Kissing The Villain

Cap. 19: El Monólogo del Villano.

No puede ser.

Apoyado en una reposera estaba el hombre que me causó pesadillas durante meses.

Mikuo Hatsune.

—¿Acaso te ha comido la lengua el ratón?—Preguntó.

—¿¡Tú qué haces vivo!?

—Vine a proteger a mi hermana de hombres detestables como tú.

—Entonces deberías estar lejos de ella ¿No?

Él rió.

—Eres gracioso, hombre, si no tuviésemos temas encontrados te dejaría estar con mi hermana, pero lamentablemente los tenemos.

Mikuo hablaba relajado. Como si le diera lo mismo que estuviésemos ahí. Miku seguía apoyada en la baranda, al parecer no terminaba de entender lo que yo hacía ahí.

—¿Por qué trajiste a Miku a este lugar?

—Yo no la traje, ella vino sola.—Dijo, limpiándose los cargos.—Sabes, eso me hace muy feliz, pues he estado oculto por siete años, siete años sin casi mantener contacto con mi hermanita, siete años guardándole rencor a aquel chico que hirió y rechazó a mi pequeña Miku.

Él se levantó amenazante.

Di un paso para atrás.

—Luka, ten cuidado, esto podría ser riesgoso.—Advertí. Pero sentí un dolor punzante en mi nuca.

Caí al suelo, lo último que recuerdo fueron unas palabras.

—¡Mikuo-Kun, lo logré!

—Te felicito, mi querida Luka.—Habló Mikuo, para después besar a la pelirrosa.

Traidora.

(...)

Desperté.

Tenía los brazos atados a una silla, aunque quisiera, no podía moverme.

—Hasta que despiertas, Len.—Dijo Mikuo.

Recordé todo lo ocurrido.

—¡Miku! ¿Dónde está ella, desgraciado?

—Tranquilo, rubio, ella está en su habitación descansando. Tu llegada la puso algo nerviosa.

Me di cuenta de que Luka estaba sentada en sus piernas, sus gruesas gafas habían desaparecido, al igual que sus desordenadas trenzas.

Ya no parecía la tímida modista que conocí, parecía una peligrosa mujer.

—¿Así que fuiste tú la verdadera traidora?—Le cuestioné.

—No me digas así, Len-Kun.—Dijo, y bajó la mirada.—Ustedes fueron los estúpidos que creyeron en mi personaje.—Sus ojos se burlaban de mí.—Unos cuantos meses juntos y ya pusieron en mis manos su vida. No creí que los seres humanos fuesemos tan necesitados.

Fruncí el ceño e intenté soltar mis ataduras, fue imposible.

—Por favor no intentes liberarte, sería muy doloroso y no quiero que quedes inconsciente. Así no podré explicarte mi genial proyecto que lleva siete años siendo realizado.

No le hice caso.

Luka se paró y me dio una cachetada.

—Gracias, dulzura.—Mikuo preparó su voz.—Desde pequeña Miku quiso ser una estrella de Hollywood, yo fui el único que se tomó en serio sus palabras, así que la apoyé en todo momento, e inclusive fui yo quien le consiguió el papel en "World is Mine".