Sola con el Asesino

#72

Por alguna razón, tú no estás enteramente convencida de que mudarse pueda ser una solución adecuada para los problemas psicológicos que te embargan, razón por la cual decides declinar gentilmente la oferta hecha por tus padres. Aun así, ellos insisten que si cambiases de parecer, ellos siempre estarán dispuestos a recibirte.

En los días siguientes, te esfuerzas por reanudar tu ciclo de actividades cotidianas, pero no lo consigues. Ya nada puede ser igual, después de haber vivido una experiencia tan cercana a la muerte. Sientes que ya ni siquiera eres capaz de poner un pie dentro de la misma oficina en la que solías trabajar sin que el pánico te invada. Tus compañeros de trabajo, tratando de ser gentiles contigo, te tratan de forma muy delicada, pero también distante, cosa que no hace sino aumentar tu sensación de hallarte sola y desvalida en medio del ambiente frío y atemorizante de la gran ciudad, sensación que se acrecienta durante la noche en la que tú te enteras a través de las noticias radiales acerca del hallazgo del cadáver de una nueva víctima del misterioso "asesino de la estrella roja", de quien no se había oído nada desde hacía varios meses: Los restos espantosamente descuartizados de un anciano acaban de ser encontrados por la policía en diferentes secciones de un viejo almacén abandonado...

Dios...tan solamente oír las palabras del locutor de radio describiendo con suma frialdad semejante hallazgo es más que suficiente para consternarte, obligándote a apagar dicho aparato al instante. Cierras un ojo, y un escalofrío recorre todo tu cuerpo mientras rememoras el terrible momento en que descubriste el cuerpo sin vida del conserje Martínez en la oficina, dando comienzo a tu pesadilla...Una pesadilla de la que tal parece que no puedes escapar del todo, por mucho que lo intentes.

Si decides mudarte de la ciudad e irte a vivir con tus padres tal como ellos te lo sugirieron, lee la parte #69.

Si decides intentar otra cosa, lee la parte #80.