Capítulo XXIII

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—¿Ho-hola?— preguntó en voz alta la castaña clara. Y fue respondido. Respiraron un poco aliviadas las tres chicas, mientras que de a poco la luz tenue se iba encendiendo de nuevo.

Todo era un lío allí; almohadas por todos lados, todos abrazados en grupos y pálidos. _____ se incorporó temblando un poco mientras veía en todas las direcciones. No estaba Free. Como lo sabía, él estaba en medio de esto. Si eso era un juego o broma, de igual manera se llegaría a asustar la muchacha. Pero quizás no lo llegaba a ver mientras que todos estaban amontonados entre sí.

—¿Y Free?— preguntó un poco preocupada.

—Como busca a su novio— dijo burlón Stan mientras que algunos reían de ello.

Ella rodó los ojos un poco fastidiada —En serio, ¿En dónde está? ¿Acaso es el único que falta?

Todos asintieron. Entonces se puso pensativa.

De uno de los pasillos, se escuchaba un ruido, la voz de un pequeño niño o niña que estaba llamando a alguien. Todos vieron asustados hacia esa dirección mientras que la castaña clara aún no se percata a de eso..

—__-_____...— la llamó Rantaro tartamudeando por el miedo.

Ella volteó a verlo —Dime Audaz...

—¿Podrías ir a ver qué es lo de allá?— señaló tembloroso en dirección a ese pasillo.

La muchacha volteó a ver el lugar señalado con miedo, y sentía la voz de una niña. Buscó a Honey con la mirada y ella aún estaba abrazada a su hermana, mientras que veían al mismo lugar, que todos, con terror. Tragó saliva y comenzó a dar paso por paso. Pero se detuvo a dos metros de sus amigos y volteó su cabeza a verlos.

—¡U-ustedes son los hombres aquí! ¡Acompañenme gallinas!— les dijo.

El peliazul y el rubio negaron mientras que abrazaban a Kitt que estaba igual que el resto. Silas suspiró pesadamente mientras que se incorporaba a ir a ver también.

—No seas tú la gallina y vamos— la tomó de la mano para jalarla para que fuese con él. El peliverde tenía el ceño fruncido, pero tenía miedo a lo que se iba a encontrar allí, eso lo asociaba con la historia de la muchacha.

Antes de que llegarán al comienzo del pasillo, se les fue arrojado, desde este, una muñeca. Eso provocó que el chico retrocediera unos pasos y la chica pegará un corto grito mientras agarraba con fuerza la mano del blader.

Las luces comenzaron a fallar. Todos gritaban alterados mientras se levantaban y comenzaba a correr. Silas retrocedió de allí mientras que la chica se quedaba viendo la muñeca atentamente con miedo. Los miembros de BC Sol habían salido corriendo por distintos pasillos hacia el gimnasio, la cafetería y a sus habitaciones, pero las puertas de estos lugares estaban con llave.

Mientras que todos se hallaban lejos del salón principal, gritando, corriendo e intentando esconderse por los pasillos, _____ aún se encontraba en el mismo lugar viendo a la muñeca. La luz tenue se mantuvo prendida unos momentos. La chica alzó la mirada viendo hacia todos lados y estaba sola. Como ella alguna vez lo había predicho, si estaba en una casa de terror ella sería la presa fácil. Entonces comenzó a correr por el pasillo de donde había salido la muñeca, evitando esta, y tanteando un poco con la pared así no caerse.

Se detuvo en un cruce de pasillos mientras sentía que era agarrada de la cintura y le colocaban una mano en su boca a si reprimía el grito.

—Tranquila... Soy yo... Te dije que te cuidaría— el aliento de Free chocó con la piel de _____ haciendo que esta se erizara y se pusiera nerviosa.

Le destapó la boca mientras que aún la tenía de la cintura. Le susurró un "ven" para que comenzará a seguirlo de cerca.

—¿Q-qué está sucediendo?— le preguntó aún sintiendo su corazón a mil.

—Es solo la tradición de BC Sol asustar a todos en la primera pijamada...— le informó mientras que se agachaba a tomar una almohada y luego dirigirse a un pasillo a oscuras.

Le indicó que no hiciera ruido, y ella asintió. Tomó la almohada con ambas de sus manos mientras esperaba que alguien pasará por allí. Y esos eran Rantaro, Valt y Kitt. Los tres estaban mirando hacia atrás y hacia delante con temor de cualquier cosa. Entonces el rubio les arrojó la almohada, haciendo que estos gritaran del miedo. Tomó de la mano a _____ mientras se la llevaba corriendo, junto con él, a otro lado así no los descubrían.

La chica intentaba aguantar la risa por lo sucedido, hasta que llegaron al otro extremo. Esta vez, el blader tomó un palo que llevaba en un bolsillo. Lo sacó y lo arrojó mientras que por allí pasaban Stan, Rickson, Ivan y Silas. Y, mientras se alejaban, se escuchaba el grito de los cuatro del susto.

Free los condujo a su cuarto así se escondían allí, y cerró la puerta así nadie se daba cuenta de que ellos estaban en ese lugar. El muchacho reía tranquilamente con los ojos cerrados por lo que había hecho, mientras que la chica aún no creía lo que estaba pasando con una sonrisa congelada en su rostro. El rubio lo notó y se acercó a ella mientas pasaba uno de sus cabellos por detrás de sus orejas

—E-es linda tu risa... Deberías reír más a menudo— le recomendó tímidamente la castaña clara mientras sentía que se sonrojaba.

—Tú tienes una sonrisa hermosa... Nunca dejes de sonreír— dijo mientras pegaba sus frentes con una sonrisa, sin dejar de verla a los ojos.

El corazón de la muchacha no dejaba de latir de una manera rápida, sintiéndose nerviosa, más que antes. El rubio pensaba en intentar besarla, pero temía que ella se fuera corriendo dejándolo nuevamente sólo como esa vez. Así que decidió seguir contemplandola con la luz de la luna que entraba por la ventana de su dormitorio.

UN MISMO SENTIMIENTO |Free de la Hoya y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora