Capítulo 25

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Estamos en la habitación, en la que siempre me quedo es como si fuera mía, tiene algunas pertenencias propias y otras que Sarah y George me han obsequiado.

Joanne dormirá conmigo, la cama es suficientemente grande y cabemos las dos.

Le preste a Joanne una pijama y estamos acostadas escuchando los truenos.

-Esta cama es una maravilla, me encanta.

-Se duerme bien.

-Y ni que hablar del aire, esto es la gloria.

Joanne no ha parado de decir la maravilla que es la casa.

-Ya duérmete, mañana hay que ir temprano al Instituto. Tengo algunos outfit aquí, te puedo prestar algo y no vamos de aquí. ¿Te parece?

-Perfecto, no hay problema. No puedo creer que el mismo día que conocería a mi idola de la moda, también dormiría en su casa. -Susurra para si misma.

(...)

Abro mis ojos lentamente, ya amaneció, hay un hermoso sol allá afuera.

Puedo escuchar el motor de un auto.

Me levanto de la cama y observo por la ventana, a ver quien es.

Son dos autos.

Mis ojos se abren y una enorme O se transforma en mi boca.

Uno de ellos es el auto de Santiago, no puede ser.

Me tiro en la cama y comienzo a despertar a Joanne.

Está demasiado dormida.

-JOANNE DESPIERTA YA.

-¡¿Qué pasa?! Me estas asustando.

La tomo de la mano y la llevo a la ventana.

-Llego, ¿Qué hago?

-Primero respira y segundo ¿quiénes son esos?

Respiro profundo y suelto.

-¿Mejor?

-No, ellos son Sean y Danielle sus mejores amigos.

Santiago y sus amigos entraron en la casa.

Joanne se sentó en la cama y yo me adentre al baño.

Lave mis dientes y mi cara, me hice una coleta alta y salí de allí.

-Será que puedes bajar y traerme algo de comer, muero de hambre.

La miró con una ceja arqueada. Al caso se volvió loca.

Yo de aquí no salgo.

-Lo siento pero no podemos quedarnos aquí todo el día y si él no se va, ¿qué hacemos?

Cuando estaba por responderle a Joanne, la puerta se abre.

Nuestros rostros de susto, fueron desapareciendo cuando vimos a Juanita entrar.

-Buenos días señoritas.

-Buenos días señoritas, esto me gusta aún más. Dios, ¿Así se siente ser una princesita millonaria? -Murmuro Joanne pero pude escucharla.

-Buenos días, no sabes el susto que me acabas de dar. -Le digo abrazandola.

-Te conozco tanto niña Sam, sabía que no ibas a bajar. Además Sarah me lo advirtió antes de salir ¿Qué desean para desayunar?

-¡Sarah no se encuentra! -Digo alarmada.

-Está en el aeropuerto.

Lo había olvidado, mi padre llega hoy junto a George.

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