Prologo

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19 de octubre de 2018

—Bien como ya dijimos nos mantendremos alejados de sus decisiones, no queremos exponer a nuestra gente—mis pensamientos tratan de estar en dos lugares al mismo tiempo, lo cual me hace desconcentrarme del punto de la reunión.

—Estamos de acuerdo con su proposición y la tomamos-menciona serio—pero este trato no será roto, si llega a romperse, pues ustedes al igual que su gente, serán incluidos en una guerra con nosotros, y a decir verdad son de los más débiles—sonríe de una manera arrogante lo cual me enfada, pero me contengo.

—Ok creo que ya hemos terminado, gracias por entender—termina Gael. Noto mi semblante—de todas maneras las pautas establecidas ya se han hablado.

—entonces es todo y recuerden mi gente no cruzara las barreras pero tampoco su gente lo hará, si no...-si no entraremos en un conflicto con su mundo, además de que ese que se atreva a entrar quedara prisionero o mutilado, desatando peleas infinitas entre nosotros, lo entendemos; gracias por su tiempo—Lo interrumpo sonando cortante, por lo cual una de mis compañeras habla—tranquilo—me dice y luego se dirige al señor reflejado en el espejo—adiós señor litton, y espero entienda a mi compañero, está nervioso—él asiente, desapareciendo de nuestro campo de visión.

Todos dirigen la vista hacia mi dirección, la misma que estaba hablando se levanta de su lugar paciente.

—Señorita Rainill—musito cuando esta frente a mí—me disculpo por lo antes sucedido con todos—aclaro, pasando mi vista por ella y luego por la de mis tres compañeros, procuro mirarlos a todos para que sepan que es general mi disculpa—no quise hablar de esa forma debido a que el señor tiene razón, somos los más débiles pero tampoco es para que se burle de nosotros y nuestro mundo de esa manera, no ganara nada humillándonos.

—si señor bequeth, eso lo tenemos en cuenta, y sé que es irrespetuoso, pero debe de comprender que teniendo ese comportamiento solo lograra empeorar las cosas—sus cejas apuntan hacia abajo y me acerco a ella para tratar de relajarla

—tómeselo con calma, ya me disculpe con todos—digo mirándola a los ojos directamente—claro como ya terminamos con la última llamada, nos podemos ir supongo—interrumpe Gael—nos vamos señor bequeth?

—Si—acaricio su cabello con suavidad, es de un rojo oscuro y largo, combinada con su piel tan pálida y suave como la porcelana; es sin duda una mujer hermosa.

Pero lo más hermoso, e inofensivo, engaña a todos.

Saco ese pensamiento de mi cabeza y me separo de ella, disponiéndome a colocarme al lado de mi amigo, dirijo mi vista a los tres integrantes en la habitación cuando ya estoy en la puerta, y observo por menos de tres segundos el espejo por donde se fue ese hombre tan obstinante—adiós a todós nos vemos luego; estaremos al tanto de todo.

Vamos caminando por los pasillos, las paredes son de un color azul oscuro y los pisos de cerámica en negro, hay cuadros de todo tipo de mares, galaxias y hasta personas; también una habitación con objetos en cajas como un museo; aunque el aroma es entre limón y químicos de limpieza, me hace sentir en un lugar dónde todo puede surgir, para un niño o un adolescente, sería como estar en una película de ciencia ficción, para mi es estar atrapado en una caja de metal.

Mis pensamientos están en la investigación de mi madre, hace una hora que la pedí, tampoco es que tuviera alguna opción de salir, teníamos que hacer la reunión, era muy importante.

Gael va en silencio a mi lado mirando su reloj cada dos segundos, en mi mente surgen miles de teorías por lo que esta tan inquieto; llegamos a la sala de investigación y entro primero para hablarle a mi asistente en investigación. Pero Gael me para antes de poder hablarle:

—Hey, estas seguro de lo que vas a hacer?—pregunta con el ceño fruncido, a pesar de que sabe mi respuesta, sigue insistiendo en que no lo haga, pero llevo días meditándolo—sí, lo estoy—lo miro con seriedad y seguridad en mi voz; y voy hacia mi asistente.

Después de todo, solo quería saber cómo estaban, si necesitaban dinero, o si estaban en una mala situación; las ayudaría de lejos, sé que acercarme no podré, pero lo enviaría de alguna u otra forma.

—Madi que tienes?—emito en un suspiro.

—prepare un archivo para usted, es este—me entrega una carpeta, la leo paso a paso, procesando la información no lo puedo creer ella y mi hermana...es todo un desastre, no entiendo que le pasa a mi madre por la cabeza, se ha vuelto una de las mafiosas más peligrosa, ¡cómo es esto posible!, mi padre, a él todos lo conocían, como ha logrado esta mujer tanto poder y que tan solo unas tres agencias en todo el mundo, del FBI tengan solo sospechas.

Cuando me fui, pensé que se acabaría toda relación con el trabajo de mi padre, bueno si a eso se le puede llamar trabajo, sé que ella no estaba de acuerdo conmigo, pero no pensé que la muerte de mi padre la llegara a afectar, ella lo llego a tratar con cierto odio... y mi hermanita, no debí dejarla, todo esto es mi culpa en lo que se ha convertido mi madre, y en lo que le pase a mi hermana, por eso tengo que buscarla y traerla conmigo. No la he visto la he visto desde que era una bebe, solo fotos tengo de ella, porque el recuerdo de su niñez tampoco pude presenciarlo, pero creo que llego la hora de acercarse y evitar que muera por mi madre...O que se convierta en ella.

—Harry que pasa, estas bien?—me saca de mis pensamientos.

—Quiero gente buscando a mi hermana, y cuando la encuentren quiero que me avisen de todos sus pasos—le sentencio a Madi.

— ¿Pero qué crees que estás haciendo? te pueden sacar de la mesa por tener contacto con ella, muy bien lo sabes, además que esperas que te dirá cuando te vea, ¿qué te reciba con los brazos abiertos?, ¿y que le dirás? Tu solo ibas a ver como estaban no acercarte, ¡estás loco!—inquiere con enfado en su voz.

—¡Cálmate hombre!, soy lo suficientemente grande como para tomar mis propias decisiones, y saber que tendrán consecuencias, además, Madi es la única que sabe de mí, y mi familia; ella es de confianza—trato de razonar con el—no dirá nada y por supuesto tu tampoco, ¿o sí?.

—¡No!, ¡Por supuesto que no!—exclamo frustrado, frotándose las sienes—perdón, perdón te apoyo sabes que cuentas conmigo, engañare a nuestros compañeros diciéndole que es una investigación para concordar que nadie interfiera con la barrera y se hará "persona por persona"—menciona agregando comillas al final.

—¡gracias! Y si fuera por mi sabes que no me acercaría, pero de verdad no puedo quedarme quieto solo viendo cómo se destruye la vida de mi hermana–Digo abrazándolo—sabes que yo haría lo mismo por tu hijo si estuviera en peligro.

—lose...y por dónde empezamos?—me separo de el para empezar a comentarle mi idea.

—Bueno, Madi se encargara de ordenarle a mi grupo de espías fuera de la organización para que la sigan al igual que a mi madre, imagino que todo estará listo como en 15 horas para la encrucijada, porque en investigar tardaran como unos 20 minutos si máximo no me equivoco, y Gael—me mira con sus ojos color celestes llenos de intriga—quiero, si no es molestia que seas el que esté a cargo de mi tropa, junto conmigo—asiente.

—Eso no es problema para mí—confiesa tranquilo.

—Qué bien que estés feliz, porque es hora de que el águila muerta, resucite de la oscuridad.

Desde este preciso y único momento, mi mente solo pensó en volver, y terminar lo que mi presente no puede desenredar.






La mentira está más allá de la realidad

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