Prólogo

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El espejo del alma le devolvió su reflejo, pudo ver como todos sus demonios internos se arremolinaban y creaban a un gran lobo demoníaco, pudo sentir la irá que había reprimido durante tanto tiempo, el miedo que había corrido a su lado durante todas sus batallas...al final del camino, toda la sangre que había derramado para unificar el reino bajo un mismo estandarte le habían convertido en aquello que había jurado destruir.
"Tus manos están manchadas de sangre, de más de la que cualquier ser humano podría sosportar"
"La tenue luz que te ha guiado hasta aquí está por extinguirse...al fin podrás ser uno con la oscuridad"
"Desde el principio de tu viaje sabías que solo habría dos finales posibles, no has muerto y eso descarta que puedas ir en paz, que haya un final feliz...sabías que después de acabar con todo el mal, tu ocuparías su lugar...con el tiempo te has ido corrompiendo y...yo solo esperaba este momento. Justo cuando estabas por lograrlo alguien avivó el odio que hay en ti, alguien a quien juraste lealtad te sacrificó como a un peón cualquiera...ello ha conseguido que me materealice ante ti."
El caballero cayó de rodillas sintiendo el peso del mundo sobre sus hombros, como los susurros de la bestia penetraban en lo más profundo de su corazón marchito, el recuerdo de una voz lejana le hizo estremecer.
"Cuando la guerra acabe volverás victorioso a mi lado"
El respondio con una mentira.
- Lo haré pues vos sois mi señora y un caballero a de cumplir sus promesas.
El grito de odio ahogado acabo por silenciar al demonio, en el fragor de la última batalla de los hombre por liberar el mundo de la oscuridad, el paladín que lo había hecho posible y había sido traicionado por los hombres del rey, asesinado por una lluvia de flechas que le sorprendió por la espalda resonó, los vitoreos de por el rey cesaron y el espejo del alma se rompió en mil pedazos, el aullido de un lobo enfurecido resonó en el campo de batalla. El caballero de brillante armadura, con las flechas clavadas por la espalda y que había quedado de rodillas mirando la nada se puso en pie de manera poco natural. La sangre roja que cubria la armadura plateada, que había impregnado su capa, había pasado a ser azabache como el cielo sin luna, como la mismísima oscuridad de la noche.
La segunda oleada fallo, la espada se movía de una forma antinatural desviando las flechas, el grito de terror de los hombres al ver como, tras el héroe, al que habían sacrificado por orden real, para evitar que tuviese un retorno honorable y pudiese poner en peligro la línea sucesoria del reino al que había protegido y llevado hacia la victoria. La imagen de un lobo gigante distorsionado por la oscuridad, por el odio, por la culpa, por el mismísimo mal tomaba forma y ayudaba al Caballero de negra armadura a estar en pie.
-Jure volver...prometí que traería la paz...lo sacrifique todo...por el reino, por el pueblo, por la corona...y este ha sido mi pago...vuestro agradecimiento es la traición...sentenciarme a muerte...combati en el bando equivocado ya lo veo...mi destino se ha entrelazado con el mal que jure destruir...me he visto forzado a convertirme en todo lo que jure destruir...es irónico.
La voz quebrada por el dolor, fue ganando fuerza por el odio que lo consumía. El lobo volvió a aullar al mismo tiempo que su espada cambiaba de forma, su armadura se agrietaba y se transformaba en algo oscuro, algo maldito, algo que traería pesadilla a los supervivientes de aquella masacre, así comenzaba, la historia del caballero del lobo negro. Los muertos, se levantaron alrededor del caballero, inclinandose ante él.
El caballero negro monto sobre el lobo, el ruido de las espadas golpeando los escudos destrozados, al unísono hizo que el ejército real formará nuevamente preparándose para la carga, habían ganado una guerra, para que un acto de traición iniciará una mucho peor, está batalla pasaría a ser la más cruel y sangrienta que jamás había vivido la edad de los hombres.

Crimsom HeartWhere stories live. Discover now