El Asalto Perfecto

Enroque...

Cuatro días pasaron exactamente, Tara se presentó a su nuevo empleo, aún en su mente repetía el día que había ido a la entrevista, fue un día lleno de emociones, ahora se encontraba en la capacitación con el nuevo equipo de seguridad, la consola de botones y cámaras eran el único protagonista de la sala de seguridad, la chica estaría a prueba un par de días más. Tara estaba aprendiendo demasiado rápido, ya casi lo manejaba a la perfección.

La llegada de Astrid y el equipo de Stive a New York fue el mismo día de la entrevista de Tara, Stive semanas antes había mandado espías para vigilar el lugar, pero desde su llegada era el turno de los "profesionales" como solía decir Stive a Astrid y su equipo esta vez había incluido a más personas por el hecho de que era muy probable que más ladrones quisieran entrar

Meg seguía vigilando con Ernest, esta vez más de cerca a Tara, ya sabían que la chica era la nueva ingeniero de seguridad, el chico la seguía a cada paso que daba y se lo reportada a la ojiverde, ésta daba los últimos detalles a su plan, ya tenían listo el transporte y el área que atacarían, tenían información de quienes serían las otras bandas en querer entrar pero estaban más que preparados para ellos, tenía un pequeño arsenal y esperaba no utilizarlos pero no dudaría si de eso dependiera su vida y el éxito del robo.

Akane ponía atención a los planes de Rey y Alaric, ellos se centraban en que ella aprendiera y no estuviera tan nerviosa el día del robo, los demás del equipo sabían ya a la perfección su trabajo y se concentraban en eso
-de nuevo Akane- decía Alaric haciendo que la chica practicara parkour, ella era la pieza clave, sería la primera en ingresar con Rey para poder dejar entrar a los demás, la información que tenían sobre el nuevo equipo de seguridad era alto y Akane sabia manejarlo a la perfección ¿porque? por el hecho de que uno: su padre había sido el creador y dos: había tenido años usándolo cuando trabaja con ellos

Alani trabajaba sin parar en su laptop, tenía la información pero aún no podía entrar y desactivar la red de seguridad del museo, su trabajo era de lo más pesado y complicado; si no lograba entenderlo y desactivarlo de nada serviría haber ido hasta New York, estaba claro que tenían un plan "B" pero tenia que lograrlo, su ego estaba en juego, Tamara por otro lado recorría la ruta de escape, la vigilaba día y noche para aprenderse la rutina, los demás chicos del equipo se concentraban en la vigilancia del museo y el mantenimiento de los equipos.

Los días estaban pasando, cada vez se acercaba más el día de la exhibición, por una lado Tara y el museo se preparaba para el gran festival, la mayor exposición de arte de la historia reunido en un solo lugar, sus compañero de trabajo le enseñaban hasta el mínimo detalle, la chica iba de allá para acá revisando todo rincón del museo, cada ventana, cada baño, cada salón, todo debía estar conforme a las normas de seguridad.

Los ladrones recorrían las calles, vigilaban el museo sin levantar sospechas y lo mayormente escondidos para que los miembros de otras células delincuentes no los descubrieran, debían tener el factor sorpresa.

Los principales miembros de los grupos estaban al tanto de cada uno, se pasaban información, y se cuidaban, mientras hacían como que no veían, a los ojos de los demás y hasta de los suyos ellos eran enemigos, sería el atraco más grande de la historia y ellos querían pasar a ser parte de ella, muchos planes y secretos la combinación perfecta para la desconfianza

La agente Laureline al igual que los delincuentes reforzó vigilancia y seguridad, en los días próximos se reportaría nuevamente con el administrador del Museo para comparar información nueva que tuviera de su sistema de seguridad y su equipo, en pocas palabras Laureline le daría nuevas herramientas para que fuera impenetrable e imposible entrar o salir de aquel majestoso lugar que estaría lleno de tesoros históricos.