Diez.

977 85 11
                                    

Tania Collins

-Emma, baja eso, anda.- Mi vista estaba clavado en Nauzet, atenta a cualquier movimiento de este. -Emma.-

-Quiero matarlo, no merece seguir vivo.- Diablos, sonaba como un psicópata.

-Intentalo.- Se burlo el chico con rabia. Era suicida, tenia que serlo.

-¡Callate, ya callate!- Le grito Adexe alterado.

-Emma, escuchalo.- Dije intentando no entrar en pánico. -¿Escuchas su tono? Esta alterado, lo estas asustando.- Por alguna razon, Emma no se veía tan segura de sus actos si se trataba de Adexe, tal vez era el hecho de que Adexe derramaba inocencia y fragilidad. -Es su familia, Emma.-

-Ya deja de decir tantas estupideces, no es mi familia.- Escupió el chico y hasta a mi me dolio.

Mire a Adexe, como sus ojos se cristalizaban y presionaba los dientes. -Hazlo.- Miro a su hermano a los ojos, firme y serio. -Anda, Emma. Hazlo.- Mis ojos se abrieron en sorpresa. -Esta cosa no es mi hermano, ya no. Te odio.- Dijo antes de salir de la habitación.

-Emma, nos necesita.- La chica miro la puerta con la navaja firme. -¡Emma, por favor!- La niña la solto y salio corriendo. Tome la navaja con rapidez antes que Nauzet y lo mire fijo. -Sos un maldito estupido, espero que algun dia, te pudras en el infierno pero antes, haré tu vida miserable.- Le aclare antes de salir de la habitación. Los busque un buen rato hasta que vi unas sombras en un pasillo, ella estaba abrazando a Adexe mientras este lloraba en su hombro.

Me acerque a paso lento mientras ellos seguían abrazados, Emma me vio y me invito a unirme al abrazo. Me senté al lado de Adexe y acaricie su pelo lentamente.

-Adexe.- Murmure jugando con su pelo para tranquilizarlo. -Este chico sigue siendo tu hermano, pero este lugar hace cosas horribles con tu mente, crees que todos son tus enemigos, que debes protegerte.- Intente consolarlo.

-No tiene derecho a decirme esas cosas, duelen.- Sentí mi pecho oprimirse. 

-Lo se, pero Nau lleva aca un tiempo, tal vez cree que su familia le dio la espalda y por eso te trata mal.- El levanto la cabeza y me miro. -Ya no llores, pequeño.- Limpie su rostro. -No vale la pena, no lo necesitas, Emma y yo estamos acá y como podes aprecias, te queremos.- Le sonreí.

-No le metas ideas raras a la cabeza, yo solo vine porque me sentí culpable.- Dijo la chica a la defensiva y el se rio.

-Gracias por preocuparse por mi.- Limpio las lagrimas que quedaban en su rostro y respiro hondo.

-Sos como un bebe, es imposible no preocuparse.- Lo moleste provocando que me mostrara la lengua. -Muy bonita.- Lo fastidie y frunció el ceño.

-Tonta.- Se cruzo de brazos.

-No, no. Ta.. ni..a- Lo moleste. -¿Ves que sos un bebe? Te tienen que enseñar a hablar.- El me miro entrecerrando los ojos. 

-Me caes mal.- ¡Hasta sus intentos de ser malo dan ternura!

-Yo tambien te quiero, ahora levántate ¿O queres que te lleve en mis brazos?- Rodó los ojos y se paro seguido por Emma y yo.

-Para que veas que me puedo parar solito.- Se quejo haciendo que Emma y yo riamos.

-Sos un bebe.- Lo molestamos al unisono.

-¡Pesadas!- Se quejo cruzándose de brazos. -Ya vamos antes de que nos descubran fuera del cuarto a estas horas.- 

-No, los bebes no dan las ordenes.- Se quejo Emma. -Vamos solo porque yo lo digo.- Comenzó a caminar.

-Esta loca.- Me miro.

-Si, pero es su personalidad.- Me encogí de hombros. -Solo hay que saber controlarla.-

-Vos la controlas conmigo.- Arqueo una ceja.

-Porque pareces indefenso, sos un punto débil para cualquiera que te conozca.- Comencé a caminar. -Creo que si yo fuera la que esta a punto de matar a Nauzet, tambien dudaria por vos.- Le sonrei.

Viajando Con El Enemigo. [Reescribiendo]Where stories live. Discover now