Tu soledad y amabilidad, es mi fortaleza así que compartamos el tiempo perfecto.
Recordaba eso, lo había vuelto a recordar, y no sabía cuánto tiempo volvería a pasar para volver a eso, no sabía cuánto dolor tendría que volver a pasar para exiliar su pecado, cuanto tiempo más les podría quedar a aquellos amantes?
Ella se arrastró como pudo, sosteniendo su pecho en todo momento, con el dolor recorriendola por completo, algo que la estaba consumiendo. Aún entre aquel montón de escombros, intento arrastrarse surcando maderas y lanzas todo para llegar a un solo objetivo, el.
Ella quería morir, lo deseaba más que vivir y poder correr a través de aquel libre cielo azul , pero a pesar de todo había algo más...algo simple para aquellos malditos. El poder morir pero junto a él, y caer en un sueño eterno.
Sabía que eso se encontraba en sus fantasías y anhelos, algo que carecía de sentido en aquel momento, al igual que la paz que alguna ves ellos soñaron, aunque aquello se encontraba en algún lejano recuerdo.
Fue algo que nadie nunca llegó a comprender, y algo que nadie comprenderia nunca. Nadie podría entender sus sentimientos y el gran amor que alguna ves se profesaron.
Los ojos le pesaban cada ves más, a pesar de que no pudo seguir avanzando, su destino era ese, donde ellos volvieran a encontrarse una vez mas. Ya lo sabía, sabía como acababa todo y ella sentía tanta impotencia de no poder hacer nada, volveria a suceder, y volvería a caer tan frágil como una flor la cual se encontraba cada ves más marchita y la cual sería llevada a otra vida como un diente de león abrazado por el viento de su destino a un nuevo mundo.
Estaba tiesa mientras el la abrazaba, tan frágil y débil se encontraba en aquel entonces, ella solo podía sentir el dolor. Aquel dolor que ellos sólo podían comprender, aquello con lo que vivirían si no eran fuertes. Eran débiles, la soledad era la que siempre presenciaba todo ante aquel escenario, se sentían en ese momento tan solos, mientras el la abrazaba y lloraba.
Recordaban la tragedia, una y otra ves, su llanto eran como cuchillos, los cuales podía sentir en su piel quemandola y haciendola sufrir de nuevo insaciablemente , su lenta muerta daría paso a una irá inminente.
Pero todo ya estaba marcado por el destino, la esperanza se la llevaría ella, esta vez.
No llores, nos volveremos a ver- susurró con una sonrisa mientras cerro los ojos para cerrar aquel escenario. Y dar paso a la catástrofe. Ella ya no podía soportarlo más.
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mentiras a medias
Romance"No solo es tener una voluntad fuerte, sino esperanza en estos pedazos rotos, que somos nosotros" Ally una arqueóloga con cierta particularidad rara, sumida en una expedición tendrá un encuentro con una persona un tanto extraña? Las ruinas con las...