Capítulo 6

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Sonaba una extraña melodía de fondo cuando nuestra comida llegó a la mesa. Bajé la mirada para observar con detenimiento lo que estaba en el plato. Morgan había insistido en que deberíamos probar la comida hindú, pero yo no estaba muy seguro de que fuera buena idea.

Hacía casi dos meses que Morgan y yo habíamos estado saliendo. Aún no le poníamos nombre o encontrábamos una definición a lo nuestro, pero era muy bueno regresar a los viejos tiempos.

-¿Estás segura que eso se puede comer?- pregunté señalando su comida.

-Admito que luce un poco fuera de lo común, pero deberías darle una oportunidad-me dijo mientras guiñaba un ojo.

- De acuerdo, pero lo haremos al mismo tiempo-sonreí.

-Okey, a la cuenta de tres lo hacemos-hizo una breve pausa – Uno-.

-Dos-seguí.

Tres- ambos nos metimos a la boca un poco de arroz acompañado por una salsa con alguna clase de granos y pollo. Mastiqué y traté de saborearla, pero no pude, hice mi mayor esfuerzo por tratar de contenerla en mi boca pero fallé, así que la regresé al plato para segundos después ver que Morgan hacía lo mismo.

-Dios, esto está muy fuerte-dijo mientras bebía un poco de refresco.

-Te lo dije-me reí de sus gestos e intenté quitarme el mal sabor con un poco de agua.

- Prueba no superada-.

-¿Quieres que vayamos a otro lugar?- sugerí.

-Si por favor – me levanté y saque mi billetera para depositar un billete de 20 sobre la mesa para después tomar la mano de Morgan y salir del local.

- Conozco un lugar a unas pocas calles de aquí, es muy bonito-dijo.

- ¿La comida es normal?-pregunté.

-Muy normal-.

Dejamos el auto estacionado frente al local hindú y decidimos caminar hasta nuestro destino. Morgan se veía muy feliz y radiante, justo como la recordaba. Sonreí ante mis pensamientos.



**


No me gustaba ir a las cafeterías veía esos lugares más para las chicas, pero aquí estaba yo esperando a que nos tomaran la orden.

-Estaba pensando en meter solicitud en el hospital regional-soltó Morgan de repente. Bajé la mirada al menú por instinto y solté un largo suspiro.

Eso era que no me lo esperaba.

-No sabía que tenías planeado quedarte- dije sonando más rudo de lo que creí.

-Parece que no te agrada la idea Tyler-.

Observé detenidamente su rostro y me acomodé un poco más cerca de ella.

-Lo siento, solo que me tomó por sorpresa. Sabes perfectamente la razón-

-Tu papá- dijo ella.

-Sí, y se perfectamente lo que va a decirme porque tarde o temprano lo sabrá-.

-Oye no tiene que ser así –se acercó un poco más a la mesa para tomarme la mano- Tu padre tiene que entender que eso no es lo que te gusta- sonrío y con su otra mano me acarició la mejilla.

Fue entonces cuando la vi, en un rincón del lugar detrás de Morgan se encontraban esos ojos que me observaban con detenimiento, que a la vez parecían sorprendidos y curiosos. Cuando se percató que la estaba mirando desvió su mirada hacia otro lado. Mi primera reacción fue levantarme para ir hablar con ella pero me detuve al recordar que no estaba solo.

          

-¿Te pasa algo?- preguntó Morgan soltando mi mano.

-No, no es nada-respondí rápido y volví a mirar en dirección a Lisa para ver si volvía a captar su mirada pero ella se encontraba jugando con una cuchara mientras miraba fijamente su taza de café.

Agradecí cuando la mesera llegó a nuestra mesa porque no sabía que responderle a Morgan respecto a mi estado nervioso y distraído. Ni si quiera yo sabía porque estaba actuando así. Cuando nos trajeron nuestros pedidos yo aproveché cada momento de distracción de Morgan para mirar detrás de su espalda.

Mi mirada se encontraba con la de Lisa de vez en cuando y ella solo se mordía el labio inferior para después sonreír y volver su vista a su comida y su libro. Por acto reflejo yo imitaba su sonrisa y en dos ocasiones estuve a punto de guiñarle un ojo.

Morgan se encontraba en medio de una larga explicación acerca de cómo iba la relación de ella y su padre, y a la cual yo medio ponía atención mientras bebía de mi vaso de jugo. Trataba de asentir en los momentos adecuados, pero un grupo de chicas que se encontraban un poco más allá de nosotros reían tan fuerte que a veces me costaba escucharla bien.

-Prostituta- gritó alguien y todo el ruido quedó acallado por aquella palabra.

Cerré mis ojos porque mi instinto sabía para quien iba dirigida. Cuando volví abrirlos Morgan se encontraba girada en su silla y Lisa guardaba apresuradamente sus cosas en una mochila. Para cuando esta paso a lado de las chicas que hacían tanto ruido minutos antes ,todas soltaron una carcajada que hicieron que Lisa se encogiera y tratará de esconderse en la chamarra que llevaba puesta.

Mi primer impulso fue levantarme y tomar a lisa por los hombros cuando pasaba junto a nuestra mesa.

- ¿Estás bien?- pregunté tratando de encontrar su mirada.

-Déjame en paz- acto seguido se soltó de mi agarre y salió a toda prisa del lugar.

Cuando volví a sentarme vi como Morgan me observaba al tiempo que torcía la boca.

-¿La conoces?- preguntó en un tono serio.

- He hablado un par de veces con ella-

-¿Y ella es?-.

-Una persona- respondí.

-No te hagas el gracioso Tyler-.

-Es una conocida, más de Dax que mía –mentí- Solo trataba de ser amable-.

Tras unos largos minutos de sopesar mi respuesta, Morgan relajó su rostro mientras echaba nuevamente una mirada al grupo de chicas que habían insultado a Lisa.

-Se veía realmente mal, fueron muy groseras con ella-.

-Si-miré una vez más por el lugar por el cual se marchó Lisa y escuché como Morgan cambiaba el tema para seguir hablando de cosas banales.


Dejé a Morgan en su casa y luego de eso sabía exactamente lo que debía hacer. Ahora que me encontraba fuera del bar ya no me sentía tan seguro. Pero tenía que saber cómo se encontraba Lisa después de lo de esta tarde.

Me bajé de mi auto y me encaminé hacia la entrada del bar. Al entrar pude notar que no había mucho público ese día, punto a mi favor ya que me sería más sencillo encontrarla. Me acerqué a la barra y le pregunté al cantinero si la había visto pero este movió su cabeza en una negativa.

Decidí sentarme en la barra y pedir una cerveza. No sabía si tardaría en verla así que de vez en cuando respondía algunos mensajes o miraba a las chicas bailar en el escenario. Una hora después la vi hablando con el tipo que la había estado molestando la primera vez que nos conocimos. Bebí el último trago de mi cerveza y me encaminé hacia donde se encontraba, cuando se percató de mi presencia se puso tensa y no apartó la mirada de mí.

-Podemos hablar- le dije.

-No-respondió de inmediato.

-¿Que quiere este tipo Lisa?-.

-No tengo nada que hablar contigo- respondió mientras ignoraba al tipo y se daba media vuelta.

-Espera Lisa. Por favor – dije mientras la detenía sujetando su brazo.

-¡Oye imbécil suéltala! –gritó el imbécil aun lado de nosotros y la poca gente a nuestro alrededor comenzó a prestarnos atención.

-Tom cállate- vociferó Lisa e hizo una pausa para apuntarme con el dedo- Tú –agregó –sígueme-.

Solté su brazo y la seguí. Me llevó detrás del escenario a lo que suponía era el lugar donde se cambiaban y tras inspeccionar que el lugar se encontraba vacío me dejo pasar.

-Ahora me puedes explicar que haces aquí-.

Lisa me miró con una determinación que por un momento me hizo dudar de lo que iba a decir.

-Ya te dije, quería saber si estabas bien después de lo que pasó esta tarde - ella miró hacia otro lado para después quitarse la peluca que llevaba puesta.

-Sí estoy bien- contestó.

-¿Segura?- insistí.

-Ya te había dicho que hace tiempo ese tipo de comentarios dejaron de importarme-.

-¿Y es por eso que saliste corriendo del lugar?-la cuestioné.

Alzó su mirada para encontrarse con la mía mientras jugaba con la peluca que aún llevaba en las manos.

-No sé porque hice eso- susurró.

Me acerqué lentamente sin saber cuál sería su reacción, pero al ver que no se movía con cada paso que daba decidí seguir hasta quedar frente a ella. Aún con su altura yo lograba sacarle unos cuantos centímetros más. Me observó con detalle cada parte de mi rostro y cuando sus ojos se detuvieron unos segundos en mi boca el calor de mi cuerpo empezó aumentar con gran rapidez.

-Tenías miedo-afirmé y Lisa bajó la mirada a sus manos una vez más.

-Nunca he tenido miedo de lo que hago- me reprochó con un tono severo mientras se alejaba de mí. – Y mucho menos vergüenza-.

-Eso no fue lo que dije –.

-Lo sé, y será mejor que te vayas-hizo una breve pausa- No creo que sea bueno que tu novia sepa que estas aquí.

-¿Mi novia? – Pregunté confuso.

-La rubia-

-Morgan-susurré cuando entendí de quien hablaba. - Ella....- me quedé a media frase porque ni yo sabía que era ella de mí. No podía explicarle algo que ni yo podía comprender, lo mejor sería hacerle caso e irme.

No podía actuar por impulsos.

–De acuerdo me iré- Lisa asintió mientras se recargaba en una silla, me giré una vez más cuando llegué a la puerta. La miré de pies a cabeza y quise decirle tantas cosas pero me contuve por miedo a soltar cualquier estupidez.

-Adiós Tyler-dijo Lisa sin emitir sonido alguno.

-Adiós Lisa- abrí la puerta y me marché.

Lisa © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora