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- Doctor ¡Lo perdemos!- Una enfermera desesperada corría junto al mencionado, quienes empujaban con rapidez una camilla totalmente llena de sangre.

Los ojos de la víctima apenas se abrían, podía ver a los enfermeros, que gritaban cosas sin sentido para el, los pitidos en sus oídos no lo dejaban escuchar.

El dolor era algo que no podía sentir a la perfección, pero era tan constante, que no demoró el momento del colapso, cayendo rendido en la camilla.

- ¿Está bien?

- Lo operación fue un éxito, aunque, algunas partes del cuerpo fueron removidas por la reciente gangrena que poseía.

- ¿P-puedo verlo?.

- Claro, pero tenga cuidado, apenas está estable.

Llegó a la habitación, su respiración era incordinada igual que el contrario; se acercó lentamente viendo con lástima a la persona que estaba en la cama, con un pulso tranquilo y durmiendo de la misma manera.

- Oh, Stuart, ¿Ahora que voy a hacer contigo?

Stuart odiaba con toda su alma usar muletas, hubiera preferido perder un brazo.

Se sentó en el sillón con cuidado, podiendo descansar.

- ¿Stuart eres tu?- Preguntó una chica a lo lejos.

- Si amor soy yo.

La chica se acercó a su pareja mirándolo con un sentimiento que ella jamás creyó haberlo sentido hacia el.

- Tenemos que hablar... Corazón- la última palabra la dijo con dificultad.

- ¿De que quieres hablar?- dijo Stuart con una sonrisa tonta, un sentimiento cruzó por la cabeza de la chica.

"Aparte de mocho, estúpido".

- ¡No lo soporto más!- dijo la muchacha parándose de su asiento- ¡Ya no te soporto más!

Stuart se asustó un poco, a los segubdos su expresión fue de tristeza mientras que la chica le gritaba y le gritaba cosas que el mismo Stuart no creía oír de parte de ella.

"Eres horrible"

"Desde que te vi en esa camilla, me pregunte que iba a hacer con este pedazo de mierda"

"Ya no te amo"

"Eres un asco, ni siquiera puedes servir tu propio vaso de agua"

La chica fue hasta su habitación, a las segundos salió de ella junto a una maleta que el peliazul dedujo que eran todas sus cosas.

"Iré a un lugar donde nunca jamás te vuelva a ver"

- Eso suena horrible.

- En su momento, pero ya lo superé.

Sus muletas estaban al lado de su asiento en su sillón.

Sintió unas manos coger las suyas, sacándolo de sus pensamientos.

- Ella no sabe lo que se pierde.

El contrario lo besó, con una ternura la cual a Stuart le encantaba, el era así siempre, eso hizo que se enamorará de el.

El contrario poso su mano en la parte en que le faltaba su pierna, acariciándola con ternura mientras lo besaba.

A murdoc le gustaba eso, le gustaba que a Stuart le faltará eso.

A murdoc le gustaba como lo hacía sentirse con tan solo mirarlo, eso hizo enamorarse de el.

Stuart se separó lentamente de su esposo, sonriendole con un amor tan puro que ni el mismo hubiera pensado sentir eso, desde que ella lo dejo.

Desde que dejó su parte y desde que dejó su vida fácil.

Se dio cuenta de que murdoc era su lo bonito en su mundo difícil.

Murdoc estaba igual, esa amputación lo volvía loco, igual que el mismo Stuart, desde que se conocieron, hasta que le propuso matrimonio.

Es más, el amor sigue y sigue.

Y no es amputado.



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Acromotofilia: atracción hacia personas con partes amputadas.

Sugerencia por: PeteThelman_South



Se me fue lo Hot.

He's My JesusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora