El regalo de que la vida puede cambiar en tan solo un segundo.
Me pongo a pensar, la vida es imprescindible, es inexplicable, es todo un misterio. Creo que en esta vida coincidimos por una causa, la vida no se equivoca, cada persona y cada momento que llega a nuestros corazones nos deja algo bueno, fíjate bien. Creo que hay tres palabras clave en este mundo que son la clave para darnos cuenta de esto.
AGRADECER
Agradece muchísimo, agradece cada detalle, cada momento. Aprende a valorar cada segundo de tu vida. Agradécele a tu cuerpo, a tu corazón, a tu mente y a tu alma y también dale gracias a la naturaleza, al sol, a la noche, a todos esos factores que hacen que nuestros momentos estén completos. Gracias a los que hacen música, a los artistas, a los que se expresan, a los que se esfuerzan por poner su granito de arena e incluso a los que con pequeños detalles hacen la diferencia.
Da gracias siempre que puedas, nunca está de más. Los agradecimientos sinceros siempre suelen sacarle una sonrisa a nuestra alma y al corazón de los demás. Agradécele también a los malos momentos, estos siempre nos dejan un aprendizaje nuevo, nos dejan lecciones y sobretodo nos dejan motivación y fortaleza. También a los malos sentimientos, y más que nada a las personas que te hacen daño. Gracias infinitas a todas las personas que nos han dañado, que nos han hecho sentir menos, que nos han hecho derramar lágrimas, que nos han roto el corazón y que nos han dicho que no podemos hacer algo; todas estas personas nos hacen fuertes, nos hacen talentosos, nos demuestran lo que en realidad valemos, nos hacen reflexionar y nos hacen crecer.
PERDONAR
Hay que perdonarnos principalmente a nosotros mismos por presionarnos demasiado, por hacernos daño, por no querernos de vez en cuando, y por no darnos el valor que merecemos. Hay que perdonar a los demás, a todos los que nos que nos han evitado crecer, a los que nos han hecho daño una y otra vez, a los egoístas, a los hipócritas y a los de malas intenciones. Cuando aprendemos a perdonar a las personas incluso cuando no nos piden perdón nos llenamos de amor, satisfacción y paz. A veces no entendemos porque perdonamos a ciertas personas, y no hay respuesta clara a esto, pero pensemos: ¿De qué nos sirve vivir con rencores? ¿En serio tenemos tiempo para el odio? ¿Y para el egoísmo? Así que hay que recordar que no hay que olvidar, más siempre perdonar.
AMAR
Con esto no me refiero solo al "amor de pareja". Me refiero al amor a todo lo existente. Nunca hay que arrepentirnos de entregar nuestro corazón, simplemente se trata "seguir a nuestro corazón con inteligencia". Hay que amar a nuestra familia, amigos y pareja, hay que amar sin barreras a los que son diferentes a nosotros, ámalos y aprende de ellos. Cuando aprendes a amar, aprendes muchísimo y te llenas de muchas cosas increíbles. Hay que amar sin esperar ser amado, y hay que enamorarnos de la vida con los ojos bien abiertos. Recuerda, el amor propio es de los amores más valiosos del mundo, cuando nos amamos, sabemos el amor que merecemos y podemos dar mucho más. Amarnos a nosotros mismos nos trae puros beneficios, especialmente el de poder amar a los demás, pero cuidado, hay una pequeña e importante línea entre le amor propio y el egoísmo, por eso repito: "amemos con los ojos abiertos".
Sin embargo, nada de esto es de ley. No hay códigos, se vale caerse de esta cuerda floja de vez en cuando. Se vale tener días malos, se vale llorar, e incluso los sentimientos malos se valen.
Vuelvo a lo mismo, cada día de nuestras vidas es impredecible. Así que dejemos ir para dejar llegar, no tengamos expectativas, fluyamos y vivamos al máximo de lunes a domingo.
