Cautiva por tu Amor. N°4 Serie Amigos de la Realeza

Epílogo

- Cariño sonríe a la cámara--- la divertida voz de Liam llenó mis oídos. Levanté la mirada y sonreí. En ese momento Alessandro colocó su mano en mi boca y me tapó, lo que causó mucha risa.

- Cariñito la idea es que no me tapes y sonrias---exclamé viendo a mi pequeño de un año y medio

- Mamá--- exclamó él y sonrió. Ensanche mi sonrisa y me lo comi a besos. Amaba cada vez que me decía mamá. Liam se acercó con su teléfono móvil

- ¿Estás grabando?---pregunté riendo

- Por supuesto, todos los momentos deben grabarse---reí--- Alessandro ¿a quien quieres más?

- Liam ¿cómo preguntas eso?-- pregunté riendo

- Solo quiero saber---exclamó también riendo

- Mama---dijo Alessandro agarrando mi mejilla. Liam puso una cara de tragedia, pero luego escuchó--- papá---Liam sonrió feliz al escuchar las palabras de nuestro pequeño. Liam apago la cámara y besó la frente de nuestro que rió a carcajadas. Liam buscó mi mano y la entrelazo.

Caminamos por las calles de Roma. Nos dirijiamos a la Basílica. Después de un año, por fin cumpliamos la promesa de ir a la iglesia. Liam había donado una suma gigantesta a varias iglesias de la zona para ayudar a los más desfavorecidos, pero aun faltaba visitar la casa de Dios. Así que durante meses planeamos venir a Roma.

Cuando llegamos a la Basílica, nos sentamos en uno de los bancos. Miré la figura de Jesús y de la Virgen Maria y sonreí, mientras cerraba los ojos. Me sentía en paz. "Gracias por esta oportunidad" "Gracias a Dios, y a todos por darme la dicha de ver a los dos amores de mi vida". Abrí los ojos y volteé mi rostro para ver el de Liam. Él me observó curioso y yo le sonreí.  Me acerqué a sus labios y lo besé. Alessandro dormía en los brazos de Liam. Los miré a ambos y sonreí.

- Te amo Liam, gracias por ser parte de mi vida---susurré viéndolo con intensidad

- Gracias a ti por estar en la mía,  te amo con toda mi alma---susurró él mientras volvía a besarme. Al sentir sus labios sobre los míos, todo a mi alrededor se esfumó. Solo estábamos nosotros dos y nuestro hijo. Sonreí sobre sus labios y lo abracé por el cuello.

- Soy la mujer más feliz del mundo---dije alegre luego de salir de la Basílica, mientras caminábamos por una de las calles.

- Y yo soy el hombre más afortunado y feliz del mundo---Liam sonrió viéndome con intensidas--- tengo a la familia que siempre desee---le sonreí con amor.

- Debemos aprovechar el momento de comprar los regalos de todos nuestros sobrinos---dije sonriendo--- mira que la familia está creciendo.

- Aun no puedo creer que Leah haya salido embarazada otra vez---comentó Liam riendo suavemente

- Si, ella aun no se lo cree, aunque Zayn no cabe en su gozo. Tendrán a una niña. Deberíamos aprovechar este viaje y visitarlos---comenté viéndolo con un puchero. Liam suspiró y sonrió

- Lo que tú quieras mi amor---exclamó Liam besando mis labios--- no creo que a ellos les importe que les hagamos una pequeña visita. Además, también deberíamos aprovechar de visitar cierta isla---me miró con picardia y deseo---extraño estar contigo a solas.

- Liam estamos con Alessandro---exclamé con voz ahogada. En mi mente siempre están los recuerdos de la isla.

- No importa, así conoce el lugar donde fue concebido---lo miré con los ojos abiertos y tragué con esfuerzo. Liam nunca dejaba de sorprenderme.

- Mejor dejamos la visita de Leah para después de la isla---comenté observándolo con pasión. Liam me observó de la misma manera y se apoderó de mis labios. Cerré mis ojos y me dejé llevar por el poderoso amor que sentía por la persona que cautivó mi amor, mi corazón y mi alma.

---------

Muchas gracias a todas por haber llegado hasta el final de esta maravillosa historia. Espero les haya encantado como a mi.

Fue un enorme placer escribir esta historia y compartirla con todas ustedes.

Espero que sigan mi perfil y compartan mis historias con sus amig@s y conocid@s.

La serie de Amigos de la Realeza continúa,  así que estén atentas de la próxima entrega.

Otra vez, gracias por leerme y seguirme.

Muchos besos y abrazos.

Me despido por ahora de ustedes,

Dafi Hernández