CAPÍTULO 7

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“Ella”


Aun no lo puedo creer. Me escape de mi casa para ver al chico que me gusta. No me juzguen, estaba muy nerviosa, ay por Dios. Que alguien me pellizque si no es cierto.
Les voy a contar el porqué de mi fuga. Yo le escribí a Eze cuantas veces fueron necesarias, de verdad, le envié mensajes y llamadas a no dar más. Me estaba volviendo loca, no me contestaba mas, el celular no figuraba apagado, y me preocupé. Llame una vez más a su teléfono y me atendió su hermano, creo.
-¿Hola?
-Hola, si, emm… necesito saber, digo, quería saber si Eze está en su casa, porque no me contesta los mensajes, él… Él ¿Está bien?
-Si si, esta re bien, tranquila.
-Ah… bueno, emm… ¿se lo puede ir a ver?
-Si, obvio que lo podes venir a ver, pero… ¿No es muy tarde?, podes venir mañana, si quieres.
-No, emm, dígale… que… que yo… lo voy a ver en diez minutos, ¿Si?
-Claro, yo le digo ¿Tu nombre es...?
-Bueno, gracias, chau.
Entre en pánico, no sabía que decir.
Después de la llamada, inmediatamente fui a caja de maquillaje y me empecé a pintar la cara de negro, hasta cubrir todo lo necesario. Fui hasta mi ropero y tome toda la ropa negra que encontré y me la puse. Una vez lista, apague la luz de mi habitación, me acerque a la ventana, la abrí, mire a mi gata y le dije:
-Si te preguntan donde fui, tú… tú diles que fui al baño- quede pensando unos segundo-  tonta, los animales no hablan.
Miro el suelo que estaba muy lejos de mi alcance, creo que esto aparecerá en “mil maneras de morir”. Con mucho cuidado tire una mochila al suelo, la cual había llenado de comida y algunas cosas que pudiese necesitar, calcule la distancia, gracias matemática, y salte. Creo que me torcí el tobillo, pero no importa, todo sea por mi futuro esposo. Fui hasta la cochera y tome mi moto, salí con mucho cuidado, la encendí en la vereda y me fui hasta mi destino.
Cuando estaba en el barrio, en el cual vive Eze, empecé a mirar las casas, para así identificar la suya. Todas muy grandes y lujosas, mi casa a comparación de esta serian un pañuelo. De repente, veo una sombra muy conocida, mi sensor de “Eze está cerca” se activo y supe que era esa. Baje de la moto y pase con mucho cuidado por encima del portón, me caí muy fuerte.
“terminare con un yeso después de esto” pensé.
Calcule cual podía ser la ventana de su habitación. Me fui al patio trasero y vi que solo había una habitación con la luz prendida.
“Si no llega a ser esa… pues… terminaras en la cárcel por entrar en una propiedad”.
Sentí mi celular vibrar, no ahora. Era un mensaje de él.

●●●
Después de mi actuación de Romeo, fui hasta la puerta delantera de la casa. Demore un poco, ya que, alguien empezó a mirar para afuera.
Llegue justo a la puerta, justo antes de que me la cerrara en la cara. Le hable para que reaccione, creo que le impresiono verme con la cara toda pintada.
-Mamá, ella es Mey, hija de mi profesor, sobrina del director y mi amiga- me pongo de todos los colores que pueden existir, bendito maquillaje que escondió aquella vergüenza.
Su mamá me examino de pies a cabeza.
“Así es señora, estoy toda vestida de negro, me pinte la cara y si mi padre me descubre estaré castigada hasta mi egreso. Soy la ley, por ahora”
-Estas algo… negra- dijo después de haberme visto como veinte veces.
-Si es que… me gusta disfrazarme para venir a ver a mis amigos.
-Y que se supone que eres.
-Romeo- dice Eze con su hermosa sonrisa.
-in-te-re-san-te… creo.
Eze me noto incomoda y le dijo algo a su mamá que no pude entender y ella se fue.
-Quieres ir a lavarte la cara- dijo con un tono burlón.
-Si, por favor.
-El baño este  por este pasillo a la derecha, la puerta dice “baño”, no te perderás.
Me dirijo al baño y me meto muy rápidamente al encontrarlo. Me observo frente al espejo, me quito cuidadosamente el maquillaje y observo a mí alrededor.
El baño tenía azulejos blancos con flores, las toallas estaban perfectamente ordenadas por color, del más claro al oscuro, la cortina del baño tenía unas flores de muchos colores, el vidrio estaba demasiado limpio al igual que todo el baño. Era un baño digno de la mujer de esta casa.
Salgo rápidamente y me dirijo hasta donde estaba Eze. Lo veo sentado. Hasta en esa posición se ve bien.
-Mey… gracias por venir a verme, ah esta hora.
-D-de manda, digo… de nada felpes, Eze.
Lo miro y veo una gran sonrisa en esos labios, se toca el arritó que tiene ubicado en esa zona. Mueve la cabeza como si quisiera sacar una idea de su cabeza, vuelve a sonreír llevándose las manos a la cara y me mira.
-¿Cómo sabes donde vivo?
Quede paralitica alrededor de unos segundos y reaccione.
-Pos… Google ayuda mucho, ¿sabes?, una gran pagina la verdad.
-Una gran pagina- susurra- Y… me podrías decir como la gran página de Google te ayudo a saber mi dirección
-Claro, fue fácil…. Fue… emm… yo… puse tu número de teléfono.
-Ajam… y mágicamente Google te dijo”oie él vive aquí”
-Parecido… bueno no, en realidad le pregunté a uno de tus amigos, no te enojes, estaba aburrida y tú vives cerca…
-Mey, vivo en el otro lado de la ciudad a 10 kilómetros de tu casa o más.
-bueno… no me va bien en matemáticas.

Detrás de tus ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora