Yo también te amo.

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Janis

Las cosas habían comenzado a mejorar.

Mi estado de animo iba mejor cada día, incluyendo a Page distrayéndome con cualquier cosa.

Habíamos salido a dar un paseo, a un parque, el cual estaba bastante solo.

-¿te gusta?

-si.

-a mi también -besó mi mejilla.

-a veces eres un romántico.

-y sobre todo si se trata de mi pequeña pelinegra.

Le gustaba hacerme sonrojar, a demás de que había estado muy cariñoso, durmiendo cada noche a mi lado.

Se había disculpado por no haber estado ahí cuando le necesité, y también por haberme llamado puta.

¿Qué podía pasar? Se estaba ganando mi perdón.

-oye...si tuviéramos un bebé... ¿Como querrías llamarlo?

-Jimmy...no sabría decírtelo ahora, pero me gusta mucho tu nombre... Y si tuviéramos dos, me encantaría que el segundo se llamara Ashen Josan Page -trate de sonreír.

-no te pongas triste, es lo que menos quiero.

-ay cariño -lo abracé hundiendo mi rostro en su cuello -no sabes como me gustaría tener un hijo tuyo.

-podemos intentarlo ahora.

-preferiría en el hotel.

-eres mala, y a mi me gustan las chicas malas.

-si, y yo no se porque me gustan los chicos robafocos de ojos verdes esmeralda que aman hacer a una mujer llegar al éxtasis de cualquier tipo.

-es porque tengo mi encanto, a demás, yo se que no solo te gusto.

-no, sabes que también te amo, y te Aprovechas de eso.

-no sabes lo que te haría.

-claro que lo se, me utilizarías en tus fantasías sadomasoquistas.

-no,...o bueno, si, pero eso seria después de varias rondas.

-ay Jimmy -suspire -tu nunca cambias.

Seguimos hablando un rato mas y luego volvimos al hotel. En cuanto subimos en el ascensor, me vendó los ojos.

-¿para que tanto misterio?

-es una sorpresa, cariño.

-eso me gusta.

Me guió con cuidado hasta llegar a nuestro cuarto, el cual tenia un olor particular.

-¿que es ese...olor?

-no abras los ojos hasta que yo te deje.

-esta bien, JimJam.

Me quitó la venda por fin y me indicó que podía abrirlos.

-Jimmy...

-¿te gusta?

-¡por supuesto que si!

Todo estaba cubierto con pétalos de rosa.

-debió costarte una fortuna...

-tu mereces el universo entero, linda.

-claro que no.

-solo disfruta y dejate llevar.

Beso mi cuello con cuidado.

Me quito la blusa, después el pantalón, hasta dejarme en interiores.

Una carta para Jimmy PageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora