bajo la lluvia

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13 de enero. Ese día me levante un poco tarde. Me senté en mi cama y mire un zapato como por media hora, después reaccione y baje a la cocina como siempre y comí cereal, mientras comía hable un poco con mi padre. Subí de nuevo a mi habitación la ordene un poco, me duche, me vestí, tome mi celular y le escribí a Lissa, después de un rato me respondió y acordamos salir, debíamos encontrarnos en la tienda de café así que salí de casa y fui a la tienda, en el camino me sentía feliz por ir a ver a Lissa pero recordaba lo que paso en la noche con mi padre y sentía que de verdad el me había ayudado aunque seguía deseando un abrazo de mi madre, al llegar a la tienda vi a Lissa y solo quería darle un abrazo me acerque a ella y fue Lissa quien me dio un abrazo, con eso recordé el abrazo que me dio mi padre y no pude evitar llorar baje la cabeza y no quería mirarla a los ojos, ella me pregunto sobre que me pasaba y no le respondí. Caminamos hasta un parque y nos sentamos, Lissa me miro a los ojos y me pregunto de nuevo sobre que me pasaba, baje la mirada y después de un rato me decidí a contarle lo de mis padres. Le dije que mis padres se estaban divorciando por que mi madre pensaba que la relación entre ellos dos estaba muy mal y mi madre prefería vivir sola, al contarle eso algunas lagrimas se deslizaban sobre mis mejillas, Lissa me miro a los ojos y mientras limpiaba mis mejillas me dijo que estuviese tranquilo que entre los dos lo íbamos a superar y que siempre podía confiar en ella , le dije que gracias y poco a poco me tranquilice. Después hablamos sobre el colegio y lo emocionada que sentía ella al entrar al colegio de nuevo, yo solo quería ir a el colegio para ver a Lissa. Aunque en ese momento la tuviera en frente mio. Mientras Lissa me contaba sus "maravillosas" anécdotas y sus extraños planes en el colegio yo la miraba y me sentía lleno, me sentía completo, Lissa era hermosa, en ese momento me dí cuenta que me estaba enamorando de Lissa, sentía que lo poco que conocía de ella era suficiente para amarla, después de que Lissa termino de contar sus anécdotas me propuso preguntarnos cosas que no sabiamos de el otro y confundido acepte empezó Lissa preguntándome por mi color favorito y le respondí que era el azul enseguida le devolví la pregunta y Lissa me dijo que su color preferido era el amarillo sonreí y Lissa me dijo que ya era mi turno. Le pregunte que hacia donde le gustaría viajar, Lissa sonrió y me respondió que le encantaría viajar a las heladas montañas de Alaska y me devolvió la pregunta entre risas yo le dije que me gustaría viajar con ella a Alaska, ella se sonrojo un poco y me dijo que seria perfecto hacerlo algún día y los dos empezamos a imaginar cientos de formas para conseguir dinero para ir. Al hablarlo parecía demasiado facil, y nos comprometimos a reunir dinero, cada vez que nos viéramos debíamos dar cierta cantidad de dinero y guardarlo en un cerdo de porcelana, esa fantasía mutua parecía demasiado alcanzable y fácil, en ese momento todo era perfecto y así se nos fue el tiempo hasta que se hizo tarde y debía volver a casa, pero antes de decirle a Lissa que debía irme pensé en acompañarla hasta su casa, era una grande idea, le pregunte si podría acompañarla a casa, Lissa me miro sonrió tiernamente y acepto empezamos a caminar y Lissa me dijo que debíamos pasar por la tienda de café para avisarle a Annie que ella iba para su casa. Después de hablar con Annie, Lissa y yo seguimos caminando entre risas y una extensa conversación que parecía infinita. Al llegar a una calle no muy lejos del café empezó a llover al principio pensé que era malo que lloviera y me preocupe por Lissa hasta que ella empezó a saltar en los charcos de agua y yo le seguí el juego, la tome de la mano y empezamos a correr bajo la lluvia mientras nos reíamos a carcajadas, mientras corriamos me sentía feliz y sentía que con Lissa no iba a necesitar nada ni a nadie mas. Al llegar a su casa le dí las gracias por ese maravilloso día y le dí un abrazo, Lissa se dirigió a la puerta de su casa y me dijo que se la había pasado genial y sonrío mientras se despedía de mi. Empecé a caminar rumbo a mi casa mientras las gotas de lluvia me golpeaban suavemente, esa noche tenia una sonrisa enorme y todo el camino pense en Lissa y pensaba si de verdad me estaba enamorando de ella, al final llegue a la conclusión que debía verla de nuevo para deducir si me había enamorado de ella. Al llegar a mi casa subí a mi habitación salude a mi padre y le dí una larga explicación del por que estaba mojado y del por que había llegado tarde a casa tal vez se molesto un poco, después de su típico sermón fui a darme una ducha caliente me vestí y me recoste en mi cama, tome mi celular y le escribí a Lissa, después de cinco minutos me respondió y charlamos por un buen rato sobre lo bien que la habíamos pasado en ese día y sobre el fantástico viaje a Alaska. El sueño me ataco y me despedi de Lissa, ella estaba cansada igual que yo, esa noche no acordamos vernos al día siguiente por que Lissa iba a estar ocupada con Annie. Después de terminar de hablar con Lissa solté mi celular y cerré mis ojos mientras pensaba en Lissa, no podía sacarla de mi mente, me sentía tan afortunado de haberla conocido y pensaba en si ella creia lo mismo, y de pensar e imaginar cosas y futuros ficticios me quedé dormido casi de inmediato

la chica del cafe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora