La Nueva Casa De Harry - Capítulo 45

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Harry metió el último poco de comida en su mochila y se la echo al hombro. Él no había querido levantar la sospecha de los elfos pidiendo mucha comida o comida que obviamente era destinada para otra cosa en vez de los típicos bocadillos para el dormitorio, pero aun así recibió más de lo pedido, y cuando volviera a su dieta de cuando vivía con los Dursley le duraría por un buen tiempo. El planeo esconderse en el Bosque hasta que la búsqueda inicial hubiera muerto, y entonces buscaría una forma de llegar a la ciudad. Ojalá que no fuera más de un par de semanas.

Él tragó en seco al recordar algunas de las historias que los chicos más grandes habían contado sobre el Bosque, pero luego se reaseguro con las historias de Canuto. ¿Acaso su padrino y sus amigos no habían jugado en el Bosque durante la luna llena? ¿Cuán peligroso sería? Y todo el mundo sabía que no había arañas tan grandes como autos. Los gemelos solo lo estaban inventando para molestar a Ron. Harry recordó un programa de la naturaleza que una vez había escuchado en la tele; que decía que los animales salvajes estaban más asustados de las personas que las personas de ellos, así que si uno no le daba razones para atacar, como tratar de acariciarlos o algo tan estúpido como eso, te dejaban en paz. Y así era como Harry manejaría a las criaturas del Bosque: él las dejaría solas, y ellas lo dejarían solo a él.

Harry se apuró hacia la salida. No faltaba mucho para el término de las clases, y necesitaba irse cuando los pasillos aún estaban vacíos.

El justo había alcanzado las puertas principales y estaba empujándolas para abrirlas cuando se cerraron de porrazo con un sonoro golpe. Harry saltó sorprendido, pero antes de que pudiera abrirlas nuevamente, escuchó su nombre—¡HARRY JAMES POTTER! —Gritó furiosamente Snape, apareciendo en las escaleras.

Harry se preparó para correr pero Snape lanzó un hechizo, una cuerda azul mágica se envolvió alrededor de él y salió volando hacia su padre. Fue depositado, no muy gentilmente, en sus pies, y luego dos manos descendieron en sus hombros—¿Qué crees que estás haciendo? —Pregunto Snape.

Harry tragó saliva, manteniendo agachada su cabeza. ¿Que se supone que diría? Si le contaba a su Pa y él le creía, pelearía con el director y perdería su trabajo. Quizás el director haría algo peor, ¡Como mandar a su Pa a Izkibibble! ¿Pero si su Pa no le creía y pensaba que era un mentiroso tramposo? Entonces quizás no interferiría con el plan del director de enviarlo de vuelta con los Dursley, y eso sería aún peor. Harry no creía que pudiera soportar que el rostro de su padre se llenará con desdén y condena.

—Yo... yo debo irme—Dijo rápidamente, tratando de liberarse.

—Oh, no, jovencito. Creo que no—La campana sonó y Snape miro alrededor, y rápidamente entro con Harry a un salón cercano en desuso—Ahora. La historia completa, Sr. Potter, y rápido—.

Harry se quedó quieto, mudo, y la paciencia de Snape se evaporó—Ya veo, deseas jugar charadas. Muy bien. Veamos que tenemos aquí—Le saco el gorro a Harry y la mochila y la capa—Muy bien. Veamos, tenemos a un chico travieso que esta vestido en sus ropas más abrigadas y—Lanzó una rápida mirada a la mochila—Un suministro de alimentos. ¿Acaso estabas planeando... huir? —Le susurro con sarcasmo.

Harry tragó y logró asentir levemente.

>> ¿Y dónde planeabas ir exactamente, chiquillo idiota? —.

—Yo... yo me iba a esconder en el Bosque Prohibido—Hary admitió, su voz nada más que un susurro.

—¡QUE! —.

Retrocedió ante la pura indignación en la voz del hombre y tembló de miedo sin poder evitarlo.

Snape se obligó a calmarse. Desde el momento en que leyó la nota que Weasley le había pasado y se dio cuenta que Harry estaba planeando dejar Hogwarts, él había estado frenéticamente tratando de encontrar al chico a tiempo. Atraparlo en la puerta del Castillo ya había sido malo, pero darse cuenta de que el cabeza de chorlito había estado planeando calmadamente adentrarse al Bosque Prohibido como si no estuviera lleno de criaturas que se deleitaban en comer humanos... su dedos picaban de ganas de darle unos buenos palmazos al chico para que recobrara el sentido común, pero mejor respiro profundamente—¿Y porque—Él finalmente logró componerse lo suficiente para preguntar—Creíste que esto era necesario? —.

Harry's New Home - KbinnzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora