CAPITULO 2

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El amanecer estaba por llegar,  ya estaba listo para salir a entrenar

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El amanecer estaba por llegar,  ya estaba listo para salir a entrenar. hoy el escuadrón de caballeros especiales, cuidariamos el trayecto que tenía la familia real al reino vecino. estaría al frente guiando al escuadrón, por si surgía algún problema.  

El itinerario de hoy estaba un poco fuera de lo previsto. después de unas horas, el escuadrón se encomendó a  tomar su caballo y armadura, para la salida de la familia real. 

Iba al lado de la ventanilla del carruaje en donde se encontraba la princesa, después me puse al frente del escuadrón.  íbamos al reino vecino donde unificaríamos lazos. todo el reino de Deiranxe como de Angtenia estaban en suspenso, lo mejor era que nuestros reinos se unificaran y llegar al fin de las guerras. 

Nadie sabia ni tenia una idea de cómo podían unir los reinos, habían rumores, pero al final solo terminaban siendo simples rumores. Por mi parte, cualquier decisión que tomará el rey para unificar los dos reinos, no objetaria. estaba en deuda con él. 

El Rey fue un amigo cercano de mi padre, él  contribuyó al desarrollo de nuestras tierras.

Mi padre al morir, y sin nadie que pudiera estar a mi cuidado, el Rey me envió  a la  academia de Caballeros especiales,  para prepararme y ser un hombre que defendería al reino en el futuro.   

Aún recuerdo cuando no tenía una sola persona a la cual acudir cuando me castigaban en el calabozo de la academia por culpa de mis impulsos. El se encargaba de llegar a tardes horas de la noche a sacarme de ese frío y oscuro lugar. 

Mire al frente mientras despejaba mi cabeza, no era el momento para ponerse pensativo. 

Después de unas horas más, detuvimos la caballería , la familia real necesitaba un descanso. Richard mi mano derecha, inspeccionó el lugar antes de poder bajarnos de los caballos con tranquilidad. 

toque la puerta del carruaje tres veces y enseguida se abrió la puerta.  el cochero se acercó y puso las pequeñas escaleras desplegables, y fueron bajando uno a uno. 

Salude al Rey Macnus, a la Reina Ilana y a la Princesa Madeleyne. 

—Lance, veo que has crecido y madurado a través de los años. . . ya no buscas problemas como antes -Dio una sonora carcajada, mientras ponía su mano en mi hombro.- 

—Ciertamente mi Rey, agradezco lo generoso que ha sido conmigo. 

Dije mientras me inclinaba ante él. 

—Mainus estaría muy orgulloso de ti.

Guarde silencio y asentí.

—Es mejor que aprovechen y descansen un poco; pronto nos pondremos en marcha. 

Dije cuando una voz aguda me interrumpió.

—Lance.

Dirigí mi vista a la dueña de aquella voz tan conocida para mi.

PROTEGIENDO A LA PRINCESA °en proceso°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora