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Todos ellos entraron con miradas que no podían ser descritas, ya estaba bastante sorprendida para notarlas, y, a pesar de estar bastante iluminadas no se distinguían del resto.

Estaba triste y a la vez asustada. ¿Quiénes eran ellos? ¿Vendrían a ayudarme, o a raptarme? Tengo tanto miedo que siento que al cabo de unos minutos me desplomaría al suelo, desmayada.

Se acercaron lentamente hacia mi sala, temía por mi vida y de mi hogar, en ese caso ¿por qué no había limpiado el lugar? Distinguí a Twilight y a Spike casi al instante, quería hablarles, pero detrás de ellos había un semental bastante chaparro con un arma en su casco, sostenida por una clase de soga apretada a sus pezuñas. Daba pasos bastante lento y razos, parecía de alguna forma airado, portaba un gran sombrero negro que cubría mayormente su rostro, cosa que me asustó aun mas. Van al lado mío estaba mirando hacia otras posiciones bastante alejadas a la del pequeño grupo, como si quisiera ocultarse de alguien o de algo.

Me vio por un instante, era una mirada bastante melancólica, una mirada pre ocupadora, parecía conocerlos, no había ninguna duda. Seguía teniendo miedo, pero algo me hizo recordar al maniquí que me atormentaba, ¿dónde se habría ido? ¿Seguía en mi Boutique? No quería definitivamente pensar en ello, sentía como si algo me detuviera, imaginaba cosas que aparentemente no existían en la sala, como raros y curiosos resplandores de diferentes colores que bailaban entre sí, en una ilusión óptica bastante confusa y artadora, estaba perdiendo la cordura, muy pronto me desmallaría, sentía mis cascos temblar como si realmente hiciera frío, mis dientes también tiritaban, y trataba de ocultar cualquier rastro de miedo mío, no quería que los sementales delante de mí sospecharan de que estaba asustada, de esa forma parecía facilitarles el trabajo.

–Te lo dije, te lo había dicho, te dije que te hospedaras en algún hotel u otro lugar, pero te fuiste a mi contra, y por ello… lo pagarás. –Lo escuché de una voz bastante autoritaria, capaz de mandar a una mula a cruzar el río, incluso sentí mi cuerpo erizarse por el firme tono de voz que el semental poseía. Van no volteó, seguía mirando un punto fijo en la nada, ¿estaba igualmente asustado?

–¿Así que juegas de ese modo? Me encanta, pero no es suficiente para satisfacer mi codicia, necesito ese rubí. Y para hacerlo necesito traer al portador, en las buenas o en las malas.

Van se giró repentinamente hacia él, brutalmente le golpeó en la mejilla. Vi al semental chaparro caer por unos segundos al suelo, luego se volvió a erguir.

–¿Sólo has venido a robar? Me das lastima, sólo eso has de causar…

El semental le golpeó brutalmente en el cráneo, Van cayó por una ladera de mi sofá hasta impactar rigurosamente en el suelo.

Van gritó, al parecer algunas agujas le habían penetrado la espalda, el grito pareció expandirse a metros de mi Boutique, el semental chaparro ordenó a otro más alto a él que cerrara la puerta, y que si viniese alguien lo matara. El semental chaparro se acercó hacia Van, observando al suelo al tener cuidado de no pincharse.

–Una lástima Shield, me imagino lo mal que has de estar pasándolo detrás tuya, seguro las agujas que estaban en el suelo están danzando en tu espalda, una verdadera lástima.

Van se dio media vuelta, vi la gran cantidad de agujas en su espalda, probablemente dieciséis; fue una mala idea después de todo, se había llenado de alfileres en uno de sus cascos, lo que le produjo gemir de dolor, alrededor de éstos había bastantes siluetas moradas, como moretones. El semental enano soltó una leve carcajada.

Twilight estaba detrás de él, solamente observándome, con una mirada bastante escalofriante, estaba aterrada.

Vi a mi lado, estaban los tres espejos con los que usaba para el vestuario, vi algo reflejado en éstos, como si laguien caminara lentamente dentro de ellos, era una silueta con algún tipo de líquido que le caían a chorros. Levemente me abrí los ojos, la silueta comenzó a tener forma, era él, el maniquí. Estaba caminando de forma vertical hacia el semental chaparro, Twilight también lo notó, y quedo petrificada dando leves trancos hacia atrás.

Cuando su recorrido terminó ya estaba justo al lado del semental enano, con la misma respiración de antes, el semental lo notó. Se giró lentamente para ver de quien se trataba, se asombró, no tanto, era como si antes ya lo había visto. Se hizo rápidamente hacia atrás y levantó el casco con el arma sostenida. Disparó, la bala llegó directamente al hombro del ente, éste comenzó a sangrar frenéticamente, de la hendidura salía un increíble chorro de sangre lo noté al instante, quedé asombrada, no era de algodón como yo creía, sangraba, SANGRABA.

El semental chaparro volvió a disparar, el sonido me era insoportable, no podía aguantar un atronador disparo como ése. Me caí sobre el sofá, casi desmayada.

Van con sus dos cascos apenas lo veía arrastrarse hacia la salida, donde estaba el otro pony. El maniquí rellenado de sangre abrió la mandíbula, casi a una longitud para abrirle toda la media cara, le salieron ojos rojos en los dos laterales, a mitades de los orificios donde respiraba, le mordió el casco, de una zancada le partió el casco donde portaba el arma. Apenas pude apreciar el momento con mis ojos entrecerrados, la sangre caía como si se tratara de una fuente, el semental chaparro gritó histéricamente hasta caer al suelo, el otro pony mayor se acercó, cuando lo hizo el maniquí le rajó la mitad de la garganta, cayendo también al suelo sosteniéndose con los dos cascos su garganta, se giró y quedó boca arriba mientras las burbujas se le generaban en la hendidura del pony. Se escuchó un disparo aún más potente, Twilight ya no estaba en la sala, se produjo un resplandor fuerte y cerré los ojos.

Desperté, no estaba en la Boutique estaba en el hospital, en una camilla, me dolían fuertemente los oídos, escuchando una y otra vez pitidos. Entró un doctor, lo supe al distinguirle la capa blanca. El cuarto estaba bastante iluminado, instantáneamente supe que era de día. ¿Qué había pasado?

–Usted bella dama es afortunada, milagrosamente no quedó sorda, si escucha pitidos en éste instante es sólo porque le hemos hecho una prueba de sonido para cerciorarnos de que podía escuchar, la enfermera la atenderá en cuestión de minutos, no se preocupe, sé que fue una noche difícil, créame.

–¿A qué se refiere, ¿qué ha pasado?

–Una de sus amigas llamó cuanto antes a la policía, según ella logró hacer un conjuro para teletransportarse, uso eso a su favor. Había sólo un cadáver, o bien, fallecido, un semental bastante enano a juzgar de su edad, otro con heridas graves, y otro semental que desconocemos cómo es que sobrevivo, su amiga y el dragón están bastante sanos. Una potra de piel blanca preguntó por usted, está bastante preocupada, está esperándola saliendo de la habitación, no se preocupe, está totalmente sana. Es todo lo que me contaron. Cuídese y por favor no salga de la habitación hasta que se lo digamos.

Ya estaba por lo menos alegrada, mi hermana menor estaba bien, no sabré de dónde provenía el maniquí, y no pregunté por él, se lo preguntaré cuando regrese. Eso haré.



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