Capítulo 14: Bulma se ha ido (primera parte)

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El Orgullo de un Príncipe, Segunda parte: Conociendo a Ouji:
Capítulo 14: Bulma se ha ido
"ATENCIÓN ESTE CAPITULO PUEDE TENER CONTENIDO SEXUAL, LENGUAJE Y/O ESCENAS VIOLENTAS, PALABRAS GROSERAS ENTRE OTROS, POR FAVOR LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD"
"La identidad es la parte central, casi vital de una persona, es por esto que personas con problemas o trastornos de identidad fluctúan en distintos rangos de energía (ki), cambiando su comportamiento e incluso sus capacidades físicas o miedos arraigados por traumas antiguos. El cambio o pérdida de identidad supondrá también un cambio o pérdida de la persona misma y por ende todos sus comportamientos, aptitudes y actitudes cambiarán transformándose en lo que su identidad diga. Cuando una persona fluctúa entre una, dos o varias identidades su energía variará en ápices, cambiando según el interés de la misma, más cuando la persona no encuentra una identidad su ki variará en grandes cantidades, haciéndose difícil de distinguir y entremezclándose a lo que la persona se acomode e identifique como si mismo en ese momento"

Estoy parado sobre el borde de un edificio aledaño a lo que fue un gran hotel, el hotel donde yo debería haber muerto. De reojo puedo ver a 18 hablándome, su vista es seria pero llena de una extraña amabilidad, rebuscaba entre mis notas, si no hubiera visto mi puño y letra no hubiera podido creer nada de lo que salía de la boca de la androide, pero una frase se repetía una y otra vez, en el instante en que cerraba los ojos en un gesto de dolor inmóvil- "Ella no está muerta"-¿Cómo podía ser? ¿Cómo había dejado que ocurriera todo eso?, rebuscando en la libreta que apenas tenía un par de garabatos hundí mis dedos en ella, sabiendo que no podía destruirla, si lo hacía perdía todo, moví las hojas de un lado al otro buscando algo que no había, hasta que sin querer lo encontré, subrayado en un hoja, se encontraban mis esperanzas- Wiss, Gran Zuno, Esferas del dragón, Súper esferas del dragón- tachada con una delgada línea, las esferas del dragón parecían haber perdido su poder- ¿Qué les ocurrió a las esferas?- susurré en un tono seco desconcertando a Lásuli, me desvió la vista y lo noté de inmediato- Dime- la incité acercándome a ella- Las esferas se perdieron junto con el rastreador, no hay forma de encontrarlas sin él y la verdad es que creemos que si no se destruyeron, muy probablemente las tenga Red Ribbon, pero sin el rastreador es imposible saberlo- su voz se había vuelto un hilo, había sido Bulma la inventora y creadora del rastreador del dragón, ahora si él y sin ella las posibilidades de encontrarlas, si aún seguían existiendo, eran mínimas- ¿Y las de namekusei?- la rubia me miró con ojos extraños, y algo en mi estómago se revolvió- Las esferas de Namekusei solo pueden revivir a alguien una sola vez, tienen limitancias estúpidas y Bulma ya fue revivida una vez con ellas- un recuerdo doloroso llegó a mi mente, esa vez que había perdido el control con el afán de hacerme mucho más poderoso gracias a la magia de Babidi, siempre y cuando pudiera derrotar a Kakaroto,  esa vez que había provocado o ayudado mayoritariamente a que Buu despertara, provocando, entre muchas otras cosas que absorbiera  a Bulma, a mi Bulma.
Caminé en dirección a 18, era extraña la forma en que nos estábamos relacionando casi cordialmente, después de todo no éramos extraños el uno de otro, cuando estuve a su altura le enseñe la página- Wiss- susurré, ella asintió y volando nos dirigimos de vuelta a la corporación, sabía que Bulma tenía un comunicador que Wiss le había dado para poder contactarse con ellos cada vez que quisiera y aunque a Bills no le hacía mucha gracia había estado de acuerdo cada vez que la humana tenía comida deliciosa que degustar.
Cuando aterricé frente a la puerta del laboratorio de Bulma un escalofrío ocasiono que mi piel se erizara, todo estaba destruido y no entendía por qué - ¿Qué...?- no pude seguir, no podía ser, cada vez que parecía encontrar una solución para volver a reunirme con Bulma una muralla gigante construida días antes parecía interponerse ante mí. Di dos pasos hacia adelante casi sin esperanzas de nada, el comunicador era un pequeño artefacto redondeado de color verde esmeralda, aquello estaba ennegrecido por el calor de una explosión, era casi imposible que se hubiera salvado, una imagen tan viva se vino a mi mente que me hizo dudar de la realidad, el escritorio de Bulma poco iluminado por la lámpara que solía poner a su lado izquierdo, ella con su bata blanca empecinada descifrando alguno que otro algoritmo mientras maldecía sutilmente, su cabello color cielo alborotado por la tensión y su olor, su magnífico olor, dulce y cítrico a la vez- Vegeta- creí escuchar desde mis adentros, una voz que no me pertenecía ni a mí ni a  18, me gire sobre los talones casi esperanzado de encontrar su cara amable con esos hermosos ojos azules llenos de amor en los que siempre resultaba perderme, en cambio solo vi brillar, con la poca luz que podía entrar por la puerta una especie de objeto redondeado, no sé si volé, corrí o solo camine, solo sé que de un momento a otro tenía entre mis manos el comunicador de Wiss, intacto, solo algo oscurecido por el hollín de la explosión, pero aparte de eso completamente funcionando- Debe ser por la magia del ángel- dijo la androide con un tono de felicidad en la voz cuando la rodeé saliendo a los jardines de la corporación, donde el sol quemante del medio día hacía que todo fuera más brillante, incluso los trajes negros que todos se auto obligaban a usar- ¿Hasta cuándo durará eso?- le pregunté señalando sus vestimentas negras- Hasta que asuman que la perdieron- me contestó, la androide asumía fríamente la muerte de Bulma, a pesar de las veces en que me había escuchado decir que seguía viva, ella no cambiaría de opinión, al parecer todos los amigos de Bulma resultaban ser tan tercos como ella misma- Ya me tienen harto, no quiero volver a verlos así- dije alejándome de ella notoriamente molesto.
Sentí como el pequeño objeto esmeralda tembló en mis manos, tenía toda mi vida puesta entre mis manos y parecía no importarle a nadie más que a mí, todos parecían haberse olvidado de ella y haber asumido su muerte de una forma tan fácil, tan banal, como si no supieran lo magnifica que es, lo fuerte que puede llegar a ser, lo diferente y única que Bulma era.
Siento su ki, sé que está aquí, sé que me ha seguido y que ha vigilado todos y cada uno de mis movimientos, 18 a pesar de ser sincera respecto a su posición solo es el palo visible, en cambio él, se ha quedado en las sombras, quizás evaluando mis decisiones, quiero saber que dirá, que hará cuando sepa, que, como siempre, yo he tenido la razón todo este tiempo y ella no está muerta.
Un tono profundo sonó una, dos, tres veces y por fin la cara seria y algo contrariada de Wiss apareció, ni siquiera me dejó hablar, ni aunque pudiera haberlo hecho, de pronto me desbarató diciendo- Estaremos allá en veinte minutos diez y siete segundos- la imagen desapareció, quise maldecir, golpear algo o destruir sin más todo a mi alrededor, sin embargo una parte de mi alma se tranquilizó, si de algo estaba seguro era de que Wiss como siempre sabría que ocurría y como resolverlo, aunque conociéndolo, de buenas a primeras, nunca me lo diría.
Me quedé plantado allí sin mover un musculo, consciente de los pares de ojos que yacían puestos en mí, esperando que saliera huyendo o que cayera destrozado ahí mismo, y sobretodo consciente de que estaba perdiendo veinte minutos de luz cerebral.
Estaba tan absorto en mi propia conmiseración que no les oí aterrizar, ni mucho menos acercarse a mí, mientras los demás los miraban, con la boca abierta, impactados, incluso yo creí que era una alucinación cuando una mano rozó mi codo y con voz suave pero apesumbrada musitó- Vegeta, mi más sentido pésame- Tarble, mi hermano pequeño, aquel que no medía más de un metro de altura, junto a su esposa que poco y nada hablaba, me miraban con ojos tristes y llenos de dolor ajeno- ¿Ta... Tarble?- fue todo lo que dije, mis ojos se abrieron en impresión y hice una reverencia automática por respeto a su esposa y sin querer me hinqué ante él- ¿Qué haces aquí?- dije en un susurro con la voz quebrada mirándolo a los ojos, esos ojos negros, tan parecidos a los de mi madre, amables y cándidos- No debes hacer esto Vegeta- me replicó apoyando sus manos en mis hombros incitándome a que me levantara- Supimos... Supimos lo de tu esposa- dijo por fin en un suspiro que parece haberle dolido el alma, tal como a mi- Bulma- respiré su nombre- Lo lamento mucho Vegeta, enserio... No sabes cuánto- su agarre se había hecho firme, su semblante era serio y el ceño se le fruncía profundamente. Tarble, mi hermano menor, a quien se supone era yo quien debía proteger o juzgar me estaba dando su apoyo, sin embargo la ira me embargaba- ¿Qué haces aquí?- grite con odio en su cara, pude notar como su rostro se contrajo, y su expresión cambio primero a temor, luego a impresión mezclada con ira y finalmente resignación- No sé por qué esperaba una reacción diferente- iba a contestarle, abrí la boca para gritarle en la cara que perdía su tiempo, que volviera de donde sea que hubiera venido, que no le importaba lo que pasara con mi vida, pero una especie de masa blanda tocó mi piel hirviente, automáticamente sentí una corriente recorrer mi cuerpo de forma casi dolorosa y un relajo automático se apoderó de mi- Sr. Vegeta, lamentamos mucho de todo corazón lo ocurrido con su esposa, es por esto que estamos acá- no entendía que me pasaba pero mis músculos parecían haberse convertido en agua y gure, la esposa de mi hermano seguía hablándome mientras su mano sostenía mi antebrazo con fuerza suficiente para hundir mi piel, mas no era capaz de sentir nada-Esperamos que no se incomode con nuestra visita tan imprevista, pero creímos necesario venir...- hizo una pausa mientras observaba mi respuesta-Lo apoyaremos en todo - dijo finalmente con seguridad. Aquella forma femenina, que mi hermano había desposado ¿Estaba realmente brindándome su apoyo? ¿Diciendo que me apoyarían en todo?  ¿Sería verdad acaso si les dijera que creía que ella no estaba muerta, que yo el príncipe de los saiyajines, el eterno heredero al trono, creía que esa simple humana a la que llamaba esposa había sobrevivido y debía encontrarla a como diera lugar?, La verdad lo dudaba pero un calor cómodo y necesario se extendió por mi pecho, vi a Tarble tomarla de la mano y retroceder juntos un paso mientras me observaban, solo asentí, siempre mirando a gure, casi agradecido de traerme nuevamente a la realidad junto a mi esperanza, pero ellos no habían retrocedido por mí, sino que porque a mis espaldas Bills el dios de la destrucción junto a Wiss su ángel y maestro habían aterrizado por fin, ambos con cara seria e impenetrable- Vegeta- dijo firmemente el Dios de la destrucción mientras salía desde detrás de su ángel, noté en su tono que el ya lo sabía así que no pude evitar preguntar- ¿Cómo, como lo sabe?- mi voz sonaba confusa, casi como si no proviniera de mi- Lo vimos todo Vegeta- respondió Wiss con pesar en su voz- El sr. Bills es el Dios de la destrucción,  es su deber estar informado de los eventos destructivos que ocurran en el universo siete, es una verdadera pena lo que pasó- Yo no creo que este muerta- afirmé- Lo sé- susurró Wiss acercándose a mí- Es por eso que hemos venido, para buscarla- fue entonces que me pregunté, casi como un giro estúpido de mi consciencia porque aquellas personas que apenas habían conocido a Bulma creían que podía seguir viva, en cambio sus más cercanos, aquellos que se decían sus amigos, que la conocían hace años, estaba seguros de su inminente muerte, no podía entenderlo, no entendía cómo funcionaban sus mentes y ni siquiera sabía si ellos estaban en lo correcto o no, solo sabía que haría lo necesario por traerla de vuelta.
Ni siquiera se había dado cuenta del paso del tiempo, cuando el cielo se volvió de un naranja intenso producto del atardecer que rosaba los edificios de la corporación, por un momento recordó la calidez de la humana, de su humana- Necesitaré concentrarme para buscar su ki, no sé cuánto tarde, pero es la única forma que tengo de ayudarlos- Wiss lo sacó por un instante de sus cavilaciones, asintió serio y vio cómo se alejó junto al Dios y se instalaron en lo alto de la torre principal de la corporación, mientras apretaba en su mano izquierda la libreta y en la otra hundía sus dedos con furia en su propia carne, rodeó a su hermano y a su esposa, mirándolos de reojo, queriendo agradecerles aquel gesto amable que habían tenido con él.
Me alejé de todos y camine derecho, sin rumbo, esperando que Wiss demorara menos de un día en descubrir la ubicación de Bulma, en un día volvería a empezar todo de nuevo, aun así había algo que me atormentaba, no había visto a mis hijos y sentía que les había fallado enormemente. En un impulso casi nervioso volé lejos de la corporación a la que por años había llamado mi hogar, cuando alcancé unas montañas picudas de color rojizo y vi en ellos un revoltijo de pelos azules al viento me estremecí, sentía una sensación de ardor por todo el cuerpo, su ki había aumentado aunque yacía sentado aferrando sus rodillas junto a su pecho como si temiera derrumbarse en cualquier momento, a pesar de mi estoica forma de ver fríamente las cosas no pude evitar sentirme culpable y con una necesidad de abrazarlo, aunque no lo hiciera estaba allí latente, luchando por salir de mí, mi parte más humana, aquella parte que Bulma había descubierto.
Cuando Trunks salió de su ensimismamiento y sintió el ki de su padre se paró rápidamente secándose las lágrimas con el dorso de su mano y sin esfuerzo se transformó en SSJ, más cuando intentó salir volando hacia cualquier parte una mano se cerró firmemente en torno a su tobillo impidiéndole despegar.
-¡Suéltame!- gritó Trunks con desesperación y odio en la voz, su mirada altanera chocó en los ojos negros del príncipe que lo miraba confundido-¿Por qué te comportas así Trunks?- el pequeño hibrido lo miró con recelo y Vegeta casi pudo ver una pisca de pena y compasión que hizo que la sangre le hirviera- ¡Responde!- el saiyajin peli azul no respondió, no lo miró, solo, con un rápido y certero movimiento golpeo la mejilla de su padre con tanta violencia, con tanta velocidad que pareció dolerle a ambos, aunque la cara de Vegeta no hizo ningún gesto parecía que ese golpe le había llegado al alma, lo mismo ocurrió con Trunks que se negaba a mirar a los ojos nuevamente a su padre pero aun así sintió como aquel golpe le había también, fracturado el alma. Los ojos del príncipe se cerraron bruscamente dejando en libertad a su primogénito. Cuando sintió que estaba lo suficientemente lejos de él se convirtió en SSJBLue y se mantuvo en ese estado, sin decir una palabra, aun con los ojos cerrados y los puños hirviendo en una ira que se ramificaba por todo su cuerpo, un recuerdo vino a su mente, días, meses, quizás años atrás, no estaba seguro de nada, pero había visto a su hijo con las mejillas rojas y grandes lagrimas saliendo de sus azules ojos, sus puños manchados con sangre...¿Qué es lo que había pasado en ese entonces?... no lo recordaba, nada había en su memoria más que destellos confusos, sin embargo de pronto, abriendo los ojos, como una estrella fugaz apareció ante él una imagen tan clara y nítida como la mejor de la alucinaciones. Su hijo de espaldas a él lloraba en silencio mientras el, el altanero príncipe de los saiyajines ponía una mano en su hombro y poniéndose a su altura le aseguraba- "Trunks hijo, te juro que tu madre regresará, yo mismo la buscaré y no descansaré hasta traerla de vuelta. Ella nos ama, nunca nos abandonaría"- sin quererlo avanzó hacia la imagen borrosa que veía ante él -Lo sé- le respondió su hijo limpiándose la cara con el dorso de la mano- Yo sé que mama no se fue porque quisiera, pero ¿Dónde está papá? ¿Dónde está mi mamá?- la imagen se disolvió ante sus ojos, esfumándose con la pequeña brisa- No...No lo sé- susurró por fin el príncipe y con un grito ahogado se llevó ambas manos a la cabeza apretándola, un fuerte dolor se apoderó de él y sintió como si un rayo de luz hubiera atravesado su cuerpo, perdió sus fases y calló de rodillas en el suelo- ¡Maldición! ¡Ahg!- gritaba agonizantemente el príncipe, de pronto cientos, sino miles de recuerdos se agolparon en su memoria cuando se había reencontrado con su esposa, viéndolos pasar delante de sus ojos, más uno provocó que el príncipe se levantara y a pesar de sus guantes y la presión que podían soportar hundiera sus uñas en su propia carne haciéndose sangrar.
...FLASH BACK...
Con los ojos cerrados pero con una sensación de vacío buscó a su alrededor, sin encontrar nada, entonces con esfuerzo abrió sus negros ojos gruñendo una maldición, una visión apareció ante su vista, una mujer hecha de luna, completamente desnuda estaba con una mano apoyada en el cristal, en la otra, sujetaba un vaso con agua y lo apretaba contra su pecho, su faz parecía contrariada, el príncipe no entendía que pasaba creía que todo estaba bien, que ellos estaban bien, intentó levantarse pero su cuerpo pesaba más que de costumbre, le llevó mucho esfuerzo levantar su tronco y lograr sentarse, aquella mujer hecha de una no había advertido su presencia y sus agudos ojos pudieron ver una lagrima caer por su mejilla, sin duda algo andaba mal, quizás era el, ¿Le había hecho daño? Trató de hablar pero no pudo, parecía estar en una burbuja en donde todos y cada uno de sus movimientos costaban más de lo normal y su voz no salía de su boca. Era hermosa, completamente hermosa, su cabello revuelto y la marca de su columna le daban un toque de humanidad que parecía haber perdido. El príncipe avanzó hacia ella, con temor levantó una mano hacia ella, pensando en que quizás si fuera una visión su solo toque la haría desaparecer, sin embargo eso no ocurrió, una luz celeste Salió de sus dedos hasta tocarla y hacerla salir de su trance, los ojos de la diosa de luna lo miraron con tristeza- ¿Qué ocurre?- logró por fin modular el saiyajin- Te amo- susurró la diosa- Lo sé- fue la seca respuesta del extraterrestre y queriendo consolarla abrió sus brazos para que se refugiara en su pecho- aquellos ojos azules lo miraron y se mantuvieron quietos- Te amo Vegeta, no importa que pase, siempre te amaré, más allá de mi muerte- dijo con tono decidido aquella visión- Dijimos que no tocaríamos más ese tema- Lo sé, solo quiero que lo sepas que siempre lo sepas- concluyó volviendo la vista a la luna brillando en sus ojos, perdiéndose en ella, volviéndose casi transparente. Vegeta dio un paso hacia ella y la acunó en sus brazos- Nunca dejaré que te alejes de mí, insecta- fue la promesa del saiyajin.
...FIN FLASH BACK...
Automáticamente se llevó la mano derecha a la altura de su pecho, sentía como si una sensación de frio permanente se hubiera adueñado de esa parte de su cuerpo, la luz del sol casi se desvanecía y las primeras estrellas jugaban en el cielo amoratado que cubría la inmensa desesperación del príncipe. Con potencia desmedida golpeo el suelo a sus pies haciendo que todo el peñasco se derrumbara y elevándose en el aire volvió a la corporación, casi con la esperanza de volver a ver a su esposa allí.
Lo vi, vi cómo me miró con compasión, pero esos ojos oscuros, siempre amables parecían vacíos, todos parecían mirarme con compasión, sintiendo pena por mí, cuando verdaderamente deberían sentir pena por ellos mismos, insectos inútiles que parecían haber perdido toda la fé, la esperanza.
En cuanto atravesé la puerta del despacho del padre de Bulma y vi su cara sentí mi respiración quemar- Lo sabía- decía el Dc. Briefs con la cabeza entre las manos y gruesas lagrimas cayendo por sus mejillas estragadas- Sabía que ella ya no estaba- se lamentaba, cuando cerré la puerta tras de mi todos se quedaron mirándome, como evaluando mi reacción, incluso Bills parecía apesumbrado con la resolución de Wiss, este por otro lado parecía confundido- Vegeta- dijo con tono suave- No pude localizar su ki, no está en  ninguna parte, lo lamento mucho- me rodearon y se alejaron, dejándome solo con el padre de mi esposa clavando sus opacos pero transparentes ojos en mí, no sabía si me insultaría o se pondría a llorar sobre mí, más me sorprendió la sinceridad con que me dijo- Gracias- mi boca se abrió en impresión y mis manos cubiertas de mi propia sangre, ya seca, cayeron a mis costados- ¿Qué?- susurré- Gracias por hacer feliz a mi hija y protegerla- concluyó sonriéndome para luego volver a su pose de conmiseración, con sus manos cubriendo su cara y su canoso pelo cubriendo su tristeza. No podía moverme, sentía como todo mi cuerpo se había congelado, sabía que quedaban más opciones, pero Wiss era mi gran jugada, el ya lo había hecho cuando se habían llevado a Bulma al universo 18, él nos había dicho que seguía viva, a pesar de estar a varios universos de distancia el si había podido encontrar su ki, pero ahora, que estábamos en el mismo planeta su ki había desaparecido, aquel destello de luz, mi diosa de luna, mi Bulma, había desaparecido. Un arranque de ira se apoderó de mí, golpeé la mesa haciendo que el padre de Bulma se resintiera y saltara en su puesto, el primero en aparecer detrás mío, pensando lo peor, fue Kakaroto, luego de él los demás, incluso los insectos de Yamcha y Maroon.- ¡Necesito que construyas el radar, ahora!- ordené con decisión en la voz, vi como quiso oponerse a mí, intentando justificar su falta de actitud, su falta de preocupación, su falta de fé- ¡Es tu hija! ¿Cómo puedes creer que está muerta sin agotar todas y cada una de las opciones? ¿Cómo?- gritaba, sabía que estaba fuera de mí, sabía que debía mantener un tono bajo y ofrecerle todo el respeto posible a ese anciano, pero no podía, me enfermaba como se estaban tomando todo, todos, dándome la vuelta para tenerlos de frente los increpé con ácido en la voz, elevando mi ki - ¡Todos ustedes! ¡Malditos insectos! ¿Cómo pueden creer que ella está muerta? Ella, ¡La persona más inteligente que he conocido en toda la galaxia, aquella mujer testaruda que siempre se sale con la suya, aquella a quien hasta tu Kakaroto le temes! ¿Cómo pueden dar por hecho su muerte?- mi voz se ahogó y por sobre ella otra voz, fina, como un chillido se levantó- ¡Vete de aquí maldito extraterrestre! ¡Desde que llegaste arruinaste la vida de mi hija con tus estúpidas luchas y combates, siempre tan austero y grosero hasta con ella, incluso la dejaste sabiendo que esperaba al pequeño Trunks y no te importó! ¡Así que ahora vete de aquí maldito infeliz!- chilló la madre de Bulma en mi dirección acercándose, golpeando mi pecho, cayendo en mis brazos desmayada. Mi cuerpo entero temblaba ante tal acto de realidad que había sido escupido en mi cara, sabía que tenía razón aunque no quisiera admitirlo, yo no había sido lo mejor para su hija y aun así ella me amaba, entregué el flácido pero bien formado cuerpo de la madre de Bulma a su hija mayor, sin pestañar me dirigí a la entrada, pero una mano se apoyó en mi hombro, podría haberlo destruido en ese mismo momento, sin embargo su voz fue lo único que se escuchó- Vegeta tiene razón- el insecto de Yamcha había intercedido a mi favor y aunque lo quisiera o no una voz interna pedía a gritos quedarme allí- No sabemos si ella sigue viva o no, y aunque no lo estuviera aún tenemos opciones, es increíble que a pesar de todo lo que hemos visto y vivido aun así nos rindamos tan fácil ante su posible muerte- hizo una pausa mientras me volteaba- Sé que es difícil, ella siempre fue la luz en nuestros caminos, esa risa alegre y juvenil y esa voz chillona que siempre nos impulsaba a más y ahora no tenerla es... es... difícil, pero no podemos rendirnos así- vi como Kakaroto lo miró de reojo y se encaminó a la salida junto a Trunks, un odio interno nació nuevamente en mi- Yo te apoyo Vegeta- concluyó por fin el cara cortada – Y yo- acompaño Tigris la confesión del humano que seguía con su mano en mi hombro- Al igual que nosotros Vegeta- me sonrió Krillin, el pequeño monje que ya no vestía de negro sino que con su característico atuendo naranja, a su lado 18 me sonreía y en un susurro me dijo- Todo por nuestros débiles humanos- una mirada de complicidad cruzó nuestros rostros, era increíble una androide y un saiyajin compartían un secreto más grande que el entendimiento de los demás. Sentí como esa estúpida intervención, casi demasiado sentimental para mis costumbres ayudó a darme la fuerza necesaria para preguntar, esta vez con más calma- ¿De verdad crees que tu hija está muerta?- le pregunté al viejo que me miraba con los ojos vidriosos- No- fue su sencilla respuesta, una media sonrisa cruzó mi faz, tendría la ayuda que necesitaba, aunque me hubiera costado resentir mi orgullo.
La noche había caído fuertemente sobre nosotros mientras aún seguíamos en el despacho del padre de Bulma, cuando salí Tigris me informó que Bra dormía tranquilamente y la mayoría de los demás se había retirado a sus casas o a sus habitaciones, me ofreció café al cual me negué, luego de un rato en que la vi bostezar un par de veces decidió irse a dormir. Cuando estuve solo en la cocina subí a lo que era la habitación que compartía con Bulma, me escapé por la ventana como había hecho años antes cuando había comenzado a curiosear los magníficos placeres que me ofrecía esa humana tan hermosa, inteligente e irremediablemente terca.
Subí al techo, conmigo llevaba la libreta y el aparato rectangular pequeño y oscuro que la hermana de Bulma me había dado. Había sido un largo día, encendí el aparatejo, queriendo resumir todo lo ocurrido, ya que creía menos impersonal la grabadora, los humanos tenían la mala costumbre de tomar las anotaciones ajenas y leerlas por lo que en la libreta solo anotaba lo justo y necesario. Una luz titilante roja apareció de pronto, sabía que significaba y con cuidado la ubiqué al lado mío, hacia mí misma vista, el horizonte anaranjado por las luces artificiales de la ciudad y las pequeñas estrellas titilando sobre todos.
-Por fin he convencido... ¿Qué?- comenzó el príncipe saiyajin siendo interrumpido apenas después de cuatro palabras, frente a él una figura más alta y fornida, con un temple serio y ojos vacíos lo miraba fieramente-¿Qué haces aquí?- preguntó el extraño con un tono seco-¿No es obvio? Ya que mi memoria no sirve debo hacer un recuento...- admitió el príncipe dándole la espalda- Me alegra que tu hayas sobrevivido Vegeta- admitió por fin aquella sombra con una media sonrisa que murió en sus labios- Porque eres el único en quien tengo puestas mis esperanzas- concluyó- ¿A qué te refieres Kakaroto?- dijo el príncipe volteándose abriendo lo ojos, todo ese tiempo había creído que él lo odiaba, sabía que lo había estado vigilando, observándolo en todo momento, viendo y evaluando sus reacciones, analizándolo desde lo más profundo, y ¿ahora le decía que él era su esperanza?- Explícate insecto- exigió el príncipe algo molesto ante tan confuso comportamiento, Goku suspiró con pesar- Eres mi única esperanza de recuperar a mi hermana Vegeta, eres el único que podría ir en contra de su voluntad...- el príncipe se acercó amenazadoramente a él pero no hizo nada, solo lo miró y en un tono suave soltó- Necesito explicaciones Kakaroto, no más enredos- dijo  el guerreo con un tono bajo-Vegeta, tú mismo te has dado cuenta que creo que Bulma... que Bulma ha muerto- Goku hizo una pausa dolorosa y volteándose, dándole la espalda al príncipe de los saiyajin prosiguió- Yo vi cosas que tu no, por eso que me convenzas de que ella pudo haber sobrevivido para mi es casi imposible, lo mismo para Trunks...- mirando de reojo a Vegeta pudo ver cuánto dolor sentía aquel fuerte guerrero-  Para él es aún más difícil, ella era su madre y aunque nunca  la vimos en realidad ... la habitación estaba completamente destruida... y había sangre, mucha sangre...- la voz gruesa del guerrero se hizo un susurro, casi como su respiración, aun así no dejó que el príncipe interfiriera- Ella es fuerte pero ningún humano hubiera podido con eso, aun así tenía la esperanza, igual que Trunks de poder encontrarla, pero tú sabes, yo no soy el de los planes... no soy tan brillante, en cambio tú, tu siempre sabes que hacer y como hacerlo, fui donde Kaio sama para que me dijera alguna solución para despertarte, no podías seguir así, tu eres un guerrero Vegeta- dijo poniendo su mano en el hombro del príncipe que miraba el horizonte ensimismado en sus pensamientos y en el relato del otro guerrero- Cuando despertaste tenía la pequeña esperanza de que te lo tomaras, digamos, no tan mal, pero no fue así, quizás fui muy brusco, no tengo tanta delicadeza, la cosa es que no lo soportaste y tuve que knockearte- Vegeta lo miró con el ceño tan fruncido que parecía que ambas cejas se juntarían, pero aun así dejo que el guerrero de rostro amable terminara- Cuando te volviste a dormir me quedé sentado junto a ti un rato, esperando para que despertaras, fue ahí cuando vi, junto a tus ropas quemadas por la explosión un trozo de papel medio quemado que sobresalía de lo que quedaba del bolsillo de tu pantalón, quizás no estuvo bien lo que hice pero lo tomé y lo leí- tomándolo de ambos hombros Goku remeció un poco al príncipe para que este se concentrara en el- Escúchame Vegeta, yo esperaba que ella estuviera viva, de verdad algo dentro de mí lo creía, pero desde que leí esa carta, una parte dentro de mí se derrumbó, nunca había sentido un dolor tan grande, ni siquiera cunado luche con Hit o Jiren o incluso contigo, nunca había sentido un golpe de destrucción tan grande, sin embargo ahí estaba, como si me hubieran clavado una espada en el pecho-  Vegeta lo miró casi con remordimiento, Kakaroto amaba a Bulma de una manera que quizás ni siquiera el pudiera comprender, pues el cerebro de Kakaroto aunque sabio a veces trabajaba a otro nivel, sin embargo Vegeta comprendió que era la preocupación de un hermano por su hermana, y era el mismo dolor que el sintió cuando vió a su madre muerta en aquel planeta helado, una parte de su alma se compadeció del guerrero- Toma Vegeta, debes leerlo- dijo extendiendo en su mano un trozo de papel ennegrecido, una vez que el príncipe lo tomó entre sus dedos se dio media vuelta he hizo su típica pose para la tele transportación- Espera Kakaroto- exclamó el orgulloso saiyajin- ¿Por qué... por qué observabas cada uno de mis movimientos?- el guerrero interpelado sonrió- Porque necesitaba estar seguro de que lo harías, de que la desobedecerías, no quería causarte más dolor del necesario, ni a ti ni a Trunks, pero te he visto enfrentarte a todos bajo la convicción de que ella sigue viva, aun cuando nadie te apoyara y aun cuando no fuera verdad tu podrías hacerlo real, si lo intentaras, después de todo, si tan solo pudiéramos esperar un año aún están las súper esferas del dragón y te he visto enfrentarte a un dios de la destrucción, sé que por ella podrías derrotar a Champa, si se opusiera, por eso debía vigilarte Vegeta- concluyó guiñándole un ojo y desapareciendo ante sus ojos como un espejismo.
Vegeta se quedó solo en el tejado, mirando aquel trozo de papel que temblaba entre sus dedos, sentía nauseas embargando su estómago y un escalofrió recorrerle el cuerpo, aun así se mantenía de pie, sin mover un solo musculo, eso hasta que desdobló el arrugado papel y pudo ver en el la letra pequeña, ordenada pero nerviosa de su esposa, como si siempre tuviera prisa, sintió como una parte de ella estaba allí, como su esencia de mujer, acelerada, inquieta, vivaz yacía entre esas líneas garabateadas en un trozo de papel quemado, sus ojos ansiosos comenzaron a leer...
...FLASH BACK SITUACIONAL...
Bulma seguía desnuda cuando despertó pero el calor del cuerpo de su esposo la sofocaba, así que decidió ir a buscar un vaso de agua para refrescarse, se levantó, la luna entraba por las ventanas dándole un aura angelical a la habitación, se giró sobre sus talones y vio a Vegeta, tranquilo descansando, su ceño ya no estaba fruncido, sus músculos estaban relajados y el brillo nocturno lo hacían parecer un sueño, recorría la alcoba y se sentó con las piernas cruzadas en el piso, la frialdad de este la espantó al principio pero se sintió bien después de un rato, tomó una hoja de papel y buscó un lápiz entre sus cosas, solo encontró una pluma roja con su nombre grabado en ella.
...FIN FLASH BACK SITUACIONAL...
...CARTA DE BULMA...
"Mi querido Príncipe:
Quiero agradecerte por todos estos años de felicidad que me has dado a tu lado, quiero que sepas que me salvaste de morir ahogada por mí misma en un millar de veces, te debo más de lo que crees.
Cuando te conocí nunca imagine que podría llegar a tener un futuro contigo de mi mano, nunca pensé que compartiríamos este sentir tan profundo y extraño, que a pesar de todo ha sido más fuerte y grande que nosotros mismos, tu aunque me arrebataste la vida y me desquiciaste, depuraste todos y cada uno de mis miedos, me impulsaste a ser fuerte, a ser yo, sin miedo a nada.
Debo admitirte mi vida que tuve miedo de ti, miedo a que no volvieras, miedo a que te perdieras dentro de tu ensimismamiento por ser más fuerte, miedo a que babidi hubiera conseguido por fin algo que ni siquiera nuestras razas pudieron, perderte, pero querido mío nunca te temí a ti, no desde que conocí tu alma.
Querido, mi príncipe azul, aquel que siempre está dispuesto a salvarme, necesito desde lo más profundo de mi alma pedirte perdón por todas y cada una de las veces que innecesariamente te distraje de tu objetivos, aunque en ocasiones lo hice conscientemente, sé que lo haces por nosotros, por todos nosotros, por tu familia, sé que en el fondo solo quieres protegernos, pero te necesitaba, quería tenerte para mí y solo para mí, sé que fui una egoísta , pero mi lado humano, mi pasión pudo conmigo.
Ahora después de años, puedo decir que soy enormemente consciente de mi debilidad y fragilidad como humana y por eso he decidido hacerme más fuerte, para eso necesito tu ayuda, eres el único que podría hacerlo, fuerte, seguro, pero sin dañarme.
Pero hay algo que me inquieta profundamente y es que el hecho de que mi misma mortalidad pueda arrebatarme la vida que he tenido junto a ti me estremecía, hasta que lo entendí, he vivido una vida llena de alegrías y emociones a tu lado, he podido disfrutar la dicha de ser madre, hermana, compañera, tía... he sido todo junto a ti y quiero que sepas que he sido la mujer más feliz de todos los universos, a mi edad y junto a ti me siento una mujer plena y llena de satisfacciones, por eso aunque muriera hoy, mañana o en cien años más moriría feliz y agradecida por todo lo que me has brindado y es por eso que te quiero pedir algo, si llegara morir antes que tú, cosa que aunque no quieras asumirlo es muy probable, no quiero que me revivas, quizás sea otro de mis deseos egoístas pero no lo sé, pienso y creo que cuando muera será porque mi momento ha sido el preciso y justo, porque nada he dejado inconcluso y porque he podido disfrutar todos y cada una de las etapas de mi vida, considero injusto para todos que revivan a una simple humana, siendo así deberíamos hacerlo con todas y cada una de las personas que murieran.
Sé que no estarás de acuerdo con mi decisión pero quiero que sepas que ya soy una mujer madura y que he meditado esto durante días, sino meses y de todo corazón espero que respetes esto. Después de todo la muerte es solo un paso, con los ojos cerrados
Te amo Vegeta, príncipe mío que me conquistaste en cuerpo y alma, gracias por dejarme descubrir partes de ti que nunca imagine ver, gracias por entregarte con la misma fuerza día a día, por protegerme y amarme a pesar y por sobre todo, gracias por ser tu...
Siempre tuya Bulma Briefs de Ouji.
     (Te estaré esperando mi vida)
...FIN CARTA DE BULMA...
Un temblor removió el cuerpo del saiyajin que apretaba el trozo de papel entre sus dedos, una lagrima gruesa y rebelde caía por su tersa piel oliva, se hubiera esperado cualquier cosa de Bulma, menos eso, y aún menos en ese momento tan inoportuno. Sentía que ella estaba viva y en eso recaía su esperanza de recuperarla, pero ¿Y si no lo estaba? ¿Podría llegar a revivirla incluso si ella explícitamente le había pedido que no lo hiciera? ¿Podría desobedecer su deseo con el fin de satisfacer el suyo rompió? ¿Podía llegar a ser tan egoísta como lo había sido años atrás? El príncipe sintió su mundo estremecerse, una gran cantidad de preguntas golpeaban la mente y el alma del saiyajin y entre ellas una, la que decidía todo, latía en su frente como queriendo salir de él ¿Bulma se ha ido?

Quiero agradecerles por leerme, espero que este capítulo les haya gustado, también pueden seguirme en wattpad como PazGusanacc, espero sus comentarios, criticas, opiniones, sugerencias, cualquier cosa. Besos y abrazos <3  [La segunda parte será publicada la próxima semana]

Conociendo a Ouji [EN EDICIÓN]  (Segunda Parte de el Orgullo de un Príncipe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora