-Llegamos.
-¿Tenemos que bajar?
-No, la última vez perdimos el auto así que sigamos así pero si las cosas se ponen difíciles corremos.
-Bueno entonces sigamos.
-Espera, espera, espera...
-¿Qué pasa?
-Estoy aburrida.
-¿Y qué quieres que haga?
-Sigue conduciendo pero despacio- dijo mientras se bajaba de la camioneta.
-¿A dónde vas?
-Arriba.
Se subió a la parte superior de la camioneta llevando consigo algunas armas.
-Eso es peligroso.
-Sólo conduce despacio.
-Estás demente.Lleve el auto con primera para que ella pudiera ir segura.
-¡Conduces como anciano!
Subí la velocidad a tercera. Cuanto más nos adentramos a la ciudad la presencia de leprosos aumentaba, éstos se acercaban pero ella los mataba antes de que chocaran contra la camioneta.
-Ya que estás arriba dime si ves algún hospital.
-Nada.... espera gira a la izquierda.
Me detuve a unos metros del hospital ya que había algunos leprosos con bata en la entrada.
-¿Te ayudo a bajar?
-Descuida.
Los leprosos al vernos comenzaron a gruñir salvajemente.
-Entremos antes de que se acerquen más.Dentro del hospital había más en los pasillos pero eran estúpidos y logramos pasarlos.
Algunos golpeaban las puertas de sus habitaciones queriendo salir era tenebroso recorrer los pasillos cubiertos de sangre y escombros.
-No te alejes.
-Si, perdón.
La luz parpadeaba y me hacía sentir muy mareado. Recordé las miles de veces que pase en la sala de espera de varios hospitales esperando noticias sobre mi hermana, lo odiaba tanto porque en cada visita sabía que su vida se agotaba. Ingresaba con la nariz sangrando y los ojos perdidos para después salir con una sonrisa forzada, pasar casi toda su vida siendo analizada una y otra vez la forzó a crecer, sabía que no estaba bien y con el tiempo sería peor para ella, tomaba sus medicamentos, incluso se preparaba para sus quimio antes de que mamá le dijera, se limitaba a quedarse en casa conmigo jugando videojuegos o comiendo los postres que me preparaba. Ella conoció el dolor más profundo pero seguía aferrandose a la vida como si eso algún día terminará y termino de la forma más hija de puta.-¿Qué tienes?
-Recuerdos.
-¿Sobre tu família?
-Mi hermana pequeña tenía cáncer.
-Lo lamento, en serio.
-Uff está bien.Ella se acerco y me dio una palmada en la espalda.
-Subamos al segundo piso.
Los leprosos salieron como locos al notarnos, corrimos hacía una habitación y la bloqueamos con las camillas.
-Hay muchos afuera.
-Tenemos que pensar en algo antes de que la rompan.
-Ah- solté dos disparos al anciano que estaba dentro de la habitación.
-Gracias.
-Estuvo cerca.
-Aquí está lo que necesitamos.
-¿De verdad?
-Si, al fin pero tenemos otro problema afuera.
-Se seguirán acumulando si no hacemos nada ahora.
-Dame tiempo.
-Te puedo dar el tiempo que quieras pero creo que...- rompieron el cristal de la puerta- ellos nos son tan pacientes.
-Si así piden las cosas entonces así será.
Se coloco frente a la puerta y les disparo, el cristal medía aproximadamente 20 cm. x 30 cm. Y aprovecho para matar a todos los que pudo.
-Ahora son menos, ayúdame a buscar algo que nos sirva.
Rasgaban sus podridas manos por el cristal roto, su expresión era desesperada y espeluznante, su olor definitivamente es lo más asqueroso que existe.
-¿Ves algo puntiagudo?
-Uhmm déjame ver.... toma.Tomé el tubo de lo que sea que sostiene el suero y esas cosas y con una manguera de plástico uní el cuchillo que me dio.
-¿Te gusta mi lanza?
-Linda.
A través del cristal roto comencé a apuñalar a los leprosos que seguían ahí, la sangre estaba por todos lados pero quería terminar con esto de una vez por todas.
-¿Son todos?
-Eso parece.
Salimos de la habitación con las cosas de la lista y algunas más que podrían ser útiles para el refugio.
Corrimos hacia la entrada del hospital para toparnos con más problemas.
-Maldición.
Se frenó antes de salir. Se habían acumulado unos cuantos leprosos en la calle.
-Llévate eso, yo me encargo.
-Te quedan sólo dos pistolas ¿Crees que será suficiente?
-Los distraere mientras llegas a la camioneta, en cuanto dejes eso regresa a ayudarme. ¿De acuerdo?
-Ten cuidado.
Ella mato a unos cuantos y después corrió hacía la izquierda, cuando todos fueron tras ella fui hacía la camioneta, deje todo y tome un arma para alcanzarla.
Mire desde el crucero pero no había nada, corrí un poco más y la encontré, se había quedado acorralada arriba de un auto.
Comencé a disparar a distancia para aligerar la cantidad pero en un mal tiro revente uno de los neumáticos del auto en el que estaba y se resbaló, cayendo sobre la parte trasera corriendo el riesgo de ser alcanzada por los leprosos que aún la rodeaban.
Seguí disparando sin detenerme hasta que sólo quedaban cuerpos inmóviles.
-¿Estás bien?
-Tu sola presencia es mala suerte para mí.
-En verdad lo siento.
-Si ajá.
Seguía limitándose el polvo del trasero.
-¿Estas enojada?
-No, sólo estoy adolorida pero sigamos.
-Queda encontrar las máscaras de gas para regresar el refugio.
-Entonces vayamos por ellas.
-¿Tienes una idea de dónde podemos encontrar eso?
-Me parece que en uno de esos supermercados enormes tenía esas cosas en alguno de los departamentos.
-¿Uno como ese?
-Exacto... vayamos.
La entrada está cerrada, sólo quedaba rodearlo y entrar por la parte trasera.
Había zombies deambulando por el estacionamiento pero ninguno notó que estábamos ahí. Ella soltó dos disparos al cerrojo de la puerta, la pateo y entramos.
No había ruido alguno, sólo oscuridad y polvo como en todos los sitios a los que entramos, toda está porquería me está volviendo alérgico.
-No hagas ruido- me dijo después de estornudar.
-Se dice salud.
-Salud.
-Gracias.
-Eres un tonto- se rió.
La puerta por la que entramos nos llevo a unos refrigeradores gigantes. Salimos de ahí y de inmediato estaban los pasillos.
-Demasiado tranquilo.
Dejo caer un frasco de mayonesa y el sonido se escucho por todo el lugar pero ningún leproso salió.
-¡Hola!
-Dudo que entiendan algo de lo que dices.
-Quiero asegurarme de que no haya sobrevivientes.
No había más ruido que el de nuestras voces en todo el lugar.
-Parece que está limpio, vayamos por esas cosas.
Atrevasamos los pasillos pero accidentalmente choque con un estante y tire algunas cosas.
-Ten más cuidado.
-Si, ya déjame en paz.
-Aguarda.
Pronto el sonido de un llanto se escucho pero era difícil saber de donde provenía.
-¿Eso es un bebé?
-Creo que si.
Nos apresuramos por los pasillos hasta encontrar el origen del llanto.
-Por favor, no nos hagan daño.
Una chica salió con las manos arriba.
-No te haré daño si el sujeto de a lado baja el arma.
-¿Cómo?
La chica estaba sorprendida de que hubiera notado al otro que nos estaba apuntando, nisiquiera yo lo había visto.
-¿Qué es lo que quieren?- dijo mientras se acercaba.
-Necesitamos un par de cosas, no tenemos intenciones de pelear con ustedes... esa criatura necesita a sus padres aún.
El sujeto llego hasta donde estaba la chica.
-¿Y cómo entraron?
-Por la parte trasera, lamento lo del candado.
-¿Qué?
-Sólo tomaremos lo que necesitamos y nos iremos.
-Esperen, yo iré. ¿Qué es lo que necesitan?
-Alex no me dejes sola con ellos.
-Descuida, como ya lo dije no tenemos intenciones de pelear.
-No te preocupes cariño.Ambos lucían asustados y nerviosos ante nosotros.
-Mascaras de gas, eso es todo.
-Ah claro.
Él se marchó, al menos nos ahorro la molestia de tener que buscar.
-Hola- le dije al notar que no me quitaba los ojos de encima.
-Uhmm hola.
Ella regreso con su bebé que estaba en una cuna, llorando aún. Lo cargo pero seguía igual.
-¿Puedo revisar a tu bebé?
-¿Eh?- se aferró al bebé.
-No te preocupes, sólo es una revisión para saber porque llora tanto.
-¿Eres médico?
-Algo así.
Con una cara de inconformidad me dejo acercarme a él.
No parecía tener más de cuatro meses pero su peso era muy ligero.
-¿Les das pecho o fórmula?
-¿Qué?
No me extrañaba que estuviera atónita, se veía muy joven para ser madre.
-¿No es tuyo verdad?
-No, lo encontramos solo en el estacionamiento y no podíamos dejarlo ahí.
-¿Ese chico es tu novio?
-Si.
-Bueno, no importa pero recuerda que los bebés comen más veces al día.
-A propósito ¿Qué le das de comer?
-Jugo y leche.
-Es muy pequeño para el jugo y la leche de caja no lo nutre suficiente.
-No sermones Andrew.
-¿Tienes biberones?
-Ah si.
Comenzó a buscar entre la cuna.
-¿Puedes sostenerlo?
-¿Qué?
-Iré por unas cosas.
La sad girl sostuvo al bebé con una expresión rara en su cara, lo sostenía como si fuera a romperse.
-Sigue buscando el biberón iré por un par de cosas.
Corrí al departamento de bebés, tome las fórmula, pañales, toallitas y obviamente otro biberón, todo lo que pude, era posible que esa chica no tuviera idea de como cuidar de ese bebé.
-Sólo problemas, sólo me causa problemas esa cosa...
Escuche la voz del chico que nos apuntaba hace unos momentos, mientras caminaba de regreso.
-Si te causa problemas ¿Por qué lo tienen aún?
-Ella siente lástima por él, por eso se lo quedo pero no sabe cuidarse ni a ella misma.
-Es algo desagradable que hables así de tu novia.
-Lo siento, la amo pero estoy frustrado.
-No sé que decirte.
-No importa, aquí están tus cosas.
-Y aquí están las que necesitan para cuidar a ese bebé.
-¿Para qué quieres esto?
-Hay una fuga del virus a unos kilómetros de aquí y necesitamos acercarnos más de lo que podemos para detonarlo todo.
-¿Fuga?
-Así es, una fuga del virus muy peligrosa.
-Bueno, asegúrate de acabar con eso.
-Lo haré.
Volvimos hasta donde estaban las chicas, se habían sentado ambas sobre el suelo. La sad girl sostenía con más seguridad al bebé, incluso lo miraba con ternura mientras la otra sólo los veía emocionada.
-Lo has calmado, que bien.
-¿Uhm?- se sonrojo.
-Sostenlo un poco más, le preparé un biberón.Era adorable verla con esa pequeña criatura, tal vez le recuerde a su família también.
-Oh que tonto, no podemos darle esto frío.
-Tenemos un microondas aquí.
-Dame uno de esos vasos de aluminio, por favor.
Ellos habían acoplado ese pequeño espacio de las oficinas para vivir aún teniendo todo un super para ellos solos.
-¿Podrías?
-Pero... ¿Cómo lo hago?
-Ponle el biberón en la boca e inclinalo un poco.
Ellos nos miraban como tontos, realmente no tenían ni idea de como ser padres aún. -Oh que mierda estoy sonando como mi madre-
Uff mi madre, la ayudé cuando mi hermana era una recién nacida, le debo lo que sé a ellas dos.-Oye.
El chico me llamo lejos de ellas.
-¿Qué?
-¿Crees que podrían cuidar de esa cosa ustedes?
-¿Qué? No podemos.
-Debo cuidar de ella y de mí pero esa cosa no es mi responsabilidad.
-¿Cómo puedes decir eso?
-Rompieron el candado cuando entraron, nos han dejado expuestos, nos han pedido esas cosas raras para su supuesta misión... me debes un favor.
-Que imbécil.
-Es un trato justo, llévate ese bebé creo que vivirá más si se queda con ustedes.La misión no ha terminado, aún nos falta regresar con vida al refugio, llevar con nosotros a un bebé nos causaría problemas. Podríamos hacerlo y después dárselo a alguien del refugio pero ahora todo depende de la decisión de la sad girl.
-Debo hablarlo con ella primero.
-¿Ella? ¿No tiene un nombre?
-Tal vez pero jamás me lo ha dicho... a nadie.Fui con ella, me senté y entonces le dije todo.
-Alguien más a quien cuidarle la espalda, que suerte la mía.
-No lo tomes de ese modo, además estos idiotas no saben que hacer con él.
-Y nosotros tampoco.
-Dale una oportunidad.
-Dar oportunidades me ha causado conflictos.
-Sólo es un bebé.
-Justo por eso, a él no puedo decirle guarda silencio y que lo haga. Nos complicará el camino y lo sabes.
-¿En verdad no te has encariñado ni un poco?
-No.
-Es muy lindo, creo que se parece a ti.
-Eso no es verdad.
-Claro que si.
-Te odio como no tienes idea.
-¿Eso es un si?
-Si pero tú lo cuidaras y más vale que no lloré.
-Que amargada.
-Ya vámonos.Tomamos algunas cosas para el camino, ella se llevo al bebé en brazos incluso cuando me dejo toda la responsabilidad de cuidarlo. Sé que en el fondo, ella también se preocupaba por el bebé.

ESTÁS LEYENDO
Zombies, caos y su mirada Parte I
AdventureEl mundo ha sido infectado por un virus agresivo que acabará con toda esperanza. La historia se centra en Andrew, un sobreviviente que a pesar de sus bajas posibilidades de continuar no se da por vencido, sobretodo cuando conoce a una extraña chica...