MIDNIGHT ROAD [Inseong x Dawon]

Capítulo 30

『 I N S E O N G 』

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Seguí al manager por los pasillos del hospital. Dawon se encontraba en un segundo bloque, por lo que tuvimos que recorrer casi todo el hospital hasta el otro extremo.

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Mi corazón latía a mil y casi se podría decir que estaba temblando. No podía creer que al fin vería a Dawon, aunque fuera solo a través de un cristal.

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— Por aquí — dijo el manager indicándome la entrada a la sección. Había un gran letrero dónde estaba escrito "Cuidados intensivos".

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Sabía exactamente lo que significaba eso, Dawon se encontraba en una situación muy delicada.

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La sección se dividía en varios pasillos con ventanas de cristal. Nos topamos con varias personas visitando a sus familiares. Algunos pacientes parecían estar realmente mal. 

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Un extraña sensación me recorrió el cuerpo y empecé a sentir miedo. Sin embargo, tenía que aguantarlo sea como sea. No podía volver a desmayarme ni tampoco causar una escena como la última vez, haciendo que me inyectaran algo para tranquilizarme.

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— Es aquí — dijo. En la pared había escrito "Habitación n.º 24"

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Me acerqué poco a poco a los cristales y miré hacia el interior de la habitación.

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Cuando vi el rostro de Dawon mis ojos se llenaron de lágrimas. Se encontraba tendido en una camilla conectado a varios aparatos. Sus ojos estaban cerrados y tenía un aparato colocado en su nariz, seguramente para poder facilitar más su respiración.

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Su cara estaba pálida y parecía estar más delgado.

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— ¿Qué parte de su cuerpo... salió dañada? — Pregunté.

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No sabía si quería oír esto, pero necesitaba saberlo.

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— Su hígado salió dañado y ha perdido bastante sangre. — dijo el manager. — También tiene varias otras heridas externas.

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Por un momento permanecí observándole. Ver como a pesar de su estado todos sus signos vitales parecían estables a través de las diferentes máquinas me tranquilizaba un poco. Los médicos estaban muy pendientes de él y a veces escribían y realizaban cosas que no entendía muy bien. Quería saber qué le estaban haciendo, y si no correría más peligro.

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— Inseong — empezó a decir el manager. — Dawon iba a ser operado el mismo día del accidente de su lesión de tobillo.

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Le miré sorprendido. — ¿Qué?

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— No quería decírtelo porque tenía miedo de que como reaccionarías. Tampoco se lo dijo a los demás, sólo a Youngbin — contestó.

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Una lágrima cayó por mi rostro.

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— Viendo todo lo que ha pasado después, entiendo de alguna manera porque lo hizo. Aunque desgraciadamente luego todo se complicó más —continúo diciendo. Al ver que no reaccionaba y seguía derramando lágrimas el manager se acercó a mi y me cogió del hombro para intentar consolarme.

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— Jaeyoon me contó que intentaste romper con él ese mismo día — le miré — Sé por qué lo hiciste; y no fue justamente porque ya no le querías más. — Mi llanto se hizo más fuerte. — El manager me abrazó. Seguí llorando sin poder contenerme más. No quería dejarlo con Dawon y aún así me obligué a hacerlo. Ni si quiera me dijo lo que pensaba él de todo esto, simplemente tomé la decisión por mi cuenta. Fue egoísta. ¿Pero qué más podía hacer en ese momento? Tenía miedo. Creía que lo mejor era dejarlo todo antes de que todo se complicara más. Que los chicos y el manager supieran lo nuestro no era un problema, ¿pero qué pasaría si fuera otra persona?, ¿qué pasaba si nuestras carreras se terminaban?, mi sueño y el de Dawon se irían por el desagüe. Y no quería que Dawon pasara por eso. 

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— No sabía que aquella conversación os pudiera afectar tanto. — dijo acariciándome el cabello. Había conseguido tranquilizarme un poco. — Tampoco quiero que os sintáis obligados a dejarlo. Sé que os queréis mucho. Es simplemente que... parte de esta sociedad aún no está preparada para ver este tipo de cosas. Ojalá a la gente le diera igual y dejara a los demás vivir tranquilamente, pero por desgracia hay gente a la que le gusta hacer daño. Sólo quería que fuerais conscientes de ello, porque no quiero que os pase nada malo. — dijo.

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Lo entendía. Sabía que las intenciones del manager no eran malas, pero todo lo que decía estaba en lo cierto. Era la cruda realidad. 

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— Pero quiero que sepas, Inseong — el manager me apartó e hizo que le mirara a los ojos — que si Dawon y tú decidís salir adelante con esto, os apoyaré completamente. Y haré todo lo que esté en mi mano para que, pase lo que pase, sufráis lo menos posible. ¿Está bien? 

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Asentí.

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Sabía exactamente lo que tenía que hacer ahora. Debía hablar con Dawon, ser sincero, aclarar las cosas y tomar una decisión. Pero eso ya vendrá en su debido momento. Primero Dawon debía recuperarse. Eso era lo más importante ahora mismo.

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Me sequé las lágrimas y antes de volver a la habitación me acerqué al cristal y susurré: 

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"Recuperate pronto, Dawon. Te quiero"

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