Unleashed (Star-Ant/Stony)

~°1°~

Scott

Otro día en el paraíso. Fue el primer pensamiento que tubo el castaño al despertar.

Adormilado y bostezando se levantó aperezado dirigiéndose al baño a hacer sus necesidades.

Ya eran tres años desde que había encontrado a su alfa y valla que estaba feliz, Hoy era su aniversario! Y tenia muchas ideas para ese día especial.

Se preguntó donde estaría el rubio que siempre lo molestaba diciéndole cursilerías o chistes malos. Lo primero que se le ocurrió fue que estaba en la cocina tratando de hacer un desayuno.

Río al recordar la última vez que el Alfa toca-huevos cocino.... Fue un desastre total pero por lo menos lo intento.

Saliendo del baño rascando su cabeza camino hacia la sala de su pequeño departamento.

Era acogedor y de un color blanco adornado con negro en las puertas.

Sonrió al ver a su alfa leyendo las instrucciones de una caja de panqueques solo en unos boxers verdes y lleno de mezcla.

Camino hacia el y lo abrazo por la espalda colocando su frente en su gran espalda.

—Buenos diás. —Dijo suavemente.

—Hola pequeño, Perdón por no haber estado cuando despertaste.

Sonrió al escucharlo.

—Que estas haciendo?. —Pregunto mientras caminaba hacia el refrigerador y lo abría.

—Panqueques?... Bueno quería darte la sorpresa. —El omega río.

—La intención es la que cuenta. —Cerro el refrigerador con el jugo de naranja en su mano.

El Alfa rubio se acerco al pequeño Omega mientras lo tomaba por la espalda.

—Yo tengo otras intenciones —Dijo el mayor coqueta mente mientras tomaba al castaño por la cintura...

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Todo se volvió oscuro... La oscuridad invadió toda la habitación, Imágenes de su Alfa con la beta llamada Cynthia invadían su cabeza. El Omega de cabello castaño despertó agitado en su cama agarrando las sabanas fuerte mente.

No pudo aguantar y dejo que salieran algunas lágrimas mojando sus mejillas.

Dolía su corazón, Dolía su alma, Pero tenía que ser fuerte no sólo por el si no por su hija.

Cassie. Sonrió al pensar en ella.

Había quedado embarazado de su ex-Alfa y valla que fue una sorpresa.

Al principio fue duro pues un Omega embarazado sin el apoyó de su Alfa es muy difícil de mantener, pero pudo seguir adelante sólo.

Con sólo unos pocos ahorros pudo conseguir otro departamento en la ciudad de New York, era mas pequeño que el que tenía pero mas acogedor.