Ryan se había quedado quieto mientras Tiffany hablaba sin parar, el la observaba con detenimiento, sin embargo ella nota que algo no anda bien.
- ¡ey! - exclama ella chasqueando los dedos - ¡Ryan! ¿Estas ahí?
- ¿donde ocurrió el accidente? - pregunta apenas sin moverse.
- oye, ¿me has estado escuchando? Llevo diez minutos hablando sin parar y ¿solo me preguntas eso?
- por favor - la mira serio - es importante - y ella reconoce en los ojos del chico que algo no andaba bien.
- fue en la salida 54 de la carretera de Wilmington.
En ese mismo momento una invasion de imágenes fugases llenaron la cabeza del chico.
- ¿en que número de habitación estoy? - le pregunta y ella lo mira desconcertada.
- en la cuatro...
- ... cientos ocho - acaba de responder el chico.
- ¿ya lo habías visto?
- si - responde perplejo - ya había estado aquí.
- ¿en esta habitación? Ryan, no me dijiste que hubiese nadie de tu familia aquí ...
- ahora lo entiendo todo - puntuó después de un rato pensativo - todo lo que vi, todo eso que paso, esos sueños extraños, la sangre en el suelo, las ambulancias, la poli, el número de la habitación, ahora todo tiene sentido...
- me estás asustando, ¿de que estás hablando?
- ¿puedo confiar en ti ? - le pregunta repentinamente mientras se queda serio mirándola.
- ¿es que acaso te he demostrado lo contrario?
En aquel justo momento antes de que Ryan empezara hablar la madre interrumpe en la sala.
- tengo buenas noticias - menciona sonriente - si todo sale bien mañana te dan el alta - parece emocionada.
- ¿el alta ya? - el no lo parecía tanto.
- ¿no te alegra? Llevas más de cuatro meses aquí, Dios mío me parece increíble que estemos de nuevo juntos, en nuestra casa - era como si de repente el joven se quedara mudo - Cariño, ¿estas bien? - le pregunta intrigada.
Dos toques en la puerta interrumpen la pequeña reunión, sin pensarlo Ryan ordena que pase y entra en ella la señora Robinson.
- ma ... - menciona pero enseguida su mente se queda en blanco, Nadie se dio cuenta, solo Tiffany que no había volteado a ver a nadie, que desde aquella breve conversación con su mejor amigo no había despegado los ojos de encima de él - señora Robinson - termina diciendo y los ojos se le llenaban de lágrimas.
La mujer entristecida por la mala suerte de que no halla sido su hijo quien estuviera en su lugar, se acerca al joven.
- lamentó mucho lo que sucedió - le toma al chico las manos y el recuerdo de su hijo vino a su mente cuando sintió las manos de este frías - ¡oh! - exclamo bajo, como si no quisiera llamar la atención y los ojos se volvieron vidriosos.
- ¿esta todo bien? - le pregunta Mery quien entendía perfectamente lo que podía estar sintiendo la mujer.
- si, es, es una tontería, son - explicaba con breves pausas mientras se intentaba recuperar - sus manos, su temperatura, siempre que le tocaba las manos a Max las tenía frías, perdón, es una tontería, solo que yo... ¡oh lo siento! - rompe a llorar.
- no se preocupe - le dice el joven - entiendo que tiene que ser duro, Max va a volver - asegura mientras la mira fijo a los ojos - yo le prometo que el va a volver.
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El chico de la calle de atrás
Teen FictionMax y Ryan son vecinos y van al mismo Instituto Desde pequeños, Max es el típico chulo de gym al que le llueven las mujeres, Ryan es un tímido y delicado chico gay del que todos se burlan. No existía nadie más diferentes que ellos, pero un día una t...