Encuentros Sexuales

En el carro

Recuerdo muy bien este encuentro, fue el ultimo viernes del mes.
Salia como siempre de mis estudios cuando llegaste por mi.
No habiamos quedado en nada, no habiamos hablado de esto.
Este era nuestro primer encuentro, solo hablabamos por mensajes, nada aun en concreto sobre esto.
Me llevaste a casa en tu carro, ibamos platicando de todo y a la vez de nada.
Iba nerviosa lo confieso, tienes una voz y una mirada dominante y seductora. Entiendo porque estabas casado.
Ese no fue mi impedimento, estabamos tranquilos, hasta que decidiste parar y estacionarte.
Hablamos de temas sin importancia solo para matar el tiempo, hasta que te me acercaste y con esa voz tan excitante me susurraste:

-Me tienes excitado, me encanta tu boca como se mueve al momento de hablar, quiero comprar que tan buena es para mamar.
 
En ese momento senti un hormigueo en mi parte, estaba excitada, empece a sentir calor y mis mejillas enrojecer, me mirabas como cuando él lobo quería comerce a caperucita.
Me lambi los labios y no lo dude.
Acerque mi mano a tu bragueta y empezar a tocar por encima del pantalón.
Bajaste el ziper y salio a relucir tu pene. Que no es por presumir pero era de buen tamaño.
Te acercaste y susurraste:

-Ya vez como me tienes, esta duro por ti, necesita atención.

Baje mi boca hasta tocarlo, lo empece a succionar, lamber, besar y acariciar.
Tu estabas gimiendo mientras me tocabas mis nalgas.
Segui con mi labor de darle completa Atencion a tu pene.
Lo chupaba como una rica paleta de abajo hacia arriba y viceversa.
Lo besaba, lo lambia, lo acariciaba todo en diferente orden
Me hablaste y de tus labios salio un "Me voy a venir y quiero acabar en tu boca"
Sabia lo que significaba, empece a lamber con mas ritmo, no tardaste mucho cuando acabaste en mi boca.
De primero me supo ácido, salado. Despues ya no le encontre sabor, porque seguia chupando tu pene.
Termimaste en mi boca, y me confesaste que fue unos de los mejores "orales que tuviste"
Fue todo por esa noche, me dejaste en casa y regresaste con tu esposa.

Todo quedo en una promesa de volcer a repetir