Capítulo 12

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Pasaron dos días y las cosas empezaron a cambiar...

¡Para mejor!

El brazo izquierdo de Johan fue reubicado y solo tenía que reposarlo durante treinta minutos una vez al día. El moretón no era tan malo como parecía la primera vez que Judai lo vio. Estar en cama durante dos días y pasar el tiempo con el mayor realmente ayudó a que Johan se recuperara más rápido de lo que hubieran imaginado. El único inconveniente del incidente que de hecho era lo más grave del asunto, fue que tenía una pequeña fractura en la parte superior del brazo derecho y eso tardaría aproximadamente un mes en sanar por completo.

Judai después de las clases, siempre iba directamente a ver a Johan, luego pasaba el resto del día con él y por las noches dormía en el sofá de la sala de recuperación. La única razón por la cual Judai incluso iba temprano a la academia era por Johan y sus quejas sobre lo importante que era el no faltar a la escuela. Por el momento, todo estaba marchando bien y ahora Judai se encontraba en clases mientras la enfermera Ayukawa estaba revisando a Johan.

ㅡ¿Sientes dolor, Johan?

ㅡNo, en realidad solo siento una pequeña molestia pero eso es todo, no siento ese espantoso dolor como hace un par de días atrás -Johan estaba moviendo su brazo izquierdo e incluso agitándolo y girándolo hacia arriba, abajo solo para ver si dolía.

ㅡBueno, ya no usas analgésicos y si dices que no sientes dolor, ya puedes ser dado de alta -La cara de Johan se iluminó como un niño en que corre dentro de un parque de diversiones por primera vez cuando escuchó que finalmente podría deshacerse de las aburridas sombras grises de la habitación en la que se encontraba.- Sin embargo, tendrás que dejar que el joven Judai siga siendo tu enfermero personal porque tus funciones son mucho más limitadas que antes.

Johan perdió momentáneamente su sonrisa cuando una pequeña duda cruzó su mente sobre Judai al recordar a sus anteriores enfermeras.

¡No! ¡Basta! Eso fue en el pasado y el ahora es ahora ¡Él me quiere a mí y yo a él! ¡Estaremos bien! ¡Todo estará bien!

Ayukawa garabateó algunas cosas de último minuto y lo volvió a colocarlo en su portapapeles. Ella se despidió solo con breve 'adiós' y cerró la puerta detrás de ella.

ㅡ¡Siiiiiii~! -Johan levantó su brazo izquierdo en celebración por la noticia pero lentamente lo bajó de sentir un pequeño pichón por la acción tan brusca. Con un suave suspiro cerró los ojos mientras acurrucó su cabeza en la almohada y sonrió de oreja a oreja. Estaba tan feliz pero de pronto como si le lanzaran agua helada abrió sus ojos de par en par cuando cierto pensamiento le vino a la mente y le hizo girar la cabeza para ver el calendario.

E-El cumpleaños de Judai.... ¡¡Es hoy!!

Johan se llevó la mano a la boca y se mordió las uñas para pensar sobre qué hacer para darle un buen regalo al cumpleañero. La habitación solo hacía eco con el molesto sonido del tic-tac del reloj en la pared y cuando la mente de Johan pensaba como sorprenderlo o que darle, sin darse cuenta se estaba dejando llevar hasta hacer que su rostro se enrojeciera por esos pensamientos. Su tiempo de reflexión silencioso fue interrumpido cuando su primo y su novio irrumpieron en la habitación.

ㅡ¡FELICIDADES! -Las coloridas serpentinas de fiesta volaron a través de la sala opaca y tiñeron el piso poco después. Jim estaba aplaudiendo junto con Judai quien empujaba una nueva silla de ruedas para Johan.

ㅡUstedes... -Judai sonrió mostrándole todos los dientes y Jim se dirigió a abrazar a su primo.

ㅡEscuchamos a la enfermera hace un momento. ¡Me alegra mucho saber que te sientes mejor ahora! -Jim quería exprimirle la vida para mostrar su amor a su primo pero, sabía que Johan ya estaba sufriendo lo suficiente con su brazo como para soportar un gran abrazo de oso estrangulador. Johan miró a Judai contento, el alivio estaba escrito en toda su cara por saber sobre el alta que le habían dado.

Amor ParalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora