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Es la tercera vez que te pido que te alejes de mi, me estas cansando lo haces solo para molestarme, eres horrible. -dieron irritado por la cercanía del mayor, tratando de alejarlo con mi mano para tener un poco de espacio personal-

Eres un exagerado Hyungwon, no tengo más espacio para moverme. ¿crees que querría estar tan cerca de tu horrible cara? el metro esta lleno así que deja de quejarte. -soltó el mayor con tono de burla mientras lo acorralaba más en la pared del metro- Deberías agradecerme que te tengo aquí cuidado entre mis brazos y no allá donde cualquiera puede tocar tu bonito trasero.

Eres horrible -dijo el menor con sus mejillas coloradas de un rojo suave- Si quieres puedes dejarme aquí y devolverme mi espacio personal -le recriminó mientras lo alejaba por cuarta vez- Deja de ser tan molesto por favor.

¿Molesto yo? -soltó una risa y ante la parada del metro abrazo al menor para que este no tropezara- Siempre he intentado cuidarte y tu solo me rechazas. -dijo para soltar al menor y comenzar a caminar haciéndose paso a la puerta, puesto que ya habían llegado a su parada-

Hyungwon  siguió a Hoseok bajando de el metro para llegar al anden y perderle de vista, soltó un gran suspiro y comenzó a caminar  paso lento hasta su casa. Ya era molesto tener que ver a Hoseok todos los días en la escuela, en su vecindario, en su vida. El mayor le encantaba jugar con su corazón y el lo sabía, pero cada vez que este tocaba su cuerpo, su lado racional desaparecía, el aun no amaba más que a su vida, pero nunca lo aceptaría de nuevo. 

Llego a su casa con ansias de llegar a su cuarto y poder dormir sin tener que verlo, pero su madre le dio una mala noticia debería empezar con su tratamiento de nuevo.

Los dos siempre fueron vecinos y sus ventanas estaban mirándose una a la otra, ninguno de los dos era capaz de cerrar la cortina y solo se observaban en silencio. Hyungwon entro a su habitación cabizbajo y dejo su mochila sobre el escritorio para sentarse y apoyar su cabeza en el, pensó que hacer sus deberes de la escuela harían despejar su mente pero no fue así, solo se quedo en silencio apoyado en el escritorio con los ojos cerrados.

Hoseok se extraño al no ver que el menor estuviera alegre y solo observó a que el menor se moviera de su posición, quizás esta durmiendo pensó, hasta que escucho los sollozos de Hyungwon y su corazón se oprimió, el quería saber que ocurría y aunque Hyungwon  lo siguiera alejando el descubriría que estaba pasando.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por su madre, quien lo llamo para que la acompañará, puesto que tenían visitas. Bajo las escaleras aun con la preocupación reflejada en su rostro, cuando llegó a la cocina su madre se encontraba acompañada con la madre de Hyungwon  en un silencio preocupante.

¿Ocurre algo? -se animo a articular mientras escuchaba los sollozos de la madre de Hyungwon-

Hyungwon debe volver a someterse a tratamientos médicos, su salud no está bien, el necesita transfusiones de sangre Hoseok -su madre tranquilizó a la madre de Hyungwon y le sirvió un té-

No encontramos a nadie que sea su donante permanente -dijo sin ánimos la madre de Hyungwon  mientras tomaba un sorbo de su té-

Yo lo haré -pronunció Hoseok con tono firme- El y yo tenemos el mismo tipo sanguíneo, lo sé por favor déjenme hacerlo -pidió a las mujeres mayores las cuales solo asintieron-

Youngblood [2won]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora