Al pasar el fin de semana mas rápido del que April podría esperarse se sintió un poco desanimada por dar inicio a una nueva semana escolar de manera que en ninguno de sus sueños, su príncipe no estuvo presente.
Bajó al comedor con su mochila colgando de uno solo de sus hombros, allí se encontró con sus padres y su hermano terminando su desayuno. Su padre ya estaba vestido con el atuendo casual de todos los días para ir a trabajar al igual que su madre. Esta ultima la escaneaba de pies a cabeza con sus grandes ojos azules. Y al otro lado de la mesa su hermano se encontraba igualmente preparado.
Tomó asiento comenzando a comer sus wafles rellenos de miel y a beber sus jugo de naranja. Su hermano se levantó de la mesa para luego irse. April frunció el ceño ante su repentino acto y preguntó:
–¿Ya es hora irnos, Noath?
Al no recibir respuesta por parte de su hermano se dijo que algo andaba mal. Noath salio de la casa y al instante se escuchó el motor de su coche.
–April...–la llamó su padre, ella se giró al instante– Le he pedido a Noath que ya no sea tu chofer de ahora en adelante.
»No quiero que vuelva a ocurrir lo mismo de hace días, jamas me perdonaría el perderte y es por eso que te he conseguido un nuevo chofer. Él te esperará afuera, en la entrada todos los días y te recogerá del instituto... ¿Me has comprendido?.
Con un movimiento leve asintió procesando lo que acababa de decir su padre. Noath ¿ya no la llevaría al instituto? Ya no iba a ser como antes ¿y si el nuevo chofer le hacia algo? No podría permitírselo, le causaba un poco de miedo el solo pensarlo. Terminó de comer, se levanto y se marchó.
Afuera de la casa tal y como se lo había aclarado su padre se encontraba un chofer algo joven dentro de una limusina negra de ocho puertas (4 a cada lado). Subió con su repentino cambio de humor para luego arrancar y salir de la propiedad.
Durante todo el camino April no abrió la boca, no pregunto nada (además que no lo haría, no quería saber nada sobre ese tipo y si su padre lo contrato ella confiaría) y solo mantuvo la vista en el cristal de la ventana.
Al llegar al instituto su chofer se detuvo frente a la puerta de entrada donde Nicole y Ethan ya esperaban por ella. La primera al ver que bajaba de la limusina sin su hermano fruncio ligeramente el ceño y busco de manera inerte a Noath con la mirada.
–Hola chicos... ¿subimos?–preguntó April algo irritada.
–Hola April– ambos amigos respondieron al unisono.
Ethan al observar la escena hecha por Nicole, le pasó delicadamente su brazo por sus hombros he hizo que avanzara al interior del instituyo. El trio de amigos subieron a su primera clase matutina con mucho entusiasmo (nótese el sarcasmo) y alegría.
≈≈≈
–April... Psssst... April– su amiga no dejaba de llamarla durante toda la clase de matemáticas.
»April necesito preguntarte algo... Pssst April...
–Señorita Donet creo que usted ya puede resolver las ecuaciones del pisaron y por eso molesta a la señorita Cohen... ¿Puede pasar a resolver el primero?.
El profesor le tiende el marcador a Nicole esperando a que ella resuelva la operación. Ella se levanta algo nerviosa, toma el marcador y se dirige al frente para resolver no sin antes lanzarle una mirada de muerte asegurada a April.
≈≈
Luego de las clases el trio de amigos se encontraban en el comedor almorzando la variedad de exquisiteces que se encontraban a diario en el gran cafetín del instituto. Nicole llevaba en su bandeja : un sándwich, un coca cola y una manzana roja. Ethan llevaba: una amburgesa, un sprite y una manzana verde. Mientras que April simplemente llevaba: una rebanada de pizza, coca cola y una pera.
Los tres tomaron asiento en la mesa del centro y prosiguieron a comer lo que compraron. Hasta que Nicole fue la que rompió el silencio :
–¿April porque no te trajo tu hermano al instituto?– fue demasiado directa que casi se atraganta con su coca.
–Bueno es que la verdad tiene demasiado trabajo y ya no podía seguir recogiendo me– en parte decía la verdad pero por otro lado...
–Significa que ¿ya no lo podre ver todos los días?– dijo soltando un suspiro alentador.
–No.
–¡Que triste, moriré!– dijo la muy dramática.
–Sobrevivirás– dijo Ethan mordiendo parte de su amburgesa.
–¿Tu que sabes?– sentenció ella bebiendo de su soda.
»Bueno cambiando de tema... ¿Como creen que sea el hijo del profesor O'Brien?–La verdad no lo se ni me interesa– comentó April terminando su almuerzo.
–Era de esperarse viniendo de ti...– soltó una risita– pues en mi opinión creo que es alguien muy guapo.
–¿Como eres capaz de idealizar te a la persona sin siquiera haberla visto?– pregunto el chico.
–Intuición femenina o eso creo– dijo tocando su mentón en modo pensativa.
Al terminar de almorzar los tres se dirigieron a la clase de musica donde el "sustituto" daría inicio a la clase. Al entrar todos se acomodaron en los mismos lugares de siempre ya que el hijo del profesor aun no llegaba.
Pasaron unos cuantos minutos de espera hasta que el llegó. Al cruzar la puerta todas en el salón se quedaron boquiabierta con el chico que tenían al frente e incluso April había tenido esa reacción cuando nunca lo había experimentado.
El chico era de tes blanca y palida, era muy alto, de cabello negro acomodado perfectamente hacia un lado de su cara, tenia una facciones varoniles muy marcadas y unos ojos... Eran los ojos mas lindos que ella había visto en su vida. Eran grises como los de su príncipe.
–Buenos días chicos mi nombre es Sean y como todos han de saber soy el sustituto del maestro O'Brien, yo seré su nuevo instructor de musica de ahora en adelante– su vos era ronca y sexy – Desde ya les digo que no soy su amigo y no quiero que me consideren como tal. Solo miren me como el nuevo profesor nada mas y si tienen preguntas quiero que sean de la clase, no preguntas personales ni preguntas estúpidas por favor.
April supo que algo andaba mal con él pero prefirió guardárselo para ella. Supo desde el primer instante en el que ese chico cruzo la puerta que el joven era muy parecido al príncipe de sus sueños y tenia que saber mas de ese tal Sean que se hacia pasar por su príncipe azul.
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La pianista ♪♪
Mystery / ThrillerCierra los ojos... imagina que es real. Piensa en un futuro no muy lejano... acorde con la realidad... en el que ambos podamos estar... para iniciar una vida sin final.