Lo mismo digo

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JOE P. O. V.

Desperté antes que ella, tomé mis bóxers del piso y me los puse mientras veía la hora en el reloj de mi buró, siete de la mañana; suspiré mientras la veía moverse entre las sábanas, demasiado inquieta para dormir

Entre la ropa que había en el piso comenzó a escucharse una vibración, busqué entre las prendas y encontré su teléfono marcando una llamada entrante

-¿Qué dice?- preguntó somnolienta

-Saúl- contesté serio

-Lánzalo por la ventana- murmuró volviendo a acurrucarse me encogí de hombros e hice lo que me dijo

-Arriba- ordené quitándole la sábana que era lo único que la cubría

-Déjame, ve a donde vayas, no voy a robarte- se quejó poniéndose boca abajo

-Eso no lo sé- sonreí mirando su bello trasero, -no te conozco- comencé a decir mientras subía de nuevo a la cama y escalaba sobre su cuerpo, -no se de dónde vienes- susurré en su oido y besé su cuello haciéndola reír

-Eso no te importó anoche- dijo mientras restregaba su trasero en mi miembro provocándome

-Eres toda una fiera- dije liberando mi miembro erecto y buscando su entrada

...

-¿Dónde está mi teléfono?- preguntó al verme salir del baño mientras ataba sus botas

-Lo lancé por la ventana- contesté seco mientras pasaba la toalla por mi cabello

-No puedo creer que lo hayas hecho- murmuró, -mi madre debe estar como loca-

-¿Qué edad tienes?- pregunté deteniendo mis movimientos de golpe

Rió al verme, -tranquilo tigre, tengo veinticuatro- contestó mientras recogía su cabello en una coleta

-Y vives con tus padres- repetí retomando mis movimientos

-Tuve un problema en la tubería de mi departamento, estoy con ellos mientras lo arreglan- explicó buscando su chaqueta

-En el pasillo- recordé mientras me colocaba el pantalón, salí del cuarto después de terminar de vestirme y la encontré buscando algo en los bolsillos de su chaqueta

-¿Puedes prestarme dinero?- preguntó sin dejar de buscar con el ceño fruncido

-Te llevaré- solté antes de procesar la idea

...

LIESEL P. O. V.

Bajé unas cuantas casas antes que la mía, le entregué el casco a Campbell que sonrió al tomarlo

-¿Qué es tan gracioso?- pregunté sonriendo también, negó con la cabeza sin dejar de sonreír, me tomó por la cintura y me pegó a su cuerpo

-¿Sabes lo que quiero hacerte justo ahora?- murmuró cerca de mi boca, -esperaré con ansías nuestro próximo encuentro fierecilla- sonreí mientras uníamos nuestras bocas

Nos separamos antes de quedarnos sin aire y dandole una última mirada comencé a caminar a mi casa, mi moto estaba aparcada frente al garage junto a mi casco

-Liesel- exclamó mi madre al verme entrar, -estábamos preocupados, uno de tus amigos trajo tu moto diciendo que te habías desaparecido anoche, ¿dónde estabas jovencita?-

-Ya no tengo quince años mamá- me quejé rodando los ojos mientras me dirigía a la cocina y buscaba algo de desayunar, la puerta de la entrada sonó anunciando que alguien acababa de entrar

-Tu madre estaba preocupada- dijo su voz a mis espaldas

-Saúl estuvo marcándote- habló de nuevo mi madre

-Mi celular sufrió un accidente- expliqué mientras sacaba un yogurth del refrigerador

-Pudiste pedirle prestado el celular al tipo que te trajo- habló de nuevo en un tono extraño

-Que te valga cuñadito- dije sarcástica

-Si no tienes quince, no te comportes como adolescente entonces- regañó mi madre

-Mamá, por favor, por primera vez en tu vida, deja de meterte en la mía, solo concéntrate en Liliana- supliqué saliendo de la cocina hacia las escaleras

JOE P. O. V.

Llegué al taller después de dejar a Liesel en su casa, había sido mi mejor encuentro sexual hasta ahora, aunque tampoco puedo comparar muchos

-¿Qué novedades tenemos?- pregunté en cuanto estuve en mi oficina

-Hasta ahora nada señor- dijo mi segundo, asentí suspirando, -solo hay que terminar los trabajos ya en puerta-

-Bien, en un rato me daré una vuelta- asintió, -¡oye!- grité antes de que se fuera, -necesito un favor-

LIESEL P. O. V.

-Buen día Joseph- saludé entrando al taller

-Jefe- saludó

-¿Hay algo para hoy?- pregunté suspirando

-Aún nada- asentí y llevé mis cosas detrás del escritorio

JOE P. O. V.

-Cambiamos todas las mangueras, para evitar que alguna otra tuviera fuga- expliqué a uno de los clientes que había ido a buscar su auto, -si vuelve a tener problemas, no dude en volver- asintió satisfecho y subió a su auto preparándose para salir

-¿Usted es el encargado?- preguntó una voz a mis espaldas, asentí en respuesta, -¿puede hacerle un chequeo a mi coche?- suspiré y asentí mientras comenzaba a seguirlo, -hace un ruido extraño cuando lo enciendo- explicó mientras abría el cofre

-Enciéndelo- ordené seco

LIESEL P. O. V.

Terminé de hacerle arreglos a una moto que habían llevado hace un par de días, esta era mi parte favorita de mi trabajo, la pintura

-¿Ya le entregaron su departamento?- preguntó Joseph mientras desocupaba unas cajas del almacén

-El contratista dijo que hará todo los posible porque no pase de esta semana- comenté

-Ya lleva un rato, seguro que así será-

JOE P. O. V.

-Mañana en la tarde date un vuelta, lo revisaremos con calma- asintió suspirando

-Si está antes, pueden llamarme- dijo entregándome una tarjeta

-Saúl- leí y una sonrisa sarcástica se dibujo en mi rostro

-¿Hay algún problema?- preguntó con tono molesto

-Solo me recordó a una amiga- contesté encogiéndome de hombros

Sonrió, como si hubiera descubierto el mayor secreto jamás revelado, -tu llevaste a Liesel esta mañana a casa- mencionó poniéndose serio

-Así es- concordé orgulloso, -pasó la noche conmigo- agregué restándole importancia mientras me cruzaba de brazos, rió girándose

-Soy su cuñado- mencionó molesto

-Felicidades- dije seco, se giró poniéndose frente a mí y mirándome desde abajo

-Si vuelves a acercarte a ella, tendrás muchos problemas conmigo- murmuró entre dientes

-¿Sabes lo que significa para mí que digas esto?... nada- murmuré de igual manera

-No sabes quien soy yo, no te metas conmigo- sentenció

-Lo mismo digo-

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