El Marín

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Era de esas chicas que cuando nació no existía el miedo y el peligro era como agua para la sed, la hacia más compacta. Se crió con un primo llamado Will que para decir verdad no sé la llevaban tan bien pero pasaban todo el día juntos por culpa de su abuela, que los manda a vender pescado con una carreta de cuatro llantas echas de hierro y al rededor le colocaban líneas de caucho que envolvía al círculo de la llanta, tenía un vagón de tablas lleno de pescado fresco, los dos tenían que empujar el carro porque uno solo no podía. Mientras ella empujaba el carro, vio al joven vestido de blanco con sombrero de Marín bajar de un barco enorme mirando hacia arriba Berlín observó al hombre que tenía en sus manos una bandera blanca con un ancla en el medio de color azul. bajaba como en cámara lenta por las escaleras, al terminar de bajar dijo:

_ maravilloso!! es hora de disfrutar 5 meses perdido en el mar.

Con una sonrisa entre alegría y cansancio...
Will le dió un toque en la cabeza a Berlín y dijo:

_mueve el carro que estamos perdiendo el tiempo sonsa.. Ella de inmediato respondió.

_ no me toques pendejo!!.

Siguieron empujando el carro toda la mañana. Mientras empujaban, Berlín seguía pensando ese rostro claro se sumergía en la mente. Esa imagen del hombre del barco la llevaba muy dentro....

llegaron ha casa viendo como el sol se ocultaba detrás del mar, ha lo lejos se notaba el agua tranquila solo reposaba, el cielo tenía un color naranja muy lindo que llamaba la atención. había caído la tarde....

BarúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora