06 | El inicio del viaje

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Tengo que confesar que la historia la empecé desde este capítulo en enero, pero hice la primera parte porque necesitaba más contexto del que ofrecía, y la verdad es que cuando estaba editándolo me di cuenta de que predije la ruptura de VibexGypsy. Han pasado cinco meses desde el último capítulo y Barry sabe del pararrayos porque Jay se lo dijo, pero solo cree que se debe a que son mejores amigos. Ralph hace aparición después de que Barry regresa de la Fuerza de Velocidad, y... bueno, creo que no hay nada más que tenga que decir. 

¡Ya estamos en la segunda parte de la historia! No tienen de cuán emocionada —y aterrada, a partes iguales— estoy, porque la historia está a punto de terminar. Si adivinan cuál capítulo es mi favorito, les dedico el epílogo (que, a estas alturas, es lo único que me falta por escribir y que tal vez me tarde un poco más en publicar).

No publicaré todos los capítulos hoy —lo siento ;o;— pero son libres de seguirme en instagram (@zuucorrales), donde estaré publicando adelantos y espero poder terminar de subir la historia para el viernes. 




—Oh, por Dios. —Caitlin tomó a Barry del antebrazo y le dio un apretón que lo puso en alerta.

—¿Qué pasa? ¿Qué está mal? —preguntó él, mirando en todas direcciones, en busca de algún peligro que hiciera a su amiga salir de su balance habitual.

Después de revisar tres veces lo que los rodeaba —con ayuda de su velocidad—, frunció el ceño y volvió la vista a su amiga. Ella también tenía el ceño fruncido, pero su expresión estaba llena de concentración. Era obvio que trataba de resolver algo en esa brillante mente suya.

—¿Recuerdas lo que dije en nuestra noche de karaoke? —ella preguntó, mordiéndose el labio inferior. Él creyó que estaba inmersa en lo que pensaba y se quedó mirando fijamente sus labios. Se aclaró la garganta y desvió la mirada, avergonzado; su amiga no lo notó—. O después, debería decir.

Incluso si en aquel momento no la veía directo a los ojos, no pudo evitar la sonrisa que apareció en su rostro.

—¿Cuando te salvé del vestido malvado?

Ella por fin lo miró. Y entonces, lo golpeó de manera amigable en el hombro, tratando de ocultar una sonrisa.

—Que envidiaba tu habilidad de no emborracharte. —Lo miró sin creer del todo lo que habían escuchado sus oídos—. ¿Es en serio? ¿Esa es la cosa más trascendental que pasó esa noche en tu mente?

—Eso y Summer Lovin'. —Su sonrisa se ensanchó—. En mi defensa, no es mi culpa que te vieras hermosa en ese vestido. —Abrió los ojos desmesuradamente cuando se dio cuenta de lo que había dicho—. Y no estoy diciendo que esa ha sido la única ocasión en la que te has visto hermosa, porque siempre luces de esa manera, no importa qué uses. Por ejemplo, ¿recuerdas a la Tortuga? Me enamoré esa noche. Digo..., no, no lo hice. Bueno, tal vez. Tu vestido era hermoso.

—¿Te enamoraste... de mi vestido? —Sus mejillas estaban rojas y Barry no podía asegurar si era por las bebidas que había pedido o por sus desvaríos.

—No, de eso no. —Dándose cuenta de lo que significaría si él no se retractaba o si no hacía algo pronto, murmuró—: Digo, sí. Por supuesto. ¿De qué otra cosa?

Caitlin se quedó pensando un momento y Barry se preguntó si ella ya había descifrado lo que sus balbuceos significaban. Sintió el pánico subir por su garganta. ¿Dónde estaba Cisco cuando realmente necesitaba que alguien interrumpiera un momento como aquel?

Un poco de silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora