Introducción

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El perdón es un tema muy polémico. Tanto para perdonar a otros, como para perdonarnos a nosotros mismos.

De los diez mandamientos, solo tienen pena de cárcel, el matar, dar falso testimonio y el robar. Ofender a Dios, usar su nombre en vano, hacer imágenes, no guardar el sábado, deshonrar a los padres, adulterar, codiciar, esos no tienen pena de cárcel. Para Dios los diez son motivo de pedir perdón y pagar; para la justicia humana solo tres. Por lo tanto, ¿más grave es asesinar que deshonrar a los padres? ¿Más grave es robar que adulterar? Para la justicia humana es afirmativo. Para Dios es no.

Según el diccionario, un error es una idea, opinión o expresión que una persona considera correcta pero que en realidad es falsa o desacertada. Igualmente, según el diccionario, pecado es un acto que se considera erróneo o incorrecto, o que trae malas consecuencias a quien lo realiza. Bueno, según el diccionario, error es una idea, pecado es la acción de esa idea. Para la justicia humana, pensar en matar no es igual que matar. Para Dios, si es igual.

La justicia humana justifica algunos pecados y los pone a nivel de errores; Dios dice si pecas en un mandamiento eres culpable de todos. Ante los ojos de Dios, todos somos pecadores y merecemos la muerte; ante la justicia humana, solo los ladrones y asesinos. Muchos señalan a tal o cual porque robó, mientras engañan a su mujer; otros, desprecian al asesino, mientras deshonran a sus padres. A esto, Dios le llama doble moral o hipocresía.

Se nos invita a estar a cuentas con Dios. Todos sin excepción somos pecadores, pero todos, gracias a Jesús, podemos acercarnos confiadamente al Padre y confesar nuestros pecados y arrepentirnos y ser transformados en nuevas criaturas.

La pregunta, que surge es ¿la gente que se arrepiente ya no puede corregir a otros porque eso sería juzgar? ¿Todos los arrepentidos de sus pecados y errores deben vivir en silencio? Por ejemplo, un asesino arrepentido, ¿puede ser líder de una nación? O, un adúltero arrepentido ¿puede rehacer su vida? ¿Pierde autoridad alguien que se arrepiente?

A continuación, tres casos de hombres que fallaron y gravemente, ante las leyes humanas y las leyes divinas, pero llegaron a ser extraordinarios líderes. 

El pan de cada día: perdonarWhere stories live. Discover now