tiff posándolo con dolor en su espalda su otra mano viaja su cabeza obligándola a permanecer en la pared de ladrillo.

— ¡MALDITA PERRA SUÉLTAME! —Exclamaba Tiff con su voz llena de odio apretando sus dientes su rostro seguía en la pared de ladrillos mientras que Lola halaba su cabello sin piedad.

—Escúchame bien sureña la única persona que puede desearle la muerte a mi hermana soy yo, querrás ocupar su lugar en vez de conocerme bien y de saber todo lo que podría hacerte—Tiff escuchaba atenta mientras que los demás observaban la situación, Tiff es la chica más fuerte allí pero Lola la dejo en ridículo.

¿Qué tanto hacía Millicent en el Norte?

—Lola ¿podrías dejar tu lado gorila un segundo?—Exigió la castaña a lo que la Motley soltó a la chica; Lola limpia sus manos entre sí como su limpiara algún germen que ella le hubiera dejado.

          

Millicent dibujo una sonrisa de agradecimiento para así continuar con su postura firme observando las personas que la analizaban de arriba a abajo.

—Quiero saber quién le disparo a esta chica—Millicent mostró una fotografía de Sáhara el día de ayer con la corona y el vestido sonriendo junto a Mary Harrison pretendiendo ser parte de lo que no era.

El asombro era algo más allá ellos se quedan pasmados al ver la fotografía eso no solo le confirmo que la conocían, sabían quien era. Tiff murmullo algo que juraría por Dios ellas no escucharían, pero se equivocó.

—La hermana de...—Y no terminó la frase, Millie aun se hacía a la idea de que Sáhara les quería quitar dinero a su familia y ella no podía creer que simplemente quería una familia.

—No tengo idea de quién le disparo a esa chica pero, ¿de dónde le conoces? —Pregunto Garrick y Millicent se negó a responderle un mensaje entró a su móvil sabía de lo que sé trataba.

¿Me extrañaste?
¿Cómo se sentía la vida sin mí?
Veo que Lourdes Motley regresó a la cuidad
¡Puedo oler el caos!
Sin embargo, no es lo que me importe ahora, estoy aquí Millicent para ayudarte pero sabes mi ayuda tiene un costo.
Te daré a la persona que disparo a Sáhara y te diré su más grande secreto.
Luego hablamos de cómo me pagarás.
¿Aceptas?

Ella tenía curiosidad sobre Sáhara mucha para ser honesta pero el anónimo era como Lola; un día te da la mano y al otro te saca los ojos. Ya había tenido la prueba física de que no podía confiar en él ¿debía hacerlo ahora?

—Esa a ti no te interesa metiche—Respondió, borde. — ¿Me dirás o qué? Pensé que tú lo sabías todo, Garrick. Decepcionante.

El la observó sonriéndole coquetamente había algo en el que le llamada la atención desde que le conoció no sabe si es que era tan distinto a ella que en verdad venía de un mundo bien jodido o que simplemente era un delincuente para el era más fácil no hablábamos de una chica de las que el acostumbrado a conocer que venía con un pasado problemático y tendría un fin mediático esta chica era de sociedad, de dinero, de la alcurnia. Tenerla para el era una bendición y el simple hecho de ella querer amarlo era una maldición en su vida.

—Ya, pero yo no me aparezco en tu mundo exigiéndote dinero, carros y joyas. ¿Te paraste a pensar en lo que podría pasarte al estar aquí? Creo que tienes que pensar más, bonita—Aconsejó con un tono embriagador intentando encantarla pero solo consiguió enojarla.

—Una persona que no sabe cuántos continentes existen no me puede estar dando consejos—Dijo—. Así que ahórratelo Garrick y muchísimas gracias por tu ayuda.

—Larguémonos de aquí Millicent está gente no te ayudará—Lola enredo su brazo en el antebrazo de la Harrison, estaba paraliza preguntándose en lo más adentro de sí, si debía confiar en el anónimo, cualquiera que fuera su respuesta causaría un daño irremediable.

Por lo que Millicent se subió a su auto y condujo sabiendo que probablemente llevaba al enemigo en su asiento del copiloto. Avalanna miró con ojo clínico la situación sintiendo el sudor frío que le recorrió la espalda había pasado por situaciones difíciles tales como la violación, callarse los secretos de su padre, perder a Lou, perder su prematura carrera pero aquella sobrepasaba casi todo. Su papá realmente engañó a su mamá.Vivían en una casa espaciosa linda pero no tan grande como la de ellos no lo pensó mucho por qué sabía no lo haría, por eso se dejó llevar por los impulsos. Toco el timbre de la casa sintiendo que el mundo le caía arriba sintiendo un calor que parecía quemarla viva, segundos más tardes una rubia le abre la puerta no fue ella que la dejo inmóvil casi desmayándose fue el parecido entre ellas dos.

Red de mentiras "Editando"Where stories live. Discover now