Capitulo 3

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Jooheon le inundaba la ira, estaba seguro que ese muchacho se había vuelto loco, de tal forma que quería evitar quedarse un minuto con él. Changkyun quería retenerle contra su voluntad, quería secuestrarle para toda la vida, el mayor no podía pensar en claridad después de haber escuchado que le decía semejantes palabras. Observó como el menor se dirigía hacia el armario y abría de par en par las puertas negras, los ojos de Jooheon se abrieron completamente. El armario era como una enorme despensa de juguetes extraños de tortura, donde debería haber ropa había una colección de látigos y fustas, en los estantes de dentro del armario había consoladores, vibradores de distintos tamaños y colores. Changkyun al no escuchar el movimiento de las cadenas metalizadas detrás de él observó de reojo a Jooheon que mantenía los ojos en el enrome armario que tenía delante y con una sonrisa segura se giró mientras se colocaba el cabello hacia atrás con los dedos.

- ¿Te gusta lo que ves? – preguntó en el mismo momento que abría uno de los largos cajones, Jooheon observó el movimiento viendo que en el interior completamente alineados se encontraban un montón de collares de cuero negros con cadenas brillantes, esposas, grilletes de metal que parecían muy pesados, bozales con pelotas, y también bozales con agujeros en la boca, antes que pudiera reaccionar o decir alguna cosa Changkyun que mantenía los ojos en él abrió otro cajón, uno de más pequeño, en su interior había una tela roja, aterciopelada esperó la reacción del muchacho, podía notar el miedo en sus ojos cuando vio los objetos punzantes, agujas, y sondas de metal para la uretra de distintos tamaños aunque estaba seguro que la mitad de varillas no sabía para que se usaban.

- Estas completamente loco... - susurró en el momento que una gota de sudor frío bajaba por su rostro, empezó a moverse de nuevo, exageradamente con la intención de soltarse – ¡Vete a un manicomio! - gritó

- Tengo más cosas ¿No quieres verlas?

- ¡Vete al diablo! – gritó completamente desesperado para desatarse, el movimiento de su cuerpo conseguía que se balanceara con fuerza de un lado hacia el otro mientras intentaba mover sus piernas y el cuero rasgaba su piel.

Changkyun desvió la mirada hacia los látigos observando también los gatos algo pensativo.

- Para empezar el castigo con el menos doloroso... - susurró cogiendo solo un látigo con una sola tira. Mientras inspeccionaba el mango duro y negro. – Es una buena elección.

Jooheon seguía intentando mover sus brazos en cuando observó que el muchacho caminaba con el látigo negro en su mano, completamente aterrorizado empezó a mover la pierna que no tenía sujeta de una forma completamente exagerada, estaba rezando de que se tratara solo una pesadilla, podía notar que todo su cuerpo temblaba sin dejar de desear que las cadenas del techo se rompieran, se movió con más fuerza balanceándose, fue en ese entonces cuando dejó de escuchar los pasos de Changkyun que se había parado detrás de su espalda.

Changkyun hizo el primer movimiento, tiró hacia atrás su brazo y movió con fuerza en el momento que el cuero impactaba en la espalda del muchacho junto con un fuerte sonido que pareció que resonara en toda la habitación. Jooheon gritó, el dolor fue seco, un golpe rápido pero notaba como su espalda le quemaba de una forma extraña mientras su cuerpo se movía por el balance del golpe entre las cadenas. Su cuerpo estaba cansado de esa posición e intentó volver a deshacerse de lo que presionaba su piel, el miedo le envolvía, su corazón latía con tanta fuerza que solo deseo poder conseguir escapar de allí, notaba como el labio le empezaba a temblar cuando el impacto volvió. Fue rápido pero cerró los ojos con fuerza en el momento que gimoteaba de dolor y fue en ese entonces que Changkyun volvió a mover su brazo con rapidez y volvió a estampar el látigo en la piel blanquecina del muchacho.

I'.M THE BAD BOYWhere stories live. Discover now