Voy a sostenerte

Soy tuyo.

Al sonrió, se limpió con el índice lo que había salpicado su mejilla y luego lo chupó.

-Tu boca dice que no, pero tu erección sigue firme.

-No puedo evitarlo si lo chupas así.- respondió el aludido jadeando con la cabeza agachada

-Me alegra todavía tener material para eso.

Al "sentó" sobre Ed, atravesando sus piernas por entre los brazos de la silla de ruedas y recargando la mayor parte de su peso en la rodilla de metal, se abrazo a su hermano y empezó a besar lentamente su cuello.

Edward no se resitió, solamente arqueó el cuello suspirando, dejó que al recorriera con su fresca y pequeña lengua el camino a sus hombros y su clavícula, sentía la erección de Al punzando en su vientre, mojándolo un poco, de pronto empezó a escuchar un pequeño rechinido de la silla.

-Creo que la silla se va a romper... esta silla no es para esto Al.- dijo sonrojado y al mirar para abajo para ver si no se estaba rompiendo se quedó sin respiración

El pequeño trasero de Al estaba justo entre sus dos piernas  y al estaba jugando con sus dedos dentro de él.

-Que?? que haces?

-Ohh - gimó al - me preparo para ti.

-Bue... bue... ¡¡¡¿es que acaso estás demente??!!!

Al tomó un poco de la humedad que había en Ed y la usaba para lubricarse, metiéndose poco a poco dos dedos y gimiendo entre las lamidas que le daba al cuello de Ed mientras que con el otro brazo se sostenía de la silla.

-Ahh Ed... mmmm te quiero.... quiero que estés dentro mío.

-No.. eso no!!! no te dejaré hacerlo!!

-?Como piensas impedirlo? Estas atado.

Al metió un poco más sus dedos dentro suyo soltando un gemido que a Ed le erizó la piel-

-Por favor para Al... te lastimarás.

-No me importa... además creo que ya me he acostubrado... he estado practicando con algo que me obsequió un amigo... y es algo un poco más grueso que tu.

-Maldición Al!! que quieres decir'?? que te has estado metiend...

Al rotaba sus dedos en torno a su pequeño orificio, había empezado a mover la cadera a un ritmo pausado, comenzó a respirar aceleradamente.

-Eso es lo de menos!! ahh ahh Ed!! sólo tu puedes hacerme sentir bien!! no importa cuantas veces use los dedos...o cualquier cosa ahh solo puedo pensar en tí!!

-No Al!! ¿quieres parar ya esta locura?

-¿Que? ¿Ya no te gusto?

-No es por eso... cla... claro que me gustas- murmuró Edward.

-Entonces??- preguntó Al deteniéndose y mirando a Ed a los ojos. Sus ojos plateados lucían tan dolidos.

-Ya no me amas??

Hubo un momento de silencio, Ed agachó la rubia cabeza.

-Alphonse...como podría no amarte.

-Entonces porque eres tan cruel? ¿que no ves que me haces falta?- respondió Al buscándole la mirada nuevamente.

-El cruel aquí eres tu!!! mira como me tienes!!- gritó Ed con los ojos cerrados.

-Tu también quieres verdad?? también quieres hacerlo

El pecho de Al subía y bajaba aceleradamente todavía, la punta de su pene mojaba a Ed y su pequeño y orgulloso trasero estaba arqueado hacia arriba como el de una chica, Ed trago saliva y sin levantar la cabeza murmuró suavemente.

-Si Al, si quiero... maldita sea.

-!Yo sabía!

Al tomó el miembro de Ed y lo colocó en su trasero, el rubio soltó un gemido de resistencia con los dientes apretados, pero Al no se detuvo, comenzó a clavarse el mismo en su hermano con mucha lentitud, no porque fuera doloroso, simplemente quería sentir poco a poco como se llenaba.

-Ohh Nii san!! Nii san!! te he extrañado tanto.

-Al- la voz de Edward se quebró.

Tenía recargada la frente en el hombro de Al, incapaz de verlo a los ojos, su pequeño hermano le tomó la barbilla con los dedos obligandolo a mirarlo, las lágrimas comenzaron a fluir .

-Porque lloras??

-Temo lastimarte de nuevo.

-No eres tu!! nunca fuiste tu!! yo elegí hacerlo!! decidí darme a ti antes y ahora.

Al silenciosamente se adueñó de la boca de Ed, cubriendo con sus labios los de su hermano para ya no dejarlo hablar, sin dejar de mirarlo a los ojos y besarle empezó a subir y a bajar por toda la extensión de Ed una, dos, tres veces, hasta que el placer le obligó dejar de besarlo para poder respirar.

Ed sentía que la silla iba a romperse en cualquier momento, o que él mismo iba a colapsar, Al lo había atrapado con su mirada, podía ver su fino rostro con una expresión de shock.

-De...detente Al, te estas...

-Claro que no!!! te amo Nii san!! ... y voy a enseñarte lo que he aprendido a hacer para ti.

-Ahhh!!! Ah!!!

Al había empezado a moverse con más intensidad, su cadera se movía de arriba a abajo y de manera circular, las doradas pupilas de Ed simplemente viraron hacia arriba, el cuello se le venció hacia atrás, su hermanito aprovechó para morderle el cuello.

-Ahhh!!

-Nii saaan!!! di que me amas!!- exigió Al aferrándose a la espalda de Ed mientras subía y bajaba.

-Ohh dem.. demonios Al...!!

-Dilo!!! Dilo me o iré para siempre!!

-Te.. te amo Al!! Al!!... ufff!!!- contestó Ed arqueando la cadera todo lo que la silla se lo permitía.

Ed se corrió nuevamente, esta vez dentro de Al, Al al sentirlo gritó fuerte, su joven voz de adolescente sonó casi tan aguda como la de una chica, también había llegado. Tuvo un estremecimiento y sin quitarse de Ed simplemente se dejó caer sobre su pecho jadeando.

-Soy lo peor que existe en el mundo- murmuró Ed recargando su frente en el pelo de Al.