Prólogo

82 3 3
                                    

El despertador suena, otro día en el infierno empezó. Empujo las sabanas para liberarme y levantarme de la cama. Odio ir al colegio, no siempre fue así, solo cuando lo entendí empecé a odiar ir al colegio, no que estar en casa fuera mucho mejor. Las cosas se pusieron feas cuando empezó la secundaria, la adolescencia abiá empezado a cambiar mi cuerpo como lo de mis compañeros de curso. Y en la clase de gimnasia me di cuenta de cuánto las cosas abián cambiado. Los chicos eran más altos, más peludos, y con la voz que seguía subiendo y bajando, mientras las chicas...ellas era siempre más bonitas, el pecho estaba creciendo, eran más bajas de mi, yo era la más alta de la clase, su trasero también era más grande, su pelo más largo, su voz más suave, su olor más bueno, no eran peludas como los chicos, y su voz era un voz tan dulce para mis oídos, su cuerpo era algo que conocía bien, yo también lo tenía, pero lo miraba en un modo distinto, me gustaban sus pechos, su delicadez, su piel tan suave, me interesaban en un modo en el que ningún chico nunca me avía interesado, me atraían en un modo que me daba miedo, sentía las mariposas en el estómago, el corazón que latía muy rápido, siempre más rápido, empezaba a temblar mi voz, mi seguridad, no entendía nada, hasta que entendí que me pasaba. Mi hermana empezó su primera relación, mis padres no eran lo más feliz de el mundo, pero a ella no le importaba, quería estar con ese chico, le gustaba tanto, y un día me dijo lo que sentía cuando el estaba cerca: dolor en el estómago, el corazón que latía como si quisiera salirle de el pecho, en un segundo era una completa estúpida que no lograba decir tampoco una frase correcta, y cuando el no estaba pensaba siempre en el. Esto era exactamente lo que sentía yo, solo que servía cambiar "el" por "ella". Me di cuenta que las chicas me gustaban en un modo en el que los chicos jamás me ubieran gustado, y cuando lo entendí empezó el infierno. Nunca tuve novio, siempre tuve más amigos hombres que mujeres, las pocas que tenía me hablaban siempre de chicos que le interesaban, yo tuve que inventarme nombres, y cuando me mostraban fotos de chicos famosos sin camiseta tenía que finjir que me atraían. Algunos de mis amigos varones me se declararon y tuve que romperle el corazón, me inventé que estaba enamorada de otro, o que mis padres no me dejaban tener novio, en efectivo no eran propriamente mentiras, erano solo verdades a medias. Pero siempre qua iba adelante, empezaron las voces a mi alrededor, en el colegio se esparció la voz de que era lesbiana, obviamente desmentí todo, pero las voces seguían, y en un cierto momento paré de hacerle caso. Algunos que otros amigos se alejaron, otros se quedaron pensando que fueran solo voces. Y si una parte de mi odiaba esas voces, la otra sabía que eran verdad, y que era un modo para ser más yo, al menos ahí. Mi sexualidad en casa no era para nada un tema. Mis padres son super conservadores y parece que esto se singnifica homofóbicos, ahí no abián dudas, fingía de ser la hija perfecta, heterosexual y más interesada en el estudio que en lo chicos, a ellos le iba bien así​, y a mi me iba bien que ellos no supiesen la verdad. Mis hermanos pensaban que las​ voces en el colegio fueran solo voces, mi hermana había buscado de presentarme algunos chicos y hacerme lucir en un modo más femenino, mi hermano parecía super tranquilo y que nada le importara, parecía que si aunque le dijera que esas voces fueran ciertas no se enojaría, sino que estaría siempre allí por mi, y aunque no sabía si eso fuera verdad le estaba muy grata, y por esto si nunca lo hubiese tenido que decir a alien eso sería el.
Entro en la ducha para escapar de mis pensamientos, y mientras tanto pongo un poco de música, una canción que encontré el otro día, una cover de la canción "girls/girls/boys" de Pánic At The disco, que pero es de el punto de vista de la novia de la chica, y es muy linda, me hace siempre estar bien cada vez que la escucho, y además la cantante es muy buena. Termino de ducharme y me pongo a buscar que ponerme en el armario. Evito los vestidos demasiado femeninos que mi mamá se obstina a comprarme, no me gustan las cosas muy femeninas encima mío, por aclarar me encanta el rosa, es mi color favorito, pero no logro verme linda con un vestido ni con la cara llena de maquillaje, simplemente no era yo, parecía una máscara, una mentira más de las que ya eran parte de mi vida. Termino por ponerme una camiseta sin mangas muy deportiva, un pantalón corto de jeans, y una chaqueta también de jeans, mis zapatos viejos, grises y rotos, pero mis favoritos. Tono la mochila rosa con mis cuadernos y bajo. Mi madre está cocinando, mientras mi padre lee el periódico. Mi hermano está comiendo pancake, seguramente no el primero, y mi hermana está al celular, mis padres odian que lo haga a tabula, muy probablemente por esto lo hace. -Hayley siéntate​ y come algo, antes de que tu hermano termine todo- dice mi madre lanzando una mirada a mi hermano, que estira el brazo para tomar otro pancake. -No tengo mucha hambre mamá, voy directamente a la escuela, prefiero llegar antes para repetir- le digo. Desde que descubrí mi preferencia sexual estar en casa se ha vuelto siempre más complejo, odio mentir, pero estoy obligada. Mi madre me sonríe, orgullosa de mi. -Porque ustedes dos no toman un poco desde su hermana, siempre educada, y con tan buenas notas en el colegio- dice mi madre a mis hermano. Mi hermano baja la mirada en su plato avergonzado, mientras mi hermana se ríe -Porque prefiero tener una vida y malas notas, que buenas notas pero ninguna vida- mi madre la mira mal. Yo decido de salir antes de que empiezan a pelear. -Adiós- digo saliendo de la casa más velocemente que pueda. Camino con la música en los oídos, y en pocos pasos llegó a la escuela, hago un respiro profundo y entro en el patio de el colegio.

Gravel To Tempo Where stories live. Discover now