32|Baile de clausura... y otras sorpresas (parte 2)|

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ATENCIÓN: CAPÍTULO EXTREMADAMENTE DRAMÁTICO Y TRISTE (al menos para mí sí; mientras lo escribía, lloré :,)) 

El discurso de despedida del director, con su voz firme y segura, me hizo dar la impresión de que se había aprendido el guión durante el desayuno.

A pesar de todo, la intención es lo que cuenta.

Nos expresó su gran tristeza por nuestra partida, y nos dio un sermón sobre nuestra hoja de vida. Para despedirse, nos hizo recordar que debíamos terminar de cancelar nuestra colaboración para la fiesta de graduación, una fiesta a la que yo no asistiré, pues estaré de viaje por otro lugar. Me enviarán mi diploma por correo, o me lo entregarán cuando haya llegado a California de nuevo.

—¡Atención compañeros! —se escucha la voz de una chica de otro curso—. Es hora de revelar al rey y reina de la noche.

Ruedo los ojos; todos mis amigos hacen lo mismo a mi costado. Todos sabemos quién ganará, es por demás tanto suspenso. Mi morena amiga ha estado muy callada desde hace rato. Desde que hemos llegado, no ha quitado esa mirada triste y el puchero en su boca. Ella me ha dicho que la deje estar por ahora, que cuando quiera hablar, hablará.

—Y los ganadores son... —se escucha un total silencio.

Luke se acerca con dos vasos rojos (los típicos vasos para las fiestas), llenos de un líquido rosado. No creo que sea sólo ponche. Me abraza y sonríe.

—Emily Shepard y Jacob Harris —susurra con voz chillona. Reímos.

Esperamos un rato más mientras la chica del escenario da más suspenso a todo. Cuando abre las cartas, su mirada es de pura sorpresa.

—Bueno... Tenemos un par de cambios.

Vuelve a leer la tarjeta y parpadea incrédula.

—La Reina de la noche es ¡Emily Shepard! —todos aplaudimos fingidamente mientras vemos a Emily subir hasta el escenario improvisado, con su despampanante vestido corto color rojo intenso y su cabellera negra azabache, acompañados de una sonrisa de suficiencia.

Y, cuando mencionan al rey de la noche, mi sorpresa y mi sonrisa fingida son obviamente más notorios. Y sin duda siento mi corazón romperse al ver su gran sonrisa, cómo la mira, y cómo se aleja hacia su encuentro.

Luke:

Vemos a Emily subir al escenario. Tiene un vestido super corto color rojo y su cabello negro brilla bajo la luz... ¿A quién engaño? Se nota que se lo tiñe para no ser la típica rubia sin cerebro. 

Todos aplauden, menos yo. No me emociona en lo absoluto aplaudir para alguien tan hipócrita como Emily.

—¡Y para finalizar! ¡El Rey de la noche es...! —todos esperan en silencio, emocionados—. Sin duda un chico muy simpático, que nos dejó helados a todos con su llegada. Él es... ¡Luke Adams!

¡¿Qué?!

Sé que soy un dios griego, pero vamos, no es para tanto.

Sonrío con suficiencia al escuchar de nuevo mi nombre, con más fuerza y con una voz más chillona y emocionada. Me invitan al escenario y Sav me suelta para que pueda ir. No pasan desapercibidos para mis ojos  su sorpresa y su decepción al ver que me alejo. Todos (mejor dicho, todas) gritan y aplauden mientras subo al escenario. Desde arriba puedo ver a Sav, quien evita mirarme y sólo sonríe falsamente, al igual que sus amigas.  

Me entregan un ramo de flores y un micrófono, pero no tengo tiempo de hablar, pues Emily se lanza a mi cuerpo.

—¡¿Cómo estás amor?! —chilla ella y me abraza por el cuello. Todo el público nos mira y empiezan a silbar. Puedo ver desde acá la cara roja de Sav y escuchar la mala leña que le están dando Beca y Sam—. Por algo del destino es que somos los reyes de la fiesta, ¿no crees? Quizás es hora de que dejes a la mojigata de tu novia, y vengas a mis brazos bebé —frunce los labios.

Novios por suerte y Primos por accidente |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora