Habían pasado tres días desde la noche de Halloween y Dean está oficialmente jodido como resultado de la cacería de mierda que había acontecido esa misma noche, en la que una niña vestida como La Sirenita había muerto en sus brazos, su sangre derramándose en sus manos. Había regresado al motel y estuvo contemplando su reflejo durante tanto tiempo que podría haberse quedado dormido de pie, allí mismo.
No había hablado con nadie en esos tres días, salvo algunos gruñidos mínimos al dependiente de la tienda de licores de la esquina. Esta noche se ha duchado, pero no se ha afeitado y está listo para salir a beber en algún maldito bar de mala muerte para que, al menos, las primeras etapas de su alcoholismo tuvieran algo de compañía.
El jodido "One Bourbon, One Scotch and One Beer" Está sonando cuando entra, y es tan cliché, tan jodidamente cursi, que casi vuelve a salir. Pero cuando ve el letrero escrito en una cartulina blanca detrás de la barra, uno que anuncia que la cerveza de barril es a dos dólares, se deja llevar de nuevo, caminando hasta la barra con un solo propósito y con la tarjeta de crédito ya en la mano.
Dos horas después, ha bebido tantas cervezas como dedos tiene, sumándole algunos chupitos, y está apoyado en la pegajosa barra, los ojos bailando pesadamente a su alrededor. Está totalmente relajado, totalmente bien, solo necesita un minuto para asentarse en su embriaguez y estará bien.
—¿Te invito a otro, amigo?
La voz viene de su derecha y balancea su cabeza hacia ese lado, viendo a un par de chicos de su edad realmente atractivos, con el cabello desordenado, con aspecto de colegiales y grandes sonrisas. Los dos chicos se funden en uno cuando los ojos de Dean se centran y entonces, Dean le sonríe.
—No bebo, amigo.
El tipo bufa ante la broma y se deja caer en el taburete justo al lado de Dean, levantando la mano para llamar la atención del camarero.
—Dos Miller Drafts genuinas.
Dean murmura su agradecimiento y envuelve su mano alrededor de su actual vaso que está vacío y manchado con huellas grasientas.
—Por cierto, soy Luke —. El tipo no está mirando a Dean, no está tratando de conquistarlo, pero el sentido arácnido de Dean le dice que, a Luke, probablemente le gusta la apariencia de Dean. Y Dean no puede evitarlo, así es como es.
—Dean —. Asiente con la cabeza hacia el camarero que, cansado, le pasa otro vaso de cerveza y Luke y él levanta sus bebidas en un perezoso saludo antes de tomar dos tragos idénticos. Dean la baja y se lame la boca, mirando fijamente su mano que se siente tan malditamente pesada encima de la barra.
—¿Cuántas has tomado esta noche, Dean?
Dean se encoje de hombros, sus ojos cerrados por la forma en que su cabeza está flotando. Se siente bien, lo hace sentir un poco fuera de control, temerario, y es la primera vez en días que ha cerrado los ojos y no ha visto a una niña pequeña con sangre manando de debajo de una peluca de un naranja zanahoria.
Joder, bien.
Bebe hasta la mitad de su vaso y lo baja con fuerza, frotándose los ojos con una mano cansada.
—No sé. La docena de Baker*, supongo.
N.T: Baker's dozen, la docena del panadero. Significa 13 o 14 y viene de una costumbre medieval en las que los panaderos que vendían una docena de panes añadían uno o dos más gratis para que no les penalizaran por una ley que prohibía vender cosas por debajo de un peso determinado. Con ese pan de más se garantizaban alcanzarlo.
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Two - Headed Boy (Invisible Boy Serie)
FanfictionSegunda parte de la serie Invisible Boy, escrita por Dollylux y traducida por mi con su correspondiente permiso. La vida de Sam de los dieciséis a los veintidós años. Esta es la historia de los últimos días de inocencia durante un sofocante verano...