Colegio Celeste Farrec

Capítulo IV Historias a través del tiempo

Bueno... esta vez el capítulo será algo diferente ya que será en un Universo Alterno, en el cual esta basado en una exposición que se hizo sobre las culturas antiguas, así que espero que lo disfruten. Serán cuatro pequeñas historias. Sin más espero que les guste. (Lo que suceda en este episodio no afectara de ninguna manera a la historia original y está es 💯% hecha por mi imaginación)

💠☯~•CHINA•~☯💠

En la antigua ciudad de Beijing, una joven de cabello castaño claro, de nombre Isabel, caminaba por los mercados en busca de algunas frutas, que su abuelo Luke, la mando a traer. Su piel pálida y ojos color aceituna eran de agrado para los jóvenes de la ciudad.

- Muchas gracias - Decía la joven al vendedor que le había suministrados todos los pedidos de su abuelo.

- Isa, ¿cómo estás? Cuanto tiempo sin vernos - Una chica de cabello oscuro se acercó a la joven.

- Nahomi, cuanto tiempo sin vernos - Las chicas hicieron una reverencia antes de continuar.

Ambas chicas empezaron a platicar mientras miraban la nueva muralla que se estaba construyendo a las afueras de la ciudad.

- Mi tío está trabajando en la muralla. Ojalá y esto nos ayude a protegernos de los mongoles - Nahomi tenía la mirada perdida ya que recordaba los múltiples ataques que aquella ciudad china sufría.

- No te preocupes, pronto termináremos la muralla y Beijing sera seguro otra vez - Isabel no era de China. Ella venía de las tierras del norte (actualmente Rusia), pero ya le habían tocado múltiples ataques mongoles a la ciudad.

- ¡Ayuda! - Una chica de cabello corto corría con un chico en brazos y el vestido desgarrado.

- ¡Emma! - Nahomi e Isabel gritaron al mismo tiempo mientras corrían a ayudar a su amiga.

- Los mongoles atacaron los cultivos del este y se dirigen a la ciudad - Al escuchar esto, el pueblo entero entró en pánico, por lo que empezaron refugiarse.

Isabel y Nahomi llevaron al joven adentro, mientras que Emma corría a alertar a los guerreros.

- A... Adrián - Isabel se horrorizó al reconocer a aquel chico ya que él fue uno de los pocos que la acompañaron cuando partió de las tierras del norte.

- Esto ha ido demasiado lejos - Isabel salio de casa y se dirigió a una pequeña bodega donde tenía un arma que ella misma había diseñado.

Isabel sacó cinco de éstas, y a su vez envenenó la punta de las flechas, ya que su arma consistía en un exágono, el cual estaba cargado con 66 flechas que a su vez estas estaban envenenadas.

Isabel tomo los cinco artefactos y se dirigió a la gran muralla en donde los arqueros ya se preparaban para disparar las flecha.

- ¡Preparen las armas! Llegarán en cualquier momento... - Gritó el comandante Ian, un hombre reconocido en toda China, a sus hombres.

- Ian, tengo el arma que nos podrá salvar... - Isa estaba algo nerviosa, ya que a ella, como a varias del la ciudad, les gustaba Ian.

- Lo siento, pero las mujeres no pueden involucrarse en la guerra. Vete a casa y no salgas - Ian tenía un tono de indiferencia, ya que no le importaba lo que le dijera.

- Puedo acabar con el sufrimiento de la gente... ¿Acaso no quieres que esto termine? - Le decía Isabel, con un tono molesto, a Ian.

- Vete a tu casa. Es una orden - Ian estaba molesto por las palabras de Isabel, por lo que decidió tan solo ignorarla.