Marcus Speed

Malos recuerdos

Marcus se despertó de madrugada, llevaba toda la noche teniendo pesadillas con la muerte de su padre. La mayoria eran los sucesos reales, pero otras eran pesadillas de verdad. Su padre recibía el disparo y le miraba a los ojos y le decía: me has decepcionado. En otra de las pesadillas, mientras Marcus huía con el coche, su padre aparecía en el asiento trasero y le decía: me has abandonado, cobarde. Decidió levantarse de la cama y se fue al baño a mojarse la cara con agua fría. Mientras se miraba al espejo, en su imaginación su reflejo le hablaba: Eres un cobarde, me das asco. Deberías pegarte un tiro y reunirte con él.

Salió del baño y se fue directo a la cocina. Cogió una botella de Whisky y comenzó a bebersela hasta acabarla. Al día siguiente despierta en la orilla de un lago del desierto. Lo único que recuerda es andar tropezándose en mitad de la carretera.

En otra parte del desierto, un policía encuentra un cadaver con dos disparos en la espalda, y a 10 metros un todoterreno estrellado.

Policía: ¿Qué demonios ha pasado aquí?

De pronto empieza a oír ruidos que vienen de dentro del coche. Saca su arma y comienza a acercarse despacio al vehículo. Lo rodea y va hacia el lado del copiloto, los ruidos suenan cada vez mas fuertes. El policía abre la puerta con miedo sin dejar de apuntar con su pistola, pero no ve nada. Mira por la ventanilla y en la parte de atrás ve a un mapache.

Policía: ¿Qué hace un mapache en mitad del desierto?

El policía saca su walkie-talkie.

Policía: Phil, deja de comer perritos calientes, tienes que venir aquí.

Policía 2: Mghm, voy.

Mientras tanto en la ciudad...

Simon: Escuchame David, vuestras riñas de niños me dan igual. Tenéis que conseguirme este coche.

David: Llama al gilipollas silencioso.

Simon: ¿Marcus? No me devuelve las llamadas. Tendrás que hacerlo con Clayton. ¡Oh mira, aquí viene! ¡Clayton, mi muchacho!

Clayton: Silencio, dime el encargo y ya.

Simon: ¡No me hables así! Si fueras mi hijo te rompería la cara muchacho maleducado... Tenéis que ir al barrio de los Ballers.

Clayton: Vale, pero iré solo.

David: Por mí genial.

Simon: ¡No! Es un trabajo para dos. El coche le pertenece a un pandillero que se cree el rey del mundo...

Clayton: Acabemos con esto.

Clayton y David se fueron sin dirigirse ni una palabra en todo el camino hasta llegar ahí.

Clayton: Deja de ir detrás de mí todo el rato mariquita, levantas sospechas.

David: Te cubro las espaldas, hijo puta...

Clayton: De eso nada. Mira, ese debe ser el coche.

David: Mierda hay 3 cabrones al lado fumando, ¿Crees que el coche es de uno de ellos?

Clayton: Averigüémoslo. Tendré que usar unas ganzuas para abrirlo, si rompo la ventanilla nos cascan aunque no sea su coche. Actúa normal, ponte en el lado derecho y espera a que te abra la puerta.

David: Dáte prisa, cabrón.

Clayton intentaba abrir el coche, notó que uno de los que estaban fumando le estaba mirando. El corazón empezó a latirle cada vez mas deprisa mientras abría el coche, tragó saliva y se subió, luego le abrió la puerta a David desde dentro.