Capitulo 2

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La chillona campana sonó, indicando que ya era hora de regresar a casa, a disfrutar del fin de semana; pero a la señora Smith nuestra maestra de química, no dejo que saliéramos del aula, sin antes recordarnos sobre el examen del lunes.

-¡Al fin somos libres!- grito Fer, cuando por fin salimos del aula de clases

-¿Al fin somos libres?-pregunte- si regresamos el lunes

-Rebecca, cariño no me arruines mi felicidad- dijo Fer mientras pasaba su brazo sobre mis hombros

-¡Al fin somos libres!- grite maniáticamente levantando ambos brazos, lo cual causo que ganara muchas miradas

-Rebecca me avergüenzas- añadió Fer en forma burlona, mientras tapaba su rostro con su pequeña mano

-El sentimiento es mutuo, cariño- le dije

-¿Qué harás mañana?- pregunto cuando llegamos a nuestros lockers

-Es sábado-dije mientras lo habría- así que trabajar, supongo

-humm… ¿trabajar?

-Sí, trabajar- añadí con una sonrisa mientras sacaba los libros que probablemente necesitaría este fin de semana

Cerramos nuestros casilleros, los cuales estaban juntos, cosa que era extraña ya  que nunca decidimos que así fuese; caminamos hasta la puerta principal de la preparatoria, por el largo pasillo lleno de estudiantes; caminando de un lado a otro, recibí uno que otro empujón de parte de los mismo que parecían más distraídos de lo habitual. Cuando por fin ya estábamos fuera mi amigo chillo de una forma demasiado aguda y divertida a la vez, luego ya no se encontraba a mi lado, el muy miserable se echo a corre, sin pensar en mi estúpida salud, camine lo más rápido que pude, hasta que por fin comprendí su actitud. En el estacionamiento, estaba Park su novio, que a la vez es mi maestro de música, para la mayoría sería extraño saber que un maestro y un alumno, bueno son ¿novios?, en fin para mí ya se volvió costumbre, desde que me entere de tremendo rollo, mi relación con Park mejoro.

-¡Hey Rebe!-menciono Park cuando por fin estuve frente a ese par

-Hola-lo salude- mal nacido me dejaste tirada en medio camino, sabiendo que no puedo seguirte-añadí viendo a Fer, con mis brazos cruzados sobre mi pecho, a lo que Park rió

-Lo siento linda-dijo- pero tenía que llegar lo más rápido posible hasta mi osito-besó la mejilla del susodicho- lo extrañaba demasiado- añadió con un puchero demasiado tierno

-Está bien- dije- bueno me despido-añadí- antes que pase el colectivo y me deje varada- mis amigos rieron por mi pequeño comentario

-¿Quieres un aventón?- pregunto Park mientras señala su auto

-¿No sería mucha molestia?- pregunte con una sonrisa

-Tú sabes que no- dijo- además eres mi cuñada y tengo que caerte bien ¿no?

Los tres reímos, luego Fer por fin soltó a su adorado novio, el cual en esos momentos hasta yo adoraba, gracias a él no regresaría a casa en autobús y eso era el cielo para mi, o quizás no pero se parecía. Subimos al bonito auto de Park un Ford Galaxy negro, yo iba atrás, Fer en el asiento del copiloto y obviamente su novio en el asiento del piloto. Hizo rugir el motor y puso el auto en marcha, próximo destino: mi casa.

Cuando llegamos a mi casa, Fer bajo conmigo y decidió que sería bueno que pasáramos la tarde juntos,  según él, porque hace un buen tiempo no lo hacíamos; pero sé que no es así, seguramente Park no podía estar con él y lo uso como escusa para no estar solo en casa de su madre. Eran las 5:30 PM y mi adorada abuela aun no regresaba, Fer la adoraba y ella a él, era se tienen tanto cariño que la llama “abuela”, a ella le gusta cuando lo hace. Estábamos en mi habitación, nos sentamos en la pequeña alfombra morada, la cual nunca hizo juego con las demás cosas; pero me gustaba.

Mi Dulce Melodía  -Louis Tomlinson- Cancelada Temporalmente-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora