Extra 2

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Matt

-¡Papá dile a James que deje mi muñeca en paz!- El grito de mi pequeña Sheila sonó por toda la casa.

Solté un suspiro y miré a Jade pidiendo ayuda. Amaba a mis hijos. A los cuatros, aunque sean un desastre.

-¡Niños! Venir aquí ahora mismo.- Solté una risita cuando vi a los niños juntarse en fila delante de Jade.

Jade parecía el Papá, recto, directo, con carácter, en cambio yo era más de darle todo.

-¿Qué les he dicho cuando papá está trabajando?- Mi pregunto mi mujer.

- No molestarle, ni gritar.- Dijeron los cuatros a la vez.

-Entonces...

-Perdón mamá, pero es que James no me da mi muñeca. - Suspire en una mueca cuando vi que iba a ponerse a llorar.

-¡James!

-Yo no la tengo mamá Jade.- Jade se acercó a él y tiró de su oreja.- Auch ¡Mamá Jade!

-Deja de llamarme así, y dale la muñeca a tu hermana o te voy a castigar por un mes.- Dijo esta.

-¿Qué?  ¡Mamá no es justo!- James estaba a punto de ponerse a llorar.

-Yo decido que es justo aquí James, yo soy la ley. Busca la jodida muñeca.

-¡Jade el vocabulario!- Dije viendo como Mariam se reía y repetía.

-¡Perdón!- Dijo con una cara de horror.

Así era siempre, un día era un muñeca, otra un balón. Jade y su vocabulario, yo y mi caprichos. Los niños y sus desastres y peleas, pero al final acabábamos viendo una película y comiendo Cheetos.


¡Hey, mi Tattoo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora