Desperté en la cama del hotel un tanto confundida. Me duele un poco el brazo, pero seguro no es nada de lo que deba preocuparme. Solo me debería angustiar el hecho de que alguien intento matarme, pero solo eso. Me levanto con esfuerzo de la cama, quedándome sentada en la orilla. Veo por mi ventana un cielo azul nublado muy hermoso. Debajo, a un lado del hotel, logro ver un área de juegos. Supongo es un jardín de niños. Hay un par de resbaladillas, un columpio y un trampolín. Se ve divertido, tengo muchas ganas de entrar. Después de mirarlo un rato, me dio vértigo y me aleje de la ventana.
Me arregle rápidamente y salí del cuarto. Oliver me había escrito muy preocupado, no sabia que yo estaba bien. Le respondí muy calmada a todos sus mensajes y después de largos textos me invito a salir. Bajaba del elevador escuchando la típica música tranquila que te pone en un estado de sueño. Llego al lobby, y lo veo. Camisa blanca, chamarra de piel y unos pantalones de mezclilla. Casual, pero lindo. Atrás de el, se suponía que estaba el vidrio roto por el impacto de ayer, pero ya no está. Extraño, pero eficiente supongo...
-LUNA, hay por dios....- se escucha muy preocupado. Corre hacia mi y me abraza muy fuerte. Le respondo el abrazo.
-tranquilo, estoy bien...- digo intentando esconder las vendas se mis brazos con mi sudadera.
-Juramelo. ¿Sabes quien te hizo esto?- me pregunto con una mirada de odio
-Si, el señor calvo de allá.- le respondo con sarcasmo- ¡Por supuesto que no se! Todo paso muy rapido, acababa de llegar, estaba distraida, paso el choque y me desmaye. Eso es todo. Ninguna herida.-Le respondo. No me gusta mentir, pero como le digo que alguien con el apodo B-1 intento arroyarme. Lo guardare por ahora, eventualmente se lo dire...
-Me gustaria distraerme de todo esto, asi que.....¿a donde me quieres llevar?- le pregunto, anciosa de nuestra primera cita.
-Te quiero llevar a TODOS lados, pero...¿segura que estas bien como para salir? No quiero que te de, no se, un colapso o algo asi.- se preocupa demasiado. No se si es bueno o malo.
-Salgamos de aquí- le contestó. Estoy desesperada por conocer todo.
-Si tu lo dices...- dice al mismo tiempo que extiende su mano para que yo la tome.Salimos del hotel en busca de aventuras. Enfrente de este había un restaurante algo viejo, pero lleno de personas.
-Ese es el viejo McCarthys- me dice al ver mi cara de confusión. -Es uno de los mejores restaurantes, pero casi siempre está lleno. Podría hacer una reservación para más tarde si quieres...-
-Me encantaría, Gracias- Hay que probar comidas nativas. La regla número 6 de 20 qué hay. Son más bien condiciones para seguir viajando, así que si me dicen qué es un lugar famoso, quién soy yo para protestar.Continuamos caminando varias cuadras. Fuimos a un parque, compramos fruta y fuimos a una estación de trenes que estaba cerca del hotel. La estación se llamaba Kings Cross, y era muy grande llena de tiendas maravillosas. Termine comprando varias cosas, y tuve que contenerme para otras cuantas.
Olí me ayudó a cargar algunas, y entre los dos regresamos al hotel durante el atardecer.-Bueno, mejor arréglate- me dijo en un suspiro, soltando mis bolsas en la cama de mi habitación.
-¿Que tienen de malo mis jeans?- Le pregunté, esperando una respuesta inútil pero hilarante.
-Cuando salimos esta mañana, esos jeans grises eran blancos, así que ponte algo más adecuado. Un vestido estaría perfecto- Dijo señalando mis bolsas. Creo que se a qué se refiere...
-El vestido será. Y tu,¿te vas a arreglar?- le pregunte, pues venía igual de desastroso que yo.
-Nuestra reservación es en una hora, y no vivo tan lejos. No hay problema.- El simple hecho de imaginármelo con traje hace que suelte una pequeña risa. Creo que la escucho
-No me veo tan mal con traje. Soy como James Bond, solo un poco más gordo- Estaba siendo modesto. Parecía un atleta.
-Se que no te verás mal, pero mejor ya vete a arreglar que creo te tardarás más tu que yo- lo rete divertida
-¿Quieres apostar?- me pregunta con voz intimidante
-Yo no apuesto, Gracias- la verdad, dije eso solo porque se que voy a perder. Por naturaleza, las mujeres nos tardamos más en arreglarnos que los hombres.
-haha, entonces regresó en una hora.- me responde entre risas.
-te espero- contesto deseosa. Mi primera cita en una ciudad desconocida. Emocionada, pero algo angustiada. Debo hacer algo primero.Oliver deja la habitación y me quedo sola. Tomo un baño rápido y me pongo ropa cómoda. Necesito algo antes de ponerme el vestido. Me quedo sentada en la cama, mirando el televisor esperando a que algo pase. Eran las 8:40, a las 9:00 Oliver debe pasar por mi. Sin embargo, no me sorprendió oír que alguien tocaba a mi puerta a esta hora. Me acerco con miedo, pero decidida. Abro la puerta lentamente.
-Luna, debemos hablar- me responde. Parece muy angustiado.
-claro, pasa- Entra rápido a la habitación y yo cierro la puerta.
-lo encontré, todo lo que me pediste. Aquí está- dice mientras me entrega un folder con mucha información.
-bien, ahora necesito que me investigues quién estuvo en el mismo vuelo que yo, pero en el asiento B-1. Al parecer hay alguien que quiere matarme y si obtienes algo sobre eso me ayudará mucho.- Le encargo. Se que no habrá problema, es el mejor buscando cosas.
-B-1, entendido- me responde. Me encanta la determinación que tiene.
-Bueno, sal Jonathan. Que nadie te vea.- le digo. Nadie debe saber que me vio.
-hasta luego Luna- de despide y deja la habitación disimuladamente.Después, me pongo mi vestido nuevo y me termino de arreglar. Son las 8:48, aún tengo tiempo. Abro el folder que me dejó Jonathan.
-Veamos, ¿quién eres en realidad Oliver White?- Empiezo a leer su información. Ahora, se toda tu verdad.
Después de unos minutos, justo después de terminar de leer tocan a la puerta. Veo mi reloj y son las 9:05. Abro.-Tardaste- Digo. Pongo cara de enojada, aunque no lo estoy. Es broma.
-Bueno, hubieras apostado- me dijo Oliver con la sonrisa en su cara y estirando su brazo para que lo tome.
-Vayamos a cenar-le afirmó ansiosa...
ESTÁS LEYENDO
Experimento 857: El mundo en sus manos
Mystery / ThrillerLuna, una chica hecha con un unico proposito. A la edad de 21 años, viajaria por 12 diferentes paises (los cuales aceptaron hacer el experimento)y se quedaria por un mes en cada uno de ellos. Cada semana debe de enviar un correo al gobierno del pais...