The Fucking Queen

Robbin

No podía creer lo que estaba viendo. Robbin estaba ahí, de pie frente a mi en medio de toda esta locura.

—¿Robbin?

Lentamente se da la vuelta buscando a quien dice su nombre. Sus ojos topan con los mios.

—June. —Me mira de arriba a abajo. Sonríe y abre sus brazos. — ¿Estás esperando algo para saludar a tu mejor... Que digo mejor, tu único amigo?

No espero más y me lanzo a sus brazos. Me recibe y tensa sus brazos a mi alrededor. Puedo sentir su pecho sacudirse por la risa. Mis piernas rodean su cintura.

—Te extrañé mucho, tonto. —Me separo un poco él para verlo a los ojos. —¿Porqué no me habías visitado antes? —Le reprocho.

—No te he venido a visitar. —Dice con una sonrisa.

¿Qué?

Mi seño fruncido y confusión causan otra sonrisa por parte de Robbin.

—Me vine a inscribir. —Presume.

Casi me caigo de sus brazos y me doy de sentón.

—Cabrón, no juegues con mis sentimientos.

—No juego con tus sentimientos. Es en serio. Voy a entrar.

Mierda.

—¿Qué hiciste? —Me pregunta entrecerrando los ojos.

—Nada. —Respondo al instante.

—June...

Suelto una sonrisilla culpable de perdón. Me mira con una ceja alzada.

—Tal vez no saben mi nombre. —Mi voz sale pausada.

—¿Y qué nombre tienes aquí? —Pregunta al tiempo que suspira.

—¿Robbin?

—¿Si? —Malinterpreta mis palabras.

No digo nada hasta que entienda lo que le quiero decir. Pero es más tonto de lo que recuerdo y le toma unos minutos darse cuenta.

—¡Me robaste el nombre! —Grita escandalizado.

—Shhhh. —Lo callo, alguien le va a escuchar.

—Me siento sin identidad. —Bromea. —¿Quién soy?

—Callate, tonto. —le golpeo la cabeza.

Se toma la cabeza con las manos y exclama.
—Au. Dolió, no has perdido tu golpe.

—Solo fue un...

—¿Cariñito? —Termina por mi.

Me bajo de él y nos quedamos callados. Hasta que llega la misma vieja de hace rato.

—Señor, O'mall, le sugiero me acompañe para enseñarle las instalaciones...

—No hace falta. —Me apresuro a decir. —Yo lo llevaré.

Me mira con deseño, le arruiné el viaje gratis con un chico guapo. No voy a mentir, mi amigo es bastante guapo.

—Como quiera el joven O'mall. —Lo mira coqueta. Que asco, bien podría ser su abuela.

—Gracias, señorita, —Sonríe la vieja con 'gracia' y baja la cabeza como apenada. —Pero iré con ella.

Levanta la cabeza tan rápido que me da miedo que se le pase y su cabeza ruede en el suelo.

Me mira de nuevo con repugnancia y se marcha a su escritorio. Nos sigue viendo con una mirada atenta. Robbin se acerca a susurrarme.

—Creo que esta noche me va a violar.