Adán me sonrió y quiso saludarme de mejilla pero Duay me acercó más a él, entonces Adán lo miró cambiando por completo su expresión a una seria.
—¿Qué haces aquí? —le pregunto ignorando la mirada que le daba a Duay e ignorando que el nombrado me estaba abrazando de lado por la cintura muy cerca de él.
—Vine con mi primo Luis, no sabía que esta era tu casa, bueno... Nunca me invitaste.
—Sí lo hice pero recuerda que todos preferían ir a casa de Mandy —Adán se sonrojo y rascó su ceja.
—Bueno este...
—Como sea, Duay, te presento a Adán, él... Él estudiaba conmigo en el liceo —dije no queriendo decir que era un falso amigo. Duay sonrió y extendió su mano, Adán la aceptó serio.
—Hola.
—Hola. Y no solo estudiaba contigo, Mel —dijo Adán mirándome confundido—. Era tu amigo, éramos mejores amigos.
—Sí, yo llegué a pensar lo mismo pero me di cuenta de que no. Ahora si me disculpas no quiero hablar sobre el pasado, quiero ir a escuchar a los chicos de Siluetas.
Duay me tomó de la mano y me alejó aunque no hacía falta pues yo misma me iba a alejar. Me extrañó un poco la actitud de Duay pero lo dejé pasar.
Durante la reunión Adán no se me acercó porque Duay estaba pegado a mí hasta que me dijo que debía ir al baño, le señalé el de mi cuarto porque el otro estaba ocupado. Entonces fue ahí que Adán se me acercó.
—¿Podemos hablar a solas un momento? —miro a mi alrededor y noto que todos están en lo suyo: bebiendo en el caso de Víctor, Samuel, Erick (un amigo de mi hermano) Sofía y Diana (otras amigas de mi hermano o de Ned) la verdad es que no las trato mucho. Los demás solo bebía refresco, tocaban un instrumento (En el caso de Ricardo) y comían las chucherías que estaban en la mesa. Caín se olvidó de mi existencia desde que Duay llegó. Asentí resignada, de todas maneras Duay llegaría en cualquier momento... Aunque con su cara creo que no solo hará del 1 sino del 2.
—Entonces... ¿Estás saliendo con él? —frunzo el ceño.
—¿Eso es lo que querías hablar?
—No exactamente pero es que estuviste todo el rato con él y cuando te iba a saludar bien, él te alejó.
Me encojo de hombros.
—No es tu problema de todas maneras —él se acerca a mí pasando su lengua por su labio inferior.
—Tengo que confesarte algunas cosas pero no tengo la menor idea de por qué me tratas tan mal de un tiempo para acá. Más específicamente desde que terminamos las clases, ¿Podemos ir afuera? Hay mucho ruido aquí y no me concentro —ruedo los ojos, le hago señas para salir a la parte trasera de la casa, cuando llegamos me cruzo de brazos y lo miro algo desafiante. No me convencerá con cualquier cosa que me diga. Él me miraba con fingida ternura y casi me río en su cara.
—Entonces cuenta.
—Yo... Bueno lo que trato de decirte es que en un tiempo me gustaste mucho, Mel —enarco una ceja, no le creo—. ¡De verdad! —rio y se acercó a mí—. Es que pasa que tú nunca entendías mis indirectas y entonces me rendí.
—Vaya qué genio.
—No seas tonta, Mel —me sonríe—. Sabes que siempre estuve a tu lado y te halagaba mucho.
—Y lo hiciste para poder estar más cerca de Mandy —él hace una mueca.
—Mandy me gustó después de ti pero yo no quise. Al principio solo lo hacía para darte celos y luego... Me empezó a gustar de verdad. ¡Pero ya no más!
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Sombría Embelesada
Teen Fiction"Observa detalladamente la belleza de la sombra..." ¿Quién se podría enamorar de Melanie cuando Mandy existía? •••Portada hecha en Picrew con el diseño de DJARN.•••