Capítulo 19 "La única excepción"
No sé muy bien cómo fueron las cosas, solamente me recuerdo tirada junto al cuerpo inconsciente de Lucas mientras lo abrazaba y lloraba desconsoladamente.
-¡Que alguien llame a la ambulancia!-grité y una señora apuntó a alguien que estaba a su lado con un celular en el oído hablándole a la ambulancia-Dios mío, Lucas-lo abracé con una mano y con la otra le saqué el casco que yo tanto lo había molestado para que lo usara, sonreí con tristeza cuando logré sacarlo-Despierta, por favor. No sé lo que habrá pasado allá pero me tienes a mí y yo no te voy a dejar, pero por favor, tú no me dejes a mí. Te necesito aquí conmigo.
Tomé su cara entre mis manos y lo besé con la esperanza de que esto fuera como en las películas y él despertara pero no fue así. La ambulancia no tardó en llegar, así que los paramédicos en cuanto vieron a Lucas bajaron una camilla y lo subieron en ella.
-¿Qué es usted del paciente?-un paramédico bastante joven se acercó para ayudarme a levantarme del suelo mientras que otros dos subían a Lucas a la ambulancia, en ningún momento perdí a Lucas de mi vista...Estaba tan indefenso-¿Señorita?-lo miré con los ojos abiertos y parpadeando rápidamente.
-Soy...Soy su novia.
Mentirita piadosa.
Claramente si decía que era su amiga no me iban a dejar ir con él en la ambulancia, o quizás sí pero de todas formas prefería asegurarme con eso. Además sabía muy bien, en el fondo de mi alma, que me hubiese gustado de verdad ser su novia.
Los otros paramédicos le indicaron al que me estaba hablando que ya estaban listos para ir al hospital, este asintió y yo lo miré aterrada de que me dijera que no podía ir con ellos e ir por mi cuenta al hospital. Antes de que me dijera algo yo hablé.
-¿Puedo...ir con ustedes adentro verdad?-en cuanto el paramédico asintió, corrí para subirme a la ambulancia y sentarme junto con Lucas. Apenas lo vi con el tubo para oxígeno mis ojos se humedecieron y lo único que pude hacer fue acariciarle el pelo con una mano y con la otra tomar la suya y acariciarla con mi pulgar-Vas a estar bien.
-¿Cómo fue que pasó?-preguntó el mismo paramédico con el que había hablado en un principio.
-No lo sé-me encogí de hombros para que después sacara mi mano de su pelo y secara mis lágrimas-Estábamos en el hospital porque nuestras mamás tuvieron un accidente, yo entré a ver a la mía y cuando salí él ya no estaba, así que fui corriendo a buscarlo...Y lo encontré así.
Bajé la cabeza y apreté la mano de mi-no-novio más fuerte, traté la mayor parte del tiempo en que las lágrimas no salieran, pero cada vez amenazaban con brotar de mis ojos con más fuerzas cosa que ya no podía controlar.
-Tranquila, va a estar bien-me tranquilizó uno de los paramédicos-Haremos todo lo posible para que lo esté, lo llevaremos a urgencias y ahí el doctor verá que puede hacer -asentí aún con las lágrimas recorriendo mi cara.
Aunque el paramédico haya dicho que Lucas se pondría bien, yo no dejaba de preocuparme. Primero nuestras madres tuvieron un accidente, segundo, algo le tuvo que haber pasado a la mamá de Lucas para que él saliera de esa manera y tercero, estaba en una maldita ambulancia con Lucas inconsciente.
Los paramédicos hacían no sé qué con la máquina que estaba junto a Lucas mientras que yo lo único que hacía era tomar su mano, mirarlo fijamente y llorar. Lo bajaron rápidamente de la ambulancia en cuanto llegamos, yo los seguí por los pasillos hasta que uno me detuvo y vi cómo se lo llevaban a no sé dónde.
-No puedes pasar y estoy seguro que lo sabes-asentí aun con la vista pegada en la puerta donde desapareció Lucas-Va a estar bien, serás la primera en saber cuándo lo pasemos a alguna habitación.
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Quédate a mi lado
RomanceLa vida de los adolescentes nunca ha sido sencilla, especialmente cuando hablamos de hormonas elevadas, compañeros de clase insoportables, inseguridades, padres opresores y miles de cosas más que solo hacen un poco más miserable su vida. Alicia John...