SPRING NIGHT © | SUGA - BTS.

CAPÍTULO CINCUENTA

POV Jimin

La verdad no podía, mi vida estaba hecha mierda, no podía permitir que Hoseok estuviera metido en todo ese desastre.

Lo amo, me di cuenta tarde pero lo amo. Muero por estar con él y día a día sentirme afortunado de tenerlo a mi lado, saber que soy la única persona que lo ha hecho sentir algo en su vida y que no hay ni habrá amor más puro que ese. Pero no puedo.

Se que esto le hace daño, al igual que a mí, solo espero que lo entienda y logre perdonarme.

— Jimin...

— Entiendeme J-Hope, no es fácil todo esto...

— Déjame intentarlo — Entreabro mis labios para hablar y él sigue sin dejarme — Déjame demostrártelo, salgamos de toda esa mierda juntos — Se acerca y rosa sus labios con los míos — Necesitas a alguien que esté para ti, Jimin. Que te conozca, que te cuide y ese puedo ser yo y lo sabes — Cierra sus ojos y yo imito su acción — Lo he hecho por aproximadamente dieciséis años.

La velocidad de mi corazón en este momento superaba fácilmente la de un carro de carreras. A su lado me sentía vulnerable y eso es lo que no puedo permitir, no en estos momentos.

Estaba asustado, totalmente aterrado, porque cualquier cosa podía pasar el domingo. Llevarles solo el dinero no iba a ser suficiente.

Pero a pesar de la vulnerabilidad que él me hacía sentir, solo a su lado podía sentirme totalmente seguro.

Mi miedo se basaba en cualquier cosa que podría pasar al final de la semana, se que me siguen, me vigilan y no me conviene que me vean con él en una relación.

Sin embargo, no podía dejar a un lado que de verdad tenía ganas de estar con él. Entonces, se me ocurrió algo mejor.

— El domingo te daré una respuesta, ¿sí? — Abro mis ojos y él me miraba con una sonrisa — Solo dama hasta ese día y te daré una respuesta.

Él asintió y sus ojos cristalizados más su hermosa sonrisa me hicieron sentirme como hace mucho no me sentía, en casa.

(...)

— Tiemblas más que mi vibrador en la última potencia — Le digo a Mary quien estaba en el medio de Hanna y yo mientras esperábamos por entrar a la consulta.

— Que linda comparación — Hanna ríe por lo bajo.

— Estoy nerviosa, no pensé que esto pasaría — Mary muerde sus uñas y yo le doy un leve golpecito en su mano para que no lo haga — ¡Aush! — Hace un puchero y doy un beso en su mejilla para luego seguir hablando — Al menos no pensé que pasaría tan rápido.

— Debieron cuidarse — Digo y ella me ve con cara de asco.

— ¿Condón? — "¿Por qué siempre creen que el condón es el único método anticonceptivo?"

— El condón resta placer — Hanna sonríe. "¡Perra!".

— Existen pastillas, condones para mujeres, inyecciones, aparatos, parches, ¡lean incultas! — Se ríen tan fuerte que todos voltean a vernos.

— Pero no me arrepiento, ¿Sabes? — Mary sonríe viendo hacia algún punto de la pared blanca que tenemos al frente — Es algo que comparto con el amor de mi vida, es nuestro, es el resultado de lo mucho que nos amamos.

Era verdad, era un símbolo de amor entre ella y su novio. Yo siempre quise tener hijos, adoptarlos y darles el amor y el cariño que se merecen esos pobres chiquillos abandonados en esos centros.

Soñaba con una familia grande, llena de niños que nos llenaran de felicidad, verlos crecer, guiarlos y después ser abuelo y ver los frutos de un gran trabajo como familia.