¿Música triste? Si, por favor.
No, mentira.
Siga leyendo.
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-Hola, Tía May.-Sonrió sentándose a su lado en el sillón.
-Peter, es bueno saber que no te haz olvidado de tu tía aún.
Bufó.-Te vengo a visitar cada semana.
-Sólo un día.-May sonrió.-¿No entiendes que necesito ver a mi sobrino favorito?
-Soy tu único sobrino, tía.
-Lo sé.-Ella se rió.-¿Cómo estás? Aparte de pasártela en el hospital herido.-La miró sorprendido. ¿Cómo se había enterado de eso?-El Señor Stark. Le pedí que me mantuviera informada sobre tus cosas.
Asintió.-Todo está bien.
May elevó una ceja.-No lo creo.
Negó.-Extraño a Wade. Han pasado dos meses desde que terminamos o de que él terminó conmigo y yo sólo... no sé como no he ido a rogarle que vuelva conmigo. Por eso me la paso en misiones, así no pienso tanto en él, pero a veces no puedo evitarlo.
-¿Por qué no hablas con él? Una conversación civilizada y no esos estúpidos gritos o esos momentos donde se ponen a criticarse mutuamente, sólo conversen. Si se aman tanto encontraran una manera de resolver todo y de volver a estar juntos.-May besó su frente.-Eres un chico listo, cariño. Sé que podrás encontrar una solución a esto, sólo no te pienses tanto en lo malo de la relación, todas las relaciones pasan por momentos malos, pero si crees que lo vale, intenta de nuevo estar con Wade.
La abrazó con fuerza.-Gracias. Creo que necesitaba tanto un consejo tuyo, Tía.
May se rió.-No sólo me tienes a mí. A tu alrededor hay muchas personas que siempre estarán contigo, Peter, cuentas con ellas y conmigo.
Sonrió.-Lo sé.-Se separó de su tía.-Entonces, ¿Te parece salir a comer afuera? Yo pago.
-¿De donde sacas dinero?
-Tengo una tarjeta.-Sonrió.-Vamos.-Se levantó del sillón y comenzó a ir a la puerta sintiendo a su tía a unos pasos detrás de él.
Saltó cuando la puerta de la casa cayó al suelo. ¿Qué demoni...Soló oyó el sonido de una arma dispararse y luego el sonido de alguien cayendo detrás deél.
Le costaba procesar lo que pasaba frente a él.-Al fin te encuentro.-Pestañeó viendo al hombre frente a él.-Tú serás quien me ayude a hacer que Wilson venga a mí.-¿Qué? ¿Wilson?-Ese idiota no podrá negarse más a hacer ese trabajo si te tengo a ti. Eres su punto débil, lo sé.
-¿De qué estás hablando?-Preguntó cuando le salió la voz.-Yo...
-Wade Wilson, de él hablo. Le pedí un trabajo, pero no ha aceptado y necesito que lo haga.-El hombre se rió.-Y por lo que he investigado, tú eres importante para él.
-Yo no nada suyo.-Gritó enojado.-Vete a la mierda.-Lo apuntó.-Vete de mi casa ahora.
-Eres gracioso. Creyendo que tienes otra opción de venir conmigo.-Odió esa sonrisa.-Chicos, llévenlo al auto.
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Estaba en medio de dos de hombres, ayudantes del que mató a su tía.
Su tía.
Muerta.
Lo que ultimó que vio antes de que lo sacaran de la casa, fue a su tía en el suelo con una bala en la frente. Si, no iba a olvidar esa imagen en mucho tiempo. Demoró demasiado en olvidar la de su tío Ben muriendo frente a él.