Miedo al amor (Libro No. 1)

Capítulo 20 - Robo

Andrea

Siento caricias en mi rostro, pero estoy tan cansada que no quiero abrir lo ojos.

-Vamos nena, quiero ver tus ojos antes de irme -dice Marcus y yo los abro de golpe al escuchar que se va.

-¿Cómo que te vas? -pregunto adormilada. El me observa y maldice en silencio.

-Tengo que ir al palacio de justicia -dice mientras se levanta y acomoda su traje.

-¿Por qué? -vuelvo a preguntar mientras me incorporo y cubro mi cuerpo desnudo con mi bata de seda. Entonces lo veo.

Un enorme oso de color blanco y un ramo enorme de tulipanes cubren la puerta de entrada. Observo todo el cuarto y esta cubierto de globos rosas que dicen "Feliz cumpleaños"
Uno en especial llama mi atención. Es un enorme corazon rojo que dice "Te amo".

Siento sus brazos rodearme y darme un beso en el cuello.

-Feliz cumpleaños amore mio -dice y me da la vuelta. -Ey, ey. ¿Por qué lloras? -pregunta limpiando mis lagrimas.

-Porque te amo, gracias por este gran despertar, por este regalo tan hermoso. -digo dandole un casto beso en sus labios. Tomo su cara entre mis manos y nos miramos a los ojos -Sobre todo por darme ese amor tan grande, por amarme después de todo lo que te he contado, por entregarme ese corazón tuyo. Y por dejarme amarte.

El me da una hermosa sonrisa. La misma que me enamoro desde que lo conoci.

-Mi corazón lo tuviste desde el primer segundo en que pisaste mi oficina. Soy yo el que te tengo que agredecer a ti. -nos damos un beso, dostrando todo ese amor que sentimos el uno por el otro.

Después recuerdo que me dijo que se iría.

-¿A dónde vas? -pregunto y el evita mi mirada.

-Hoy es la audiencia de la persona que atento contra ti -dice y yo me tenso.

-Entoces esperame que voy contigo -digo e intento ir al vestidor, pero el lo el evita encerrandome en sus brazos.

-Tu no vas a ir a ningún lado. Te quedaras a quí hasta que yo llegue. -dice besando mi cuello.

Diablos.

Sabe como distraerme...

-Ahora si me voy. -dice cuado termina de vestirse. Un beso llevo a otro y pues... No me pude resistir.

Después de despedirme de el, decidí que me daria una buena ducha en la tina.

Lleno la tina, tomo el pequeño bote de jabon y lo vierto en la tina, después agrego sales de baño y listo.

Me quito la bata y me sumerjo en esas aguas calientes. Cierro los ojos y recargo la cabeza en el borde de la bañera.

No se cuanto tiempo pasa hasta que escucho mi celular sonar. Lo tomo y descuelgo sin saber quien es.

-Hol... -no terminó ya que me interrumpen de otro lado.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS! -gritan Alessa y Clarissa del otro lado.