— ¿Harry? ¡Oh Harry! Realmente eres tú. —Digo envolviendo mis brazos alrededor de su cuello y colocando mi cabeza en su pecho.
— ¿G-Gwen? —Poco a poco envuelve sus brazos en mi cintura y me pega a él, su cabeza está en mi cabello, lo siento inhalar, para después soltar un gran suspiro y dejarme ir.
Pero yo no quiero que lo haga, así que me quedo aferrada a él.
Ahora, sus brazos están a sus costados, y yo abrazada a él, en la misma posición.
—Abrázame Harry, por favor, tengo miedo. —Desconfiadamente vuelve a poner sus brazos en mi cintura y apoya su barbilla en mi cabello.
— ¿Por qué tienes miedo? ¿De qué?
—U-un hombre me siguió hasta aquí desde el aeropuerto y-y está ahí para...do —Señalo hacia el lugar en el que estaba parado y no hay nada. ¡Él estaba ahí hace un momento!
— ¡Te juro que estaba ahí parado! Él me siguió hasta aquí. —Digo sollozando mientras tapo mi cara con mis manos. Harry me suelta y me mira con una ceja levantada.
—Cuando chocaste contra mí no había nadie detrás tuyo Gwen. — ¿Qué? Debe ser una broma.
—No es cierto, é-él estaba ahí, ¡Me grito que siempre estaría detrás mío y q-qué...!
—Gwen, Gwen, está bien te creo. —Dice rascando su nuca.
—No ¡Tú no me crees! —Mi llanto ha cesado, ahora comienzo a molestarme. Yo no mentiría sobre algo así.
— ¡Ya te lo dije! ¡Cuándo chocaste contra mí no había nadie detrás tuyo! —Eso no es cierto, yo no pude haberme imaginado eso, era tan real. Es real. —O anda vamos, dime como era el tipo ese, dímelo. Así podríamos ir con la policía en busca de ayuda.
—Yo... No lo recuerdo —Es como sí una mancha negra tapara su rostro, como sí jamás hubiese existido.
—Estas asustada Gwen, lo entiendo, tú madre se fue del país de nuevo, es normal que te pongas así.
— ¿Cómo sabes que mi madre salió del país? —No hemos hablado en semanas, yo no le pude haber contado eso.
—E-es obvio, sino, ¿Por qué estarías en el aeropuerto? —Suena lógico, tal vez me estoy volviendo loca.
—Tienes razón, lo siento, tal vez si lo imagine. —Digo recordando el incidente en el aeropuerto —Pero no creo.
—Vamos Gwen, te llevo a tu casa. —Toma mi brazo y me ayuda a levantarme.
Salimos del parque y volvemos a las calles de Los Ángeles, completamente desiertas y silenciosas.
Harry no ha dicho ni una sola palabra desde que salimos del parque, y no parece querer iniciar una conversación.
Suspiro frustrada.
Será mejor que en cuanto llegue a mi casa le hable a Nicole para avisarle que siempre no iré a su casa.
—Y bien, ¿Qué hacías tú por aquel parque? Está muy lejos de tu casa como para que hayas venido a pasear.
—Sí, lo sé, estaba tan adentrado en mis pensamientos que no me di cuenta de cuán lejos estaba, hasta que una chica me derribó. —Sonrío tímidamente, como lo extraño.
—Harry... tenemos qué hablar.
—Estamos hablando, a menos que a esto se le llame bailar.
—Harry por favor, hablo en serio.
—Pues te lo digo en serio, no quiero hablar sobre cualquier cosa que tengas que decir. Y menos si es sobre lo que hay entre Christian y tú.
—Bien, necesitas relajarte hombre. —Digo con una sonrisa.
—No estoy jugando Gwen. —Y con eso, dio por terminado mi intento de una conversación.
Aún faltan unos metros para llegar al instituto, lo que quiere decir que mi casa está aún más lejos.
Suspiro y miro a Harry, quien parece divertirse pateando esa piedra desde hace unas cuantas cuadras atrás. Vuelvo mi vista al frente cuando una camioneta color negro completamente cerrada derrapa frente a nosotros, cerrándonos el paso.
Harry levanta su vista del suelo y abre sus ojos completamente, me empuja detrás de él para intentar protegerme de quién sea. Mis nervios aumentan, y mi corazón comienza a palpitar más rápido de lo normal.
—Harry... —Susurro temerosa.
En ese momento las puertas de la parte trasera de la camioneta se abren y de esta salen 6 hombres con máscaras de animales. ¿Es un maldito chiste acaso? No se sí reír, llorar, o ponerme a rogar porque no nos hagan daño.
La última opción es mi favorita, y la más tentadora.
Los hombres se acercan a nosotros y Harry comienza a golpear a uno, dos de ellos llegan a él por la espalda y lo sujetan entre los dos, Harry intenta liberarse sin éxito alguno. El primer hombre ahora golpea a Harry, ¡Eso no es justo! Dos hombres lo están sosteniendo.
Los otros tres hombres se acercan a mí.
— ¡Corre Gwen! ¡Corre! —Escucho a Harry gritar. En cuanto me giro para echar a correr me encuentro al hombre que me perseguía antes. Con otros dos hombres detrás de él.
Lo último que recuerdo haber visto es a Harry intentando liberarse mientras grita algo que no llego a escuchar.
De ahí, todo mi mundo está en negro.
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Fear. (Secuestrada)
Fanfiction"-Por favor... déjame ir." Susurró Gwen antes de caer en un sueño profundo.